En esta entrada se presenta una propuesta para el trabajo
con padres de forma grupal desde un enfoque centrado en soluciones. En el
primer apartado se abordan los antecedentes a partir de una revisión de las
principales intervenciones psicológicas para padres. En un segundo apartado se
plantean las características que distinguen al trabajo grupal con padres desde el
modelo centrado en soluciones. Para finalizar con la descripción de la estructura
y contenido temático de programa grupal.
Intervenciones
psicológicas para padres
Las
intervenciones psicológicas para padres parten de la idea de capacitar a
madres, padres u otros cuidadores en principios, técnicas y estrategias que les
permitan entender y tratar directamente los problemas de comportamiento de sus
hijos. Originalmente, estos programas de entrenamiento se basaron en el análisis
conductual aplicado, por tanto utilizaban los principios del aprendizaje y de
la conducta descubiertos por medio del análisis experimental del
comportamiento. No obstante, posteriormente se desarrollaron programas de
entrenamiento a padres basados en otros enfoques.
El
propósito principal de estas intervenciones es que la madre, padre u otros responsables
legales del niño traten los problemas de comportamiento que éste presenta. Se
pretende que los padres o cuidadores aprendan los principios que rigen el comportamiento
y el aprendizaje, de manera que comprendan mejor la conducta de su hijo e
implementen las estrategias y técnicas más adecuadas para intervenir sobre sus
problemas de conducta. Rey (2006) advierte que “los principios que se enseñan son,
en esencia, los concernientes al aprendizaje operante y el aprendizaje social,
y las técnicas y estrategias que se trabajan son las desarrolladas dentro del
enfoque de modificación del comportamiento, tales como el reforzamiento
positivo, el costo de respuesta, la economía de fichas, el contrato conductual,
entre otras”.
Sin
embargo, existen otros programas de entrenamiento a padres. Por ejemplo, la capacitación
sobre desarrollo infantil, el entrenamiento en manejo del estrés y control de
la ira, el entrenamiento en solución de problemas y en habilidades sociales y
comunicativas.
Estos
programas tienen una condición psicoeducativa: permiten a los progenitores
comprender el origen de las dificultades de comportamiento de sus hijos, a la
luz de los principios de la conducta y el comportamiento encontrados por medio
de la investigación básica, y adquirir los conocimientos y las habilidades necesarias
para afrontar dichas dificultades
En el
entrenamiento a padres, los progenitores aprenden los principios, técnicas y
estrategias en el consultorio o sala de curso, y los aplican en el ambiente del
hogar, de manera que pueden actuar directamente en el entorno donde por lo
general se originan estos problemas. Además de que estas intervenciones generalmente se desarrollan de manera grupal.
Por tanto, su costo-efectividad es mayor en relación con la psicoterapia
infantil tradicional.
La
duración de los programas de entrenamiento para padres varía según los temas y
la población a la que se dirijan. Por lo regular suelen llevarse a cabo semanal
o quincenalmente, a lo largo de algunos meses.
La tabla
que se presenta a continuación enumera las principales intervenciones para padres
(Rey ,2006)
Intervención
|
Consiste en
|
Autores
|
Manejo de conductas
problemáticas
|
El entrenamiento en
técnicas de modificación del comportamiento, dirigidas a afrontar con éxito
los problemas de comportamiento de los niños. Los padres aprenden a 1)
favorecer conductas apropiadas; 2) desfavorecer conductas inadecuadas; y 3)
enseñar a sus hijos a adquirir destrezas apropiadas para su nivel de
desarrollo.
|
Ross, 1991;
Sulzer-Azaroff & Mayer, 1991
|
Capacitación en
desarrollo infantil
|
Que los padres
conozcan las capacidades y limitaciones que tienen sus hijos de acuerdo con
su nivel de desarrollo. Los progenitores aprenden acerca de las
características físicas, comportamentales y
cognoscitivas del
niño o niña en cada estadio de su desarrollo, resaltando la
manera en la que los
padres pueden ayudar a que tenga un desarrollo sano
en todas las áreas.
|
Botero, 1994; Cortés
& Figueroa, 1991; Wol-
fe, Sandler &
Kaufman, 1981
|
Entrenamiento en Resolución
de Problemas
|
Enseñar a la madre o
padre a usar una orientación de búsqueda de soluciones a las situaciones
problemáticas que se refieren a la conducta de su hijo. Se trabaja con
problemas comunes, propios de la crianza de los hijos, y se anima a cada
padre durante la sesión para que aplique la secuencia de pasos reseñada con
los problemas de comportamiento de sus hijos.
|
Wolfe, Sandler y Kauf-
man (1981)
|
Entrenamiento en Habilidades
Sociales
|
Fortalecer su red de soporte
social por medio del entrenamiento en habilidades sociales básicas y
avanzadas. Entre las habilidades que se
pueden trabajar en ese sentido, están el saber escuchar, la expresión de
quejas, la petición de favores, la resolución de problemas y el conocimiento
de las condiciones adecuadas para comunicarse.
|
Botero, 1994; Cortés
& Figue-roa, (1991)
|
Entrenamiento en
manejo del estrés y control de la ira
|
Disminuir los niveles
de estrés generados por las exigencias de la vida cotidiana de los padres,
por medio de la enseñanza de una serie de técnicas de afrontamiento y
autocontrol, bajo la premisa de que ello redituará en la calidad de las
relaciones entre padres e hijos
|
Wolfe, Sandler y
Kaufman (1981)
|
Terapia de
interacción padre-niño
|
Es un programa
prototípico de entrenamiento a padres dirigido a intervenir sobre los
problemas de comportamiento externalizante de niños entre dos y siete años de
edad, que ha mostrado ser efectivo para tratar estas dificultades, a la vez
que mejora las habilidades de crianza y disminuye los niveles de estrés de
los padres.
|
Neary & Eyberg,
2002
|
Intervenciones
grupales centradas soluciones
El enfoque centrado en soluciones ofrece una estructura
que ayuda a la conducción de grupos. A diferencia de otros modelos de trabajo
con grupos, desde un punto de vista centrado en la solución, es posible reunir
a personas que pueden tener poco en común aparte de un problema.
En un grupo tradicional, los participantes suelen estar
interesados en las experiencias que otros están teniendo con problemas
similares, por lo que puede ser una tendencia para que el grupo se convierta en
un lugar para compartir sus experiencias problemáticas. No es de extrañar, por
tanto, que la solución no aparezca.
El facilitador de grupo enfocado en soluciones, en
cambio, es capaz de desarrollar formas efectivas de guiar la conversación hacia
las posibilidades, lados fuertes y recursos de los participantes a fin de
obtener los resultados esperados.
Las preguntas que habitualmente se usan en el modelo de
terapia centrada en la solución se emplean directamente en el trabajo con
grupos. Por ejemplo, en la primera sesión, se puede preguntar a todos los
participantes sobre sus mejores esperanzas con respecto a las reuniones, luego
cada uno es invitado a describir su futuro preferido, y posteriormente a
escalar su progreso. Esto se puede hacer con todo el grupo si es lo
suficientemente pequeño o en subgrupos si hay muchos participantes.
Las sesiones posteriores se podrían utilizar para explorar
el progreso ("¿qué ha ido mejor?"), realizar preguntas de escala para
ampliar los avances, y utilizar preguntas de afrontamiento cuando ha habido
contratiempos.
Una diferencia significativa entre el trabajo en grupo y
otros métodos de conversaciones enfocadas en soluciones está en la atención
prestada a lo que sucede entre las personas del grupo. Con individuos y
familias, cada persona responde a las preguntas del terapeuta: las respuestas
mantienen el contenido terapéutico y se espera que los miembros de la familia,
a su manera, procesen lo que cada uno ha dicho. En el trabajo en grupo es
posible hacer este procesamiento durante las reuniones, por lo que parte de lo
terapéutico está en lo que se dicen unos a otros: “una carga compartida es una carga
reducida a la mitad”
Para Ratner y otros (2012) un presupuesto principal de los
grupos con enfoque centrado en la solución es que “un éxito compartido es un
éxito triplicado y sin mermar la libertad de expresión y sin ignorar las
dificultades, es la tarea del facilitador del grupo centrado en la solución
dirigir las conversaciones hacia esperanzas y logros”. Una vez que el grupo
comienza a experimentar el valor de las conversaciones centradas en los
resultados, resulta probable que los participantes pongan un límite a la
"conversación centrada en problemas" tanto como el terapeuta.
Las preguntas de escala proporcionan otra estructura a
las sesiones. En algunos grupos, todos tienen su escala personal que permite
preguntar a cada persona dónde están ubicados y lo que los pone allí en lugar
de bajar. También se puede tener una escala a nivel grupal, lo importante es
que los participantes sean capaces de traducir sus esfuerzos en indicadores de
logro o meta alcanzables.
En todo momento el facilitador del grupo debe tener
presente y reconocer constantemente las extremas dificultades con las que
muchos los miembros del grupo se enfrentan. Una ronda estructurada de “retroceso”
puede ser una ruta poderosa hacia el diálogo constructivo, ya que permite la
expresión de un problema, algo que los miembros del grupo podrían esperar como
parte del proceso. Con el “problema en la conversación” cada uno de los
participantes puede comenzar a describir sus estrategias efectivas (y seguras) para
hacerle frente o lidiarlo, las cosas constructivas que están haciendo a pesar
de la influencia del problema, y los posibles primeros signos de que están
superando la crisis.
Además, la presencia de tantos coterapeutas potenciales
es lo que puede hacer que el trabajo en grupo sea tan efectivo. Cuando los
clientes son autocríticos o se encuentran atrapados en la búsqueda de
respuestas, otros participantes a menudo están listos para alentar y aconsejar.
Esto no siempre es bienvenido para ciertos individuos y parece necesario a
veces entrenar a los miembros del grupo para hacerse preguntas unos a otros en
lugar de hacer declaraciones. También es conveniente alentar a los
participantes a felicitarse unos a otros.
El
grupo de padres centrado en la solución
La
herramienta del grupo de padres centrado en la solución que se presenta a
continuación fue creada por Selekman (1991) originariamente como un tratamiento
secundario de carácter preventivo y constituye una alternativa a otras formas
de intervención más tradicionales de trabajo grupal con padres de familia de
adolescentes con problemas.
El
grupo de padres centrado en la solución no sólo fue diseñado para enseñar a
éstos a “tomar posesión” de su capacidad parental, sino para ayudarles a ser
plenamente conscientes de sus fortalezas y recursos. También les enseña
estrategias creativas para acentuar las fortalezas y la conducta positiva de
sus hijos adolescentes.
Las
motivaciones de Seleckman para llevar a cabo el grupo de padres fueron varias:
- Ayudar a los padres a evitar innecesarias disputas de poder
con el adolescente respecto de concurrir a terapia.
- Centrarse en la salud de la familia y en capitalizar las
fuerzas y recursos de los padres a fin de co-construir soluciones.
- Ser accesible desde el punto de vista económico.
Características del grupo.
Los
grupos están dirigidos a padres de adolescentes de entre 12 y 15 años. Se trata
de un grupo cerrado con un máximo de 8 participantes en el que es preferible,
pero no necesario que ambos progenitores asistan a las sesiones. El programa
consta de 6 sesiones y la dirección del grupo está a cargo de un equipo de co-terapia
integrado por un hombre y una mujer a fin de equilibrar los sexos. Cada sesión dura una hora y media. Al cabo de 45 minutos,
los líderes y participantes se toman un descanso de 15 minutos. Durante ese
breve intervalo, los líderes idean un cumplido para el grupo en general y dos
cumplidos para cada participante.
El grupo de padres
centrado en soluciones sesión por sesión
Sesión 1
Objetivos:
- Comenzar con la presentación
- Establecer el encuadre
- Desarrollar el tema
del cuidado de los hijos centrado en la solución del problema: una nueva manera
de ver y hacer.
Desarrollo:
- Rapport: los padres comparten información acerca de sus
intereses, ocupaciones, fuerzas y talentos.
- Se exponen los siete supuestos claves centrados en la
solución:
1. El cambio es inevitable.
2. La cooperación es inevitable.
3. Los padres y adolescentes cuentan con las fuerzas y los
recursos necesarios para cambiar.
4. Sólo se necesita un pequeño cambio.
5. Los problemas son intentos fallidos de resolver las
dificultades.
6. No se necesita saber mucho sobre el problema para
resolverlo.
7. Hay muchas maneras de considerar una situación, pero
ninguna es más “correcta” que la otra.
Cierre:
Se
deja “la tarea formalizada de la primera sesión”. Los padres deben registrar
por escrito todas las excepciones que observen en la relación con sus hijos y
traer esas listas para la próxima sesión.
Sesión 2
Objetivos:
- Preguntar sobre las mejorías
- Negociar objetivos realistas y accesibles.
Desarrollo:
- Preguntas de mejoría (“¿Qué es lo mejor que les ha
ocurrido?”)
- Ampliar los avances con preguntas presuposicionales y preguntas
centradas en la excepción, por ejemplo: “¿Qué tendría que hacer usted para que
eso [la excepción] sucediera más a menudo?”; “¿Qué otra cosa tendrá que seguir
haciendo?”
- Pregunta milagro y pregunta de escala
Cierre:
Se
da la tarea de “pensar en las medidas que debe tomar para alcanzar los
objetivos propuestos. Observe las respuestas de su hijo cuando las aplica. En
la próxima sesión analizaremos las medidas importantes que hayan tomado”.
Sesión
3
Objetivos:
- Preguntar sobre las mejorías
- Redefinir el “no cambio”
- Reforzar la competencia de los consultantes y resaltar sus
aspectos resilientes
Desarrollo:
- Preguntas de mejoría (“¿Qué nuevos progresos han hecho
todos ustedes?”)
- A los padres que se sienten estancados e incapaces de
producir cambios en la conducta de sus hijos, se les pregunta: “¿Por qué las
cosas no están peor?”; “¿Qué hace usted o su cónyuge para evitar que la situación
empeore?”
- La importancia de “hacer más de lo que funciona”.
- Los éxitos del pasado pueden ser los modelos de los éxitos
presentes y futuros.
Cierre:
- Tarea de “haga más de lo que funciona”. Luego se les da a
los padres tres semanas de vacaciones, como voto de confianza.
Sesión 4
Objetivos:
- Amplificar y consolidar los logros parentales
- Desbloquear una situación de atasco y permitir que los
consultantes empiecen activar sus recursos y a poner en marchar los cambios.
Desarrollo:
- Preguntar a los miembros del grupo por los progresos que
hicieron para alcanzar sus objetivos y generar excepciones en el comportamiento
del adolescente.
- La importancia de “hacer algo diferente” cuando las
soluciones intentadas no funcionan y los padres se sienten estancados haciendo
“más de lo mismo”
- Dramatizan de qué manera los padres se estancan haciendo
“más de lo mismo” con sus hijos adolescentes, y les piden a los otros miembros
del grupo que barajen soluciones potenciales que luego se escriben en la
pizarra.
Cierre:
- A los padres que se hallan empantanados, se les propone la
tarea de “hacer algo diferente”
- A aquellos que ya han alcanzado sus objetivos o están bien
encaminados en ese aspecto, se les pide que “observen lo que funciona y hagan
más de lo mismo”.
- Se da cuatro semanas de vacaciones a los participantes como
voto de confianza.
Sesión 5
Objetivos:
- Amplificar y consolidar los cambios parentales
- Inmunizar ante posibles recaídas, al ayudar al cliente a
identificar situaciones de riesgo y explicitar sus recursos ante ellos.
- Atribuir control a los clientes sobre sus mejorías.
Desarrollo:
- Hablar sobre las diferencias parentales claves y hacen que
cada uno de los padres distinga entre sus viejas pautas de conducta y las
nuevas interacciones en torno de su hijo adolescente.
- Preguntas de mantenimiento de os cambios: “¿Qué tendría que
hacer para sufrir un retroceso?”; “¿Qué tendría que hacer para evitar una
recaída?”; “¿Qué tendrá que hacer para que los cambios continúen?”; “Supongamos
que soy una mosca posada en la pared de su sala de estar y que observo lo que
ocurre entre usted y su hijo dentro de seis meses, ¿qué nuevos cambios
advertiré en su relación con su hijo?”
Cierre:
- Se prescribe la tarea de “hacer más de lo que funciona” y
los invitan calurosamente a celebrar su propia fiesta por haberse convertido en
“padres centrados en la solución”.
- Para aquellos que aún se encuentran estancados y no
registran excepciones, los facilitadores recomiendan la tarea de “simular que
el milagro ha sucedido
Sesión 6
Objetivos:
- Subrayar y consolidar los cambios parentales en el grupo.
- Facilitar el cierre del proceso grupal
Desarrollo:
- Los facilitadores realizan una fiesta para celebrar el
progreso de los padres. Se ofrece una mesa con
entremeses, refrescos y un pastel.
- Cada uno de los padres recibe el diploma de Padre Centrado
en la Solución, y se le pide que hable sobre su crecimiento parental.
- Los facilitadores concluyen los festejos reflexionando
sobre los logros obtenidos por cada uno de los participantes del grupo.
Cierre:
- Los participantes se llevan el compromiso de actuar como
asesores invitados en los nuevos grupos de padres y también pueden participar
en las sesiones de terapia familiar de los líderes para ayudar a los padres
estancados.
Conclusiones
Hasta
aquí se ha presentado una propuesta para e trabajo grupal con padres de hijos adolescentes.
Se considera que la principal diferencia con respecto al entrenamiento a padres
consiste en que en los grupos centrados en solución los esfuerzos no están
encaminados a “enseñar” algo a los participantes, antes bien están dirigidos a
ayudar a los progenitores a identificar y usar sus fortalezas y recursos para
enfrentar las dificultades con sus hijos.
Se
coincide con Selekman en cuanto sugiere que el facilitador de grupo no debería
demeritar su trabajo por el hecho de que un porcentaje de padres refiera que su
hijo mantiene algunos problemas de conducta una vez concluido el grupo. Es
preferible partir de la idea de que participar en estos grupos ayuda a los
progenitores a que sean más flexibles y estén mejor preparados para acceder a
la terapia familiar.
Por
último, se debe mencionar que, aunque esta propuesta fue diseñada para dar
respuesta a las necesidades de padres de hijos adolescentes, su estructura y
contenido temático, con algunas variaciones, podría adecuarse a diversas
poblaciones y problemáticas.
Bibliografía
Domínguez,
Jorge (2008) Preparando a los hijos para el éxito. Editorial Cre-Ser
Harvey Ratner, Evan George, and Chris Iveson.
(2012) Solution Focused Brief Therapy: 100
Key Points and Techniques. Ediciones Routledge
Rey,
Cesar (2006) Entrenamiento de padres: una revisión de sus principales
componentes y aplicaciones. Revista infancia, adolescencia y familia. ISSN
1900-8201 / Vol. 1, No. 1, 2006. Pp. 61-84
Selekman, M (1993) Abrir caminos para el cambio. Gedisa.