viernes, 26 de abril de 2024

Etapas del proceso de la terapia breve sistémica aplicada a niños y sus familias

 


En esta entrada se presentan una serie de ideas para ajustar la terapia breve sistémica al trabajo con población infantil y sus familias. Para ello se introduce con una serie de supuestos que permiten identificar la perspectiva acerca del niño, del progenitor y del terapeuta que se adopta desde el modelo de la terapia breve familiar. En un segundo momento se describen las etapas del proceso terapéutico y las variaciones técnicas para adaptarlas a problemáticas infantiles.

 

El niño, sus papás y su terapeuta  

 

A continuación, se presentan una serie de supuesto que orientan la intervención con niños y sus familias desde el modelo de la terapia breve sistémica:

 

El niño en la terapia breve sistémica

 

         Los niños son interlocutores tan válidos como los adultos

         Los niños tienen una gran capacidad de resiliencia

         A los niños les gusta hablar de lo positivo y los recursos

         El mundo infantil está cargado de fantasía y pensamiento mágico

         El juego es el vehículo de comunicación del niño

         El juego en los niños tiene efectos terapéuticos

 

Los papás en la terapia breve sistémica

 

·         Los padres quieren lo mejor para sus hijos

·         Los padres de familia son únicos

·         Los padres cuentan con recursos para ayudar a sus hijos a resolver sus problemas

·         Los problemas se mantienen por los intentos de solución fallidos llevados a cabo por los papás

·         Los adultos a cargo pueden ser un equipo para la crianza y el afrontamiento de las dificultades

·         Los padres pueden desarrollar habilidades parentales que faciliten la resolución de problemas

 

 

El terapeuta sistémico frente al niño y su familia

 

 Blundon y Schaefer (2012) sostienen que existe evidencia de características personales (como la paciencia, la flexibilidad y el amor a los niños) que necesitan todos los terapeutas para trabajar con población infantil. Con respecto a las características de un “buen” terapeuta de juego mencionan la empatía, calidez y autenticidad, interés genuino, aceptación incondicional y sensibilidad hacia el niño, la capacidad para crear un sentido de seguridad, confianza en el niño para llevar el curso de la terapia de forma gradual y natural, y la creencia honesta de que el niño es capaz de resolver sus problemas.

 

Además, el terapeuta que trabaja con niños debe desarrollar la capacidad para sentirse cómoda en las sesiones con niños y sus padres, de modo que esté preparado para establecer una relación directa con el niño en un sistema terapéutico que incluye a sus padres.

 

Objetivos de la TBS con niños y sus familias

 

·         Devolver poder y agencia a los padres

·         Desculpabilizar a los miembros de la familia

·         Involucrar a los padres en las soluciones

·         Modificar patrones de interacción problemáticos

·         Incrementar patrones de interacción satisfactorios 

 

Etapas del proceso de la TBS para problemas infantiles

 

 El proceso terapéutico, tal y como se desarrolla en base al modelo de la TBS, tiene una serie de tareas clínicas o etapas diferenciadas que, aunque pueden solaparse, permiten explicar el trabajo con los consultantes. Cabe mencionar que la distinción que se establece entre las diferentes del proceso es solo explicativa, ya que en la práctica en ocasiones resulta poco nítida la distinción entre las fases y sus efectos.

 

Para exponer mejor el desarrollo del proceso de la TBS en su aplicación a niños y sus familias, podemos esquematizar las etapas de la siguiente manera:




 

1. Mercadotecnia del terapeuta.

 

En esta etapa el terapeuta toma decisiones acerca de cómo publicitarse, de cómo presentar una imagen que genere confianza y credibilidad en la comunidad. Esta etapa comprende las acciones enfocadas a crear mecanismos de promoción, las estrategias publicitarias y crear una plataforma de redes para la derivación.

 

2. Enganche e involucración.

 

Esta etapa se refiere al primer contacto y la iniciación de la relación y alianza terapéutica con el niño y su familia. En esta fase de apertura de la terapia, el objetivo será crear una relación personal que se caracterice por el contacto, la confianza y la sugestión positiva que permita involucrar y adherir a la familia al proceso de terapia.

 

En lo que respecta al primer contacto, es decir a la comunicación inicial entre el terapeuta y el consultante (generalmente el progenitor más involucrado) anterior a la primera sesión se puede sugerir que el terapeuta:

 

        Convoque a los más miembros del sistema posibles y luego administrar la participación de los miembros.

        Comunique que la participación de los padres es un requisito de la terapia.

        Explique que la terapia se da a varios niveles, es decir que se puede trabajar de forma conjunta, por subsistemas y a nivel individual con el menor.

        Explique el cambio sistémico

        Comente que “No convocamos a los que están involucrados en el problema, sino a los que pueden estar involucrados en la solución”

 

Otro tema a tomar en cuenta es el del encuadre que representa el momento en que se recibe a los consultantes en la primera entrevista, se brinda información sobre qué va a suceder en la entrevista, se establecen las reglas que van a organizar la sesión y terapia y se negocian posibles dificultades y objeciones que puedan plantear los participantes. Para un mayor ajuste se sugiere en el encuadre con niños y sus familias:

 

·         Explicar al niño que es un psicólogo y cómo trabaja un terapeuta

·         Invitar al niño a explorar el consultorio

·         Mostrar notas y familiograma o que participen en la elaboración de ellas.

 

En los primeros momentos de la terapia resulta útil marcar una etapa social. En palabras de Steve de Shazer podríamos definir esta fase como aquella en la que el terapeuta “evita en lo posible todo examen de los motivos que llevaron a la familia a solicitar la terapia, centrándose en cambio en su contexto social”. Se sugiere aprovechar esta etapa para conocer al niño al margen del problema iniciando para ello conversaciones que permitan separar al menor del problema al promover mensajes del tipo de “el problema es el problema” o “tú eres mucho más que el problema”. Los temas que se pueden abordar son variados, por ejemplo: talentos, cualidades, pasatiempos, personajes favoritos, rutinas, mascotas. Se abordan a través de preguntas relacionales (¿A qué otro miembro de la familia le gusta el futbol?), uso del humor (¿Por qué no trajeron a su mascota a la terapia familiar?), uso del “Yo Terapeuta” (Chócala, yo también le voy a las Chivas del Guadalajara).

 

Otra consideración importante para lograr un enganche e involucramiento del niño y su familia es el tratamiento del lenguaje. Se sugiere que el terapeuta:

 

·         Vaya de lo sencillo a lo complejo, al abordar los temas de la terapia

·         Realice preguntas cerradas y con opciones en un principio para después abordar preguntas abiertas

·         Introduzca expresiones y analogías de sus aficiones

·         Incluya el lenguaje visual y corporal

·         Utilice un lenguaje externalizador, que permita separar al niño del problema y lo invite a afrontarlo con ayuda de sus familiares.

 

Por último, debido a que los periodos de atención son más cortos en los niños comparado con los de los adultos, es recomendable que las sesiones de terapia no se alarguen.  

 

3. Definición de metas.

 

Esta etapa comprende la indagación focal de la problemática presentada, el acuerdo sobre los objetivos de la terapia y una descripción de lo que mantiene el problema (diagnóstico relacional). Los retos en este período son dos: por un lado, ayudar al niño y su familia a definir una meta en la cual van a trabajar como algo que pertenezca a su área de influencia, en términos de lenguaje y planteado en términos de sus posibilidades de acción; por otra parte, identificar los patrones interpersonales problemáticos que permitan redefinir el problema y replantear objetivos manejables.

 

Una de las dificultades a las que el terapeuta que trabaja con niños y sus familias se puede enfrentar en esta etapa es la de la disparidad en los objetivos planteados por los miembros de la familia. Padres e hijos suelen tener perspectivas contrarias. A fin de superar este escollo en el proceso de la definición de metas se sugiere que el terapeuta pruebe alguna de las siguientes estrategias:

 

·         Redefinición del problema. El terapeuta plantea una nueva definición del problema en términos de relación o en términos de habilidades por desarrollar.

·         Externalizar el problema. El terapeuta emplea la metáfora del problema como ente separado al niño y a su familia y los invita a formar un equipo para combatirlo.

·         El terapeuta mediador. El terapeuta facilita un proceso de negociación y acuerdos mediante el fomento de la clarificación de la comunicación y la escucha empática entre los miembros de la familia.  

·         Trabajar con más de un objetivo. A la par que se realizan esfuerzos por alcanzar la meta planteada por el menor, se trabaja con la meta planteada por los padres de familia.

 

4. Impulsar y motivar el cambio.

 

Esta etapa comprende la programación terapéutica y las estrategias de cambio. Teniendo en cuenta que la TBS consiste en disminuir los intentos inefectivos de solución, así como incrementar los patrones de solución saludables, queda claro que el objetivo terapéutico en esta etapa se realiza a través de dos acciones fundamentales: los comentarios reencuadrantes (intervenciones dirigidas a cambiar el significado, la percepción o la forma de ver las interacciones) y la asignación de tareas (intervenciones dirigidas a modificar la interacción misma o la conducta perceptible).

 

El trabajo con niños y sus familias no dista mucho del trabajo con adultos en lo que respecta a las estrategias generales en terapia breve sistémica: La búsqueda de excepciones y la prescripción de directivas. Lo que varía es la forma en que se presentan estas estrategias adecuadas al lenguaje y características del mundo infantil. La siguiente tabla revisa las principales adecuaciones al abordar algunas técnicas de la estrategia de la búsqueda de excepciones:

 

Técnica

Objetivo

Variaciones

 

 

 

 

Excepciones

 

 

 

 

Ayudar al niño a identificar los momentos en que logra vencer al problema.

 

 

Explorar éxitos del pasado del niño

Traspolar habilidades de otras áreas de competencia en el niño

La libreta de las cosas buenas

Ritual de “hoy me gusto de ti” para padres y maestros

Aprender una habilidad para derrotar al problema  

 

 

 

 

 

 

Proyección a futuro

 

 

 

 

Ayudar al menor a visualizar soluciones hipotéticas para sus problemas y animarle a que las lleve a la acción.

 

 

La nave del futuro

La varita mágica

Dibujo de la familia y ¿Cómo te gustaría que fuera tu familia?

Haz una lista de las cosas que vas a empezar a hacer

El deseo de las velas del pastel

Los tres deseos

¿Cómo lo resolvería mi personaje favorito?

Nombra 10 cosas que te ayudarán a…

 

 

 

 

Escalas

 

 

Ayudar al niño a segmentar en pasos pequeños las acciones para lograr su objetivo en terapia, facilitando su avance paulatino y el reconocimiento de sus logros.

 

 

Realizar una escala con las manos, simulando con cada dedo los escalones para lograr su meta.

Dibujar una escalera al éxito, en donde el niño pueda escribir en cada escalón las acciones que llevará a cabo.

Dibujar una montaña y simular que el niño es un alpinista que escala hasta llegar a la meta.

 

 

Para una revisión más detallada del uso del juego en la terapia breve centrada en soluciones aquí.el juego en la TBSo

 

En lo que respecta a la prescripción de tareas se recomienda adecuarlas al lenguaje del niño, incluyendo sus intereses y talentos. Otras sugerencias a tomar en cuenta por los terapeutas de niños y sus familias pueden ser:

 

·         Incluir un elemento secreto a fin de reforzar la relación y crear motivación

·         Incluir elementos lúdicos como juegos o concursos.

·         Continuación del lenguaje externalizador.

·         Incluir un elemento de desafío para los niños mayores

 

5. Mantenimiento de los cambios.

 

Esta etapa comprende el ajuste de las intervenciones y la supervisión y seguimiento de los cambios. Los objetivos en esta etapa son los concernientes a ayudar a los consultantes a superar los alti-bajos del cambio, prever, prevenir y aprender de las recaídas para sostener su nueva forma de ser y actuar.

 

Las sugerencias para el terapeuta de niños y son familias en esta etapa de mantenimiento son:

 

         Usar rituales: amuletos, cartas, magia curativa.

         Aprovechar las recaídas para el aprendizaje de “no darse por vencido”, la ley del 2do esfuerzo”, “fracaso vs retroalimentación”, “nadie es perfecto”, “más vale prevenir”,”no cantar victoria antes de tiempo”, etc.

         Cambiar el concepto de “recaídas” por “olvidos”. ¿Qué te puede ayudar a que “no olvides” las cosas que ya sabes hacer bien?, ¿Cuál de los miembros de tu equipo (familia) te gustaría que “te recuerde”?

 

 

6. Terminación.

 

El objetivo en esta etapa es consolidar definitivamente la autonomía personal de los la familia y el menor mediante su emancipación de los servicios de terapia. La etapa de terminación ofrece la oportunidad para que promover la creación de mecanismos de cierre de la experiencia terapéutica y fomentar el restablecimiento de la competencia personal o familiar de tus clientes.

 

Las variaciones en las acciones a llevar acabo en el tratamiento con niños y sus familias son:

 

         Ayudar a implementar una “campaña de publicidad” para dar a conocer sus logros

         Realizar o imaginar una fiesta infantil para celebrar los logros

         Usar rituales de cierre: diplomas, cartas, testimonios, agradecimientos, etc

 

El trabajo con los progenitores

 

Algunas de las recomendaciones para el trabajo con los papás en terapia breve sistémica son:

 

·         Trabajar con las excepciones: buscar los éxitos del progenitor

·         Preguntas circulares para fomentar responsabilidad y participación vs pasividad

·         Trabajo con Patrones Interpersonales Problemáticos. Para revisar una propuesta aquí.PIPs en progenitores

·         Fomentar ideas de complemento e interdependencia (alianza parental)

·         Formar sistemas de colaboración para las soluciones vs culpabilidad

 

Además, es posible adaptar el modelo de modificación de conducta al trabajo con los progenitores a fin de sumar recursos para la solución. El terapeuta sistémico frente al niño y su familia podrá abordar los siguientes tópicos:

 

o   Expectativas realistas de conducta de acuerdo al desarrollo infantil

o   Tiempo de calidad (para compensar el tiempo de estímulos negativos)

o   Aumentar conductas deseables (mediante el refuerzo de conductas, la economía de fichas, etc.)

o   Comunicación efectiva con los hijos:

§  Buenas instrucciones

§  Negociación y acuerdos

o   Disminuir conductas no deseables (retirada de privilegios, uso del tiempo fuera, etc.)

 

Conclusiones

 

Hasta aquí se han presentado algunas ideas para ajustar las estrategias terapéuticas en el trabajo con niños y sus familias desde el modelo de la terapia breve sistémica. Se han descrito las diferentes etapas del proceso de la terapia, sus propósitos y metas a alcanzar, así como las variaciones técnicas en cada una de ellas. Se considera que el profesional frente al menor y sus progenitores pueda llevar a la práctica alguna de las ideas que consideré pertinente. Al final, lo importante es que el terapeuta aprenda a “estar con” niños y sus padres en una experiencia unificada y desarrollar el recurso del “bilingüismo”, es decir, una capacidad para comprender las formas de comunicación entre padres e hijos.   

 

Bibliografía

 

Beyebach, Mark. (2009) La terapia familiar breve en el trabajo con niños y sus familias, Familia, 16, 27-46

Beyebach, Mark y Herrero, M. (2010) 200 tareas en terapia breve. Herder.

Berg, I.K.; Steiner, T. (2003) Children’s solution work. Norton, New York.

Charles, Ruperto (2005). Terapia breve sistémica en soluciones para parejas y padres. Editorial Cree-ser

De Shazer, Steve. (1998) Claves para la solución en terapia breve. Paidós. Barcelona

Escudero, V y Abascal, A. (2008) Escaleras y torreones terapéuticos. Cuadernos de Psiquiatría comunitaria, Vol. 8, pp. 207-223

Fernández, A. (2007) La inteligencia atrapada. Nueva visión. Buenos Aires

Friedberg, Robert y McClure, J. (2009) Práctica clínica de terapia cognitiva con niños y adolescentes. 2009.

Freeman, Epston, Lobovits.(2009) Terapia narrativa para niños. Paidós. 

Gutiérrez, Felipe (2008) Hipnosis y juego. En Orientación y terapia en niñas, niños y adolescentes. Editorial CEFAP. Puebla

López Silvia y Escudero, V. (2003), Familia, evaluación e intervención. Editorial CCS.

O’halon, W.H., Wiener-Davis, M. (1990) En busca de soluciones: un nuevo enfoque en psicoterapia. Paidós. Buenos Áires

Papalia, Diane, Wendkos y Duskin, Desarrollo Humano. McGrawHill

Piaget, Jean. La formación del símbolo en el niño. FCE

Schaefer, Charles (2012) Fundamentos de terapia de juego. Manual Moderno

Selekman, Matthew. (2002) Patrones de cambio, Ediciones Cree-Ser

Selekman, M. (2007) Terapia enfocada en soluciones con niñosThe guilford press.