Todo aquel que haya
emprendido el viaje por su genealogía sabrá que se requieren instrumentos de
registro para no perderse en la difícil travesía. Se ha nombrado genograma al
mapa que acompaña al viajero en su empresa por descubrir las peculiaridades del
árbol genealógico. Diversas disciplinas científicas han incorporado a sus
métodos las bondades de este instrumento de evaluación familiar, pero no es
sino en el área de la salud en donde ha tenido mayor implicación, sobre todo en
lo que respecta al campo de la psicoterapia. Se presentan a continuación 6
formas de usar el genograma en la terapia:
1
Utilízalo como resumen clínico. Organiza y administra la
información que te proporciona la familia para permitir que otros terapeutas
obtengan, en forma rápida, una gran cantidad de datos acerca de la familia.
2
Convoca y atrae a la familia. Por un lado, podrás
comprometer al sistema transmitiendo la idea de que la familia es una red de
conexiones: todos los miembros de la familia tienen que ver con lo que suceda a
cualquiera de ellos y por tanto no resulta raro ni excesivo su presencia en el
consultorio. Por otro lado, la estructura de la entrevista para el genograma te
permitirá deducir información compleja y con carga emocional en una forma que
no representa ninguna amenaza para los usuarios.
3
Destraba y moviliza el sistema. El interrogatorio alrededor
de experiencias de vida clave para la familia, propio del uso del genograma, te
permitirá abrir cualquier sistema familiar rígido (aquellos caracterizados por tener una
visión segmentada del problema) y modificar la creencia de que solo una persona,
la sintomática, necesita cambiar.
4
Aclara y retroalimenta pautas familiares. Desde tu postura de
terapeuta, a medida que recoges los datos para el genograma, te podrá ser más
sencillo construir y revisar hipótesis para luego, junto con otros datos
clínicos presentes tus observaciones a la familia. Desde el punto de vista de
los consultantes, la aclaración de las pautas familiares permite a los miembros
de la familia ver su comportamiento con relación a y dentro del contexto
familiar aumentando el sentido de dominio de la persona con respecto a la
situación difícil por la que acuden a consulta.
5
Replantea y redefine problemas familiares. La entrevista para
el genograma facilita la sugerencia de interpretaciones alternativas de la
experiencia familiar para replantear conductas y relaciones. En el proceso
encontrarás varías oportunidades para la elaboración de comentarios
reencuadrantes, normalizadores y resignificaciones.
6
Facilita el análisis y el autoconocimiento. Sea de forma
individual o en grupo mediante talleres vivenciales, el trabajo con el
genograma te permitirá revisar la historia y el presente de los juegos
familiares, mitos, mandatos, creencias, crisis, etc. Ceberio (2004) propone utilizarlo
a modo de autocuidado del profesional, para reflexionar acerca del modelo
epistemológico del terapeuta y explicar con ello muchas de las cogniciones,
emociones, escollos y maniobras en el trabajo con los pacientes.
Finalmente en el siguiente
enlace http://www.slideshare.net/natho/el-genograma encontrarás un documento que sirve de guía para la construcción de
genogramas. Espero te sea de utilidad.
Fuente:
McGoldrick, M. y Gerson, R. Genogramas en la evaluación familiar. Gedisa. 1987, Barcelona.
Ceberio, Marcelo. Quién soy y de dónde vengo: el taller de genograma. Tres haches. 2004, Buenos Aires.