miércoles, 27 de julio de 2022

Conversaciones sobre terapia sistémica: Técnicas de terapia familiar (15)

 


En esta entrada se presenta la clase 15 del módulo de Técnicas de terapia familiar del curso de terapia sistémica del proyecto de formación continua del Equipo de Terapia Familiar Zoquipan. Se revisa el trabajo de Salvador Minuchin y su propuesta acerca de las técnicas acerca de Construcciones.  Se recuerda al lector que las actividades formativas se pueden seguir en vivo desde Facebook.  Las reuniones son los miércoles alrededor de las 20:00 en la página de Conversaciones sobre terapia sistémica fb






martes, 26 de julio de 2022

Conversaciones sobre terapia sistémica: Técnicas de terapia familiar (14)

 


En esta entrada se presenta la clase 14 del módulo de Técnicas de terapia familiar del curso de terapia sistémica del proyecto de formación continua del Equipo de Terapia Familiar Zoquipan. Se revisa el trabajo de Salvador Minuchin y su propuesta acerca de las técnicas acerca de Realidades.  Se recuerda al lector que las actividades formativas se pueden seguir en vivo desde Facebook.  Las reuniones son los miércoles alrededor de las 20:00 en la página de Conversaciones sobre terapia sistémica fb






martes, 5 de julio de 2022

Lo WABI SABI en la Terapia Breve centrada en Soluciones

 


 

“El Wabi Sabi cultiva todo lo que es auténtico

reconociendo tres realidades: nada dura,

nada está completo, nada es perfecto”

Richard R. Powell

 

En esta entrada se intenta relacionar la terapia breve centrada en soluciones con la perspectiva oriental denominada Wabi Sabi. El propósito principal es revisar el modelo orientado a soluciones bajo la luz de los valores espirituales y las cualidades materiales en la filosofía Wabi Sabi. Para ello, primero se conceptualizan de manera breve ambos modelos y en seguida se relacionan a partir de 6 conceptos: Lo mudable, lo imperfecto, lo incompleto, lo vulnerable, lo irregular y lo simple.         

 

Wabi Sabi

 

El concepto de Wabi-Sabi puede ser explicado con las tres frases siguientes:

 

-       “Wabi-Sabi es la belleza de las cosas imperfectas, mudables e incompletas”.

-       “Es la belleza de las cosas modestas y humildes”.

-       “Es la belleza de las cosas no convencionales”.

 

Se trata de una filosofía orienta que representa una herramienta para el desarrollo personal y la búsqueda de una existencia plena. Se compone de las palabras Wabi y Sabi. La primera hace referencia a la moderación que se aleja de ostentación y el lujo. La segunda, sabi, se refiere a la serenidad y la tranquilidad que llega con la madurez intelectual.

 

El Wabi sabi encuentra relación con sistemas como el zen, el taoísmo o el budismo y con la técnica japonesa denominada Kintsukuroi, que consiste en la reparación de objetos rotos a partir de la unión de sus grietas con oro, de tal modo que se embellece el objeto y se fortalece.          

 

Leonard Koren (2020) hace un resumen que engloba muy bien todo lo que es el Wabi-Sabi:

 

Se puede considerar el wabi-sabi un sistema estético «global». Su visión del mundo, o del universo, es referencial en sí mismo. Lo Wabi Sabi proporciona una aproximación integrada a la naturaleza esencial de la existencia (metafísica), el conocimiento sagrado (espiritualidad), el bienestar emocional (estado de ánimo), el comportamiento (moralidad) y la visión o percepciones de las cosas (materialidad). Cuanto más sistemáticos y claramente definidos están los componentes de un sistema estético – cuantos más puntos de apoyo conceptuales, cuantas más maneras haya de remitirse a sus fundamentos-, más útil resulta.

 

Terapia Breve centrada en Soluciones

 

La terapia breve centrada en soluciones (De Shazer, 1986; Berg y Dolan, 2001) es un modelo que se fundamenta epistemológicamente desde la teoría general de sistemas, la cibernética, el constructivismo y el construccionismo social.

 

Sus procedimientos técnicos se han desarrollado a partir de los trabajos del equipo del MRI en Palo Alto, California y del equipo del Centro de Terapia Breve Familiar (BFTC) de Milwaukee. Estas técnicas están diseñadas para que la familia pueda enfocarse menos en el problema y más en las soluciones, lados fuertes y recursos personales y familiares.

 

El conjunto de técnicas incluyen: el trabajo con las excepciones al problema (aquellos momentos en los que el problema no está presente o lo está en menor intensidad); preguntas de proyección a futuro (lo que el cliente va a estar haciendo cuando el problema deje de dominar su vida); definición de metas manejables; y preguntas de escala (“en una escala del 0 al 10, en donde el 0 representa el peor momento del problema y el 10 que ya lo has solucionado satisfactoriamente, ¿En qué número se ubican actualmente?”) Destaca además la postura de “no saber” que adopta el terapeuta orientado a soluciones y que parece estar basada en la sentencia Zen que reza: “En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la mente del experto hay pocas”.

 

Esta actitud lleva al profesional a “ir detrás” de los clientes al considerarlos como los verdaderos expertos en sus vidas y problemas que presentan en la terapia.

 

O’ Hanlon (1990) sostiene que los objetivos de la Terapia Breve Centrada en Soluciones son 3: a) Cambiar la “forma de actuar” en la situación percibida como problemática, b) Cambiar la “forma de ver” la situación percibida como problemática y c) Evocar recursos y capacidades que se pueden aplicar a la situación que se percibe como problemática. Para lograr estos objetivos, los consultantes y el terapeuta emprenden juntos una aventura por las diferentes etapas del proceso de la mejoría y el cambio.

 

El proceso terapéutico, tal y como se desarrolla con base en el modelo de la Terapia Breve centrada en Soluciones, tiene una serie de tareas clínicas o etapas diferenciadas que, aunque pueden solaparse, permiten explicar el trabajo con los consultantes. Cabe mencionar que la distinción que se establece entre las diferentes etapas del proceso es solo explicativa, ya que en la práctica en ocasiones resulta poco nítida la distinción entre las fases y sus efectos. Para comprender mejor el desarrollo del proceso de la TBSo se invita al lector a una entrada anterior (ver aquí )

 

Lo Wabi Sabi en la Terapia Breve centrada en Soluciones

 

A continuación, se revisan algunos de las características esenciales del modelo de la terapia breve centrada en soluciones a la luz de los valores espirituales (lo mudable, lo imperfecto y lo incompleto) y las cualidades materiales (lo vulnerable, lo irregular y lo simple) en el sistema filosófico Wabi Sabi. 

 

Lo mudable

 

Lo Wabi Sabi nos recuerda que “todo se gasta” y que la tendencia hacia la nada es implacable, hasta las cosas duras, sólidas, resistentes no ofrecen más que una ilusión de perdurabilidad. A nivel personal, es evidente el desgaste físico por el envejecimiento, el cambio de creencias a partir del cúmulo de experiencias y el movimiento constante de las emociones que se transforman y nos transforman. 

 

Para el Wabi sabi todo está en constante cambio, todo es transitorio. Todo se gasta a corto o largo plazo. Todo se desvanece, tanto en el olvido como en la no existencia.  

 

Si a algo es compatible la filosofía del modelo centrado en soluciones es a la idea budista del cambio permanente. De Shazer lo expresa en una sola frase: “el cambio no solo es posible, es inevitable”

 

Selekman (2005) da continuidad a esta idea de cambio y escribe:

 

“Los budistas nos han enseñado durante siglos que el cambio consiste en un proceso continuo y que la estabilidad es una ilusión…Si uno supone que se producirá un cambio en los pacientes, esa expectativa de cambio configura su conducta. La creencia del terapeuta en la capacidad de cambio del paciente puede ser determinante para el éxito del tratamiento. Los investigadores de la motivación han descubierto que uno de los factores más importantes que motiva a los sujetos es la creencia de que realmente están haciendo bien las tareas asignadas”

 

El terapeuta centrado en soluciones sabe de esta constancia de cambio y por ende pregunta, desde a primera sesión, por las mejorías que han tenido lugar antes de iniciado el tratamiento. Beyebach (2007) menciona al respecto que “cuando conseguimos identificar, ampliar y anclar este tipo de cambios, la terapia se convierte en un proceso mucho más sencillo”

 

En la conversación con el consultante, el terapeuta no se detiene en la pregunta de si acaso es posible el cambio. Antes bien presupone que el cambio ya está ocurriendo y que sólo se requiere identificarlo y ampliarlo aprendiendo a mirar en el lugar correcto: en las excepciones del presente, en las experiencias exitosas en el pasado y/o en las posibilidades que nos ofrece el porvenir.

 

En este sentido, las técnicas de proyección a futuro ofrecen oportunidades inagotables de cambio. Lo único que necesita hacer el terapeuta es traer a la conversación el tema del futuro y lo que va a ser diferente en la vida de las personas una vez que el problema que los llevó a consulta se resuelva. 

 

Lo imperfecto

 

La perspectiva Wabi Sabi tiene presente que “no existe nada que esté libre de errores, cuando nos acercamos a algo podemos observar más defectos que haciendo una visión general. El paso del tiempo hace que se revelen muchos errores de las cosas, porque ellas vuelven a su estado primitivo, y así son más irregulares e imperfectas”. (Unzaga, 2018)

 

La naturaleza de las cosas es predominantemente imperfecta. A igual que la estabilidad, la perfección es mera ilusión. Además, es posible hallar belleza en la fealdad. La belleza para el Wabi sabi es en cierta manera aceptar lo que se considera feo. A fin a esto, el terapeuta que usa el modelo centrado en soluciones invita a los consultantes a reconocer la idea de que “nada es perfecto” 

 

Lipchik (2004), en este sentido, advierte que:

  

“Para los consultantes el cambio implica así mismo la existencia de defectos que preferirían no admitir o revelar cómo terapeutas debemos hacerles comprender que el cambio o el potencial para el cambio puede provocar está angustia y tratar de que acepten sus sentimientos en vez de combatirlos”

 

Se enfatiza también que el mismo proceso de transformación es un camino pedregoso y con imperfecciones que se cristalizan en los retrocesos, atascos y recaídas. Mark Beyebach (2007) propone ayudar a los clientes en el proceso de asimilar estas recaídas basado en la idea de que “no somos perfectos”. Comenta al respecto que:

 

 “La persona que había dejado de beber vuelve a emborracharse un día, o la pareja que llevaba dos meses sin una discusión fuerte llega a la sesión habiendo tenido una tremenda disputa. O quizás la chica que llevaba cuatro meses sin sufrir un ataque de ansiedad vuelve a tener uno. En esos casos, es importante contrarrestar la probable desmoralización de los consultantes y redefinir la recaída como una experiencia terapéutica, es decir, como una forma de aprender más acerca de cómo afrontar exitosamente el problema. Esto permitirá retomar el rumbo del cambio, inmunizar ante recaídas futuras y terminar antes la terapia.”      

 

El enfoque orientado soluciones es un método optimista. Sin embargo, se advierte que un optimismo radical podría llevar a terapeuta y consultante a través de trabajo con el futuro preferido a la búsqueda del “escenario perfecto”. Por ende, es necesario prevenir al cliente del peligro de montarse en el mito del perfeccionismo.    Las preguntas anti-utópicas (Charles, 2007) ayudan al consultante a ajustar sus expectativas a lo que resulta humanamente posible, o sea a la imperfección de las situaciones de a vida y la condición humana. En la pregunta de milagro, el terapeuta orientado a soluciones aborda este tema con cuestionamientos del tipo:

 

-       “Pongamos el caso, papás de Valentín, que él no pudiera cambiar en eso que los trajo ahora aquí, entonces, ¿Qué es lo que ustedes harán en el futuro para sobrellevar esta situación?”

 

-       Sí ese milagro que imaginamos no sucediera exactamente en esa conducta-problema, pero si sucediera en todo lo demás ¿qué será diferente después de ese milagro?”

 

-       Pongamos el caso de que su hijo decide cambiar más adelante. Sí ahora no es un momento qué cosas les ayudará a esperar ese momento en helado caso señora Violeta de que su esposo no quisiera o no pudiera cambiar en eso que los trae por aquí qué es lo que usted hará para que junto con sus hijos sean un poco más felices 

 

De la imperfección, evidentemente, no se escapa ni el terapeuta mismo. En un enfoque en soluciones, la figura de terapeuta es una figura intencionadamente imperfecta. El profesional adopta una postura que es contraria a la de un experto, se asume “estúpido”. Selekman (2005) sugiere una postura similar a la del detective Colombo, un agente de Los Ángeles que resuelve casos de homicidios y se caracteriza por su inigualable voz, su inseparable gabardina y su estilo detectivesco aparentemente despistado.

 

Mark beyebach y Rodríguez Alberto comentan:

 

“… preferimos pensar en terapeutas estúpidos cuya misión es generar conversaciones que faciliten la renegociación de los significados que paralizan a las personas; preferimos un terapeuta más estúpido que va por detrás de los clientes adaptándose a su ritmo; una terapeuta centrada en las soluciones qué trata de facilitar que se amplíen las cosas que ya funcionan”

 

Jorge Ayala, lleva este concepto más lejos y publica su “manifiesto de terapeuta estúpido”. En él declara las diferencias entre un terapeuta experto y aquel que no aspira a la perfección de saberlo o dominarlo todo. La siguiente tabla contrasta sus características:

 

 

Un ejemplo de esta intencionada imperfección se ilustra en un fragmento de viñeta de caso que aparece en “En un origen las palabras eran magia”. Steve de shazer comenta al finalizar la primera sesión: “cuando hablaba de mí utilice la expresión “bicho raro” que ella había empleado para definirse y ahora digo que estoy “confundido” así establezco que ni “bicho raro” ni estar “confundido” me parece necesariamente sinónimos de “malo””.

 

Lo incompleto

 

Este valor espiritual del Wabi Sabi alude a la idea de que “todo el universo en general está en un constante devenir, una constante transformación o por el contrario en una disolución continua. Muchas veces se habla de algo perfecto o completo cuando decidimos que ha terminado una fase o etapa de su vida, pero realmente no podemos decidir cuándo es el fin del ciclo de nada, porque ¿cuándo está una planta completa? cuándo florece, cuándo se convierte en más semillas, cuándo muere y se convierte en abono.” (Unzaga, 2018)

 

El Wabi sabi se centra en la insignificancia del objeto cotidiano, en su apariencia inacabada. La belleza se busca en las cosas que no han llegado a su fin, en las cosas que no han llegado a ser.  

 

Se sabe que, en el proceso de la terapia breve orientada a soluciones, el relato del paciente es incompleto. Al igual que en el arte, en donde el objeto inacabado da la posibilidad al individuo de completarlo en su mente; así el terapeuta centrado en soluciones ve en el discurso incompleto del consultante una oportunidad para realizar preguntas que construyan nuevas narrativas. Si el consultante habla de los problemas, preguntará por las soluciones; si habla de las quejas, preguntará cerca de sus proyectos o sueños; si habla de los déficits, preguntará por sus recursos.

 

En resumen, los clientes que acuden a terapia están centrados en el problema. Su visión de la realidad se orienta al pasado a los errores y a los elementos negativos. No son capaces de ver un futuro de posibilidades ni las excepciones a los elementos negativos.

 

El terapeuta ante la narrativa saturada del problema que presentan los consultantes, emplea, en el trabajo terapéutico, el procedimiento técnico de la deconstrucción como una forma de evidenciar las ambigüedades, las fallas y omisiones en el discurso de consultante. El terapeuta se orienta a tratar de identificar mejorías buscándolas con más detalle o modificando ligeramente la perspectiva.

 

En un proceso centrado en soluciones existen varias opciones para deconstruir el relato inicial del consultante:

 

– Buscar algo más pequeño

«¿Qué va un poco mejor?»

«¿Qué cosas has podido al menos mantener?»

 

– Deconstruir temporalmente

«Así que la primera semana fue fatal... y en estos últimos días, ¿qué ha ido mejor?»

 

– Deconstruir relacionalmente

«Así que para ti no hay nada que haya mejorado. (A otro de los consultantes:) ¿Y tú qué dirías que va mejor?» «Si le preguntáramos a tu mejor amigo, ¿qué crees que diría él que ha mejorado?»

 

– Deconstruir por áreas

«De modo que en el colegio las cosas siguen igual, ¿y en casa?»

 

– Redefinir

«Teniendo en cuenta todas estas circunstancias adversas ¿cómo es que las cosas no han ido peor?»

 

– Cambiar el foco al futuro

«Ya veo que las cosas han ido realmente mal. ¿Dirías que has tocado fondo? (...)Puesto que has tocado fondo, ¿cuál te imaginas que será el primer paso para volver a subir?»

 

– Utilizar escalas

«Dónde estarías de 0 a 10, 0 que nos has visto absolutamente ninguna mejoría, 10 que todo ha mejorado?»    

  

Lo vulnerable

 

Las cosas Wabi-Sabi son expresiones de tiempo congelado, están hechas de materiales que son visiblemente vulnerables a los efectos del tiempo y del trato humano, no se intenta disimular lo desgastado. “Debido al uso y al tiempo registran el sol, el viento, la lluvia el calor y el frío en un lenguaje de oxidación, decoloración, torsión, contracción, marchitamiento, grietas. Las mellas, rozaduras, abolladuras y otras formas de desgaste son testimonio de su uso y abuso. Los materiales frágiles adquieren importancia. Se busca en la tradición y en las cosas provenientes de la naturaleza: el barro, el papel y el bambú tienen más cualidades que el oro y la plata” (Unzaga, 2018). En resumen, las cosas son bellas precisamente porque son frágiles e inconsistentes.

 

En la terapia centrada en soluciones no se evitan los elementos de mayor fragilidad, ni aquellos que nos llevan a experimentar vulnerabilidad. Antes bien, se invita al cliente y al terapeuta a cobrar una mayor conciencia de estos aspectos para facilitar el desarrollo de soluciones. Eve Lipchik (2004) comenta al respecto que:

 

“A veces los clientes están muy alterados emocionalmente y no son capaces de explicar lo que sienten. Es posible que tengamos que ayudarlos a ver más claro antes de que puedan fijarse metas y hallar soluciones, aquí que una advertencia es importante avanzar con lentitud y ser sensibles a las respuestas verbales y no verbales de los clientes. Durante este proceso tal vez su incapacidad para saber lo que sienten haya cumplido una función positiva durante largo tiempo; por ejemplo, la de protegerlos de sentimientos que no podrían soportar. Un repentino levantamiento del velo puede ser más perturbador que útil.”

 

La vida está sujeta a constantes cambios como consecuencia de la complejidad de una red de relaciones que comprende desde la familia nuclear hasta las personas de todo el mundo y de circunstancias tales como las guerras, el clima y los fenómenos astrofísicos, muchos de los cuales se escapan de nuestro control. Son desconocidos y en cambio cualquiera de ellos puede afectar nuestra vida.

 

Bill O´hanlon (2003) propone ante este panorama el reconocimiento y la validación como herramienta terapéutica. Este recurso consiste en:

 

“…reconocer y aceptar como válido todo lo que sucede en nuestro interior y quiénes somos. Reconocerlo significa darnos cuenta de que está ahí y aceptarlo en lugar de intentar liberarnos de ello, esconderlo, analizarlo, juzgarlo. Simplemente dejarlo estar, en lugar de pensar que tenemos que hacer algo con ello. Simplemente reconocer que está ahí, sean cuáles sean las fantasías, los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones o las percepciones que tengamos. Debemos aceptar la tal y como son. No tienen que gustarnos, simplemente debemos aceptar lo que nos sucede, seamos quiénes seamos en lo más profundo de nuestro ser, debemos darnos permiso para ser así”

 

Al final, advierte O´hanlon, no se podría negar la influencia que el pasado ejerce en nosotros, pero nos invita a “no dejar que el pasado escriba la historia de nuestro futuro, ni que nos haga actuar de ningún modo concreto en el presente.  Si reconocemos lo que nos sucedió en el pasado, podemos afrontarlo sin dejar que domine en nuestro presente y en nuestro futuro.”

 

Nos ofrece además un modelo de reconocimiento compuesto de cuatro niveles:

 

1)    Reconocimiento: darse cuenta de que hay un sentimiento, un pensamiento, otra persona, una injusticia social por reconocer.

 

2)    Incluir: hacer sitio a esos sentimientos, a las personas que son diferentes a nosotros, a nuestras contradicciones y otras cosas que forman parte de nuestras vidas.

  

3)    Valoración: reconocer el valor de los sentimientos, los pensamientos, las personas, es decir, poder encontrar lo bueno y lo que aportan a nuestra vida.

 

4)    Adopción: Dar a la bienvenida a os sentimientos, pensamientos y personas que antes detestábamos o evitábamos. No nos resistimos a fracasar, por ejemplo, porque si no fracasamos no podremos aprender nada nuevo ni tener éxito.             

 

Lo irregular

 

La regularidad es un rasgo esencial del gusto tradicional japonés. Las cosas Wabi-sabi son indiferentes al buen gusto convencional, nos ofrecen otro tipo de soluciones. A menudo las cosas Wabi-sabi son de formas raras desiguales, muestran los efectos de un accidente como un cuenco roto pegado de nuevo o puede mostrar resultado de dejar que las cosas ocurran por casualidad, no se buscan formas geométricas perfectas. Las leyes de la forma y la configuración son más diversas, como decía el matemático Benoit Mandelbront en 1980: “la geometría fractal de la naturaleza aporta otra geometría para describir las formas y texturas irregulares como tenue, granulado, enmarañado, rugoso arrugado, etc.”

 

La preferencia por la asimetría constituye uno de los principios de la expresión artística japonesa según estas normas estéticas la simetría es una invención de la cultura contra la naturaleza donde nada es regular.

 

Al igual que el maestro zen que se queda perplejo ante la forma irregular de una rama, el terapeuta centrado en soluciones es capaz de contemplar lo irregular en el discurso del consultante. Si la realidad es el lenguaje y el lenguaje es la realidad, entonces el lenguaje, al igual que la realidad se nos presenta siempre de manera incompleta. El lenguaje o la narrativa está sujeta a cambio mediante el intercambio y acuerdo en nuestras interacciones debido a este carácter incompleto de lenguaje y de la realidad.

 

Steve de shazer comenta que “en términos sencillos nada ocurre siempre nada es siempre lo mismo”.  Eve Lipchik, por su parte, describe que los clientes por lo general perciben su situación como totalmente negativa y no tienen conciencia de las excepciones y de sus propios recursos.

 

De Shazer nos recuerda que toda regla tiene su excepción: nada es regular. “En términos sencillos- reflexiona- nada ocurre siempre nada es siempre lo mismo, pero puesto que los clientes ven a las quejas con ese carácter consideran que las excepciones son hechas totalmente exteriores al motivo de la queja y no soluciones potenciales el terapeuta tiene que advertir cada una y todas las excepciones que puedan ser útiles para la construcción de tareas”

 

A demás nada es completamente negativo. Lipchik (2004) advierte que:

 

“Por lo general nuestros clientes perciben su situación como totalmente negativa y no tienen conciencia de las excepciones ni de sus propios recursos. Dicen cosas como «Tengo que librarme de mi angustia», sin darse cuenta de que sentir un poco de angustia es ventajoso en muchas situaciones. Como terapeutas, también nosotros solemos pensar las cosas en términos excluyentes entre sí. De este modo, cuando los clientes nos plantean situaciones que implican al mismo tiempo pérdidas personales, mala salud, dificultades económicas y problemas legales, como a veces sucede, este supuesto nos lleva a pensar: «Sí, pero ¿qué les ha permitido seguir adelante y cómo podemos preservarlo y tomarlo como base?».”

 

El terapeuta orientado a soluciones se aleja de adoptar un enfoque centrado en lo normativo o lo regular. Se inclina por un método “naturalista” ya que considera firmemente que las personas tienen en su propio interior o en su sistema social las capacidades naturales necesarias para superar dificultades y resolver problemas. Por ende, el profesional no intenta “enseñar” algo a los pacientes o proponerles “maneras” adecuadas de comportarse, si no que se interesa en suscitar capacidades naturales.

 

Otra forma de apreciar o irregular en el modelo centrado en soluciones es a través del supuesto de que "problema" y "solución" son categorías discontinuas. Sobre esto comenta Beyebach (1999):

 

“Es decir, dos personas que acuden a terapia con una queja similar (y que por ejemplo podrían ser diagnosticadas por un psiquiatra como depresivas) pueden generar soluciones muy diferentes al final de la terapia (por ejemplo, una dedicándose más al trabajo y ampliando su círculo de amistades; otra centrándose más en la familia y siendo más selectiva con sus amigos). Y a la inversa: puede haber soluciones muy similares para "casos" muy distintos (p.ej. una familia que acude con un miembro que sufre una enfermedad física crónica puede plantear objetivos y desarrollar líneas de acción muy similares a los que propone una chica tartamuda).”

 

 Al respecto, Steve de Shazer (1988) ha usado una metáfora: “para abrir una puerta no es necesario tener una llave que se corresponda exactamente con la forma de la cerradura, sino que es suficiente con usar una ganzúa que abra el mecanismo”     

 

Lo simple

 

La simplicidad está en la esencia de las cosas Wabi-Sabi. Según Leonar Koren (2020), lo simple queda mejor definido como el estado de gracia al que llega una inteligencia sobre modesta y sinceramente sensible. Henry David Thoreau (en Unzaga, 2018) menciona que “a medida que simplifiques tu vida las leyes del universo serán más sencillas, la soledad no será la soledad, la pobreza no será la pobreza, ni la debilidad será la debilidad.”

 

Wabi sabi significa deshacerse de los superficial, de lo innecesario, de lo decorativo. La simplicidad permite descubrir y mostrar la verdadera esencia de una cosa. Las cualidades de una cosa son el medio para transmitir su razón de ser, es decir, su esencia. Por ello cuánto más sencillo es el medio mejor se percibe su verdadero significado.

 

De la terapia centrada en soluciones se ha dicho que es un enfoque minimalista debido a su inclinación por la simplicidad. A respecto, Steve de Shazer (1994) puntualiza: 

 

“Hemos descubierto que la idea de que solo se necesita un cambio pequeño y de que por lo tanto solo es necesaria una meta pequeña y razonable, facilita el desarrollo de una relación cooperativa entre terapeuta y cliente. Una diferencia principal entre la terapia breve y otros modelos reside en la idea de que por más tremenda o compleja que sea la situación, un pequeño cambio en la conducta de una persona puede generar diferencias profundas y de largo alcance en la conducta de todas las personas involucradas”

 

Debido a que las partes de un sistema están interconectadas, los pequeños cambios desencadenan otros mayores tal como si fuera un efecto avalancha o efecto dominó. Por tanto, es preferible que el terapeuta “mantenga simple” el proceso de terapia. Al respecto Beyebach (2007) comenta:

 

“Que tratemos de intervenir de forma terapéutica desde el primer momento no significa que desde el principio pretendamos provocar grandes cambios. Al contrario, en terapia breve tendemos a utilizar la «navaja de Ockham» (De Shazer, 1991), eligiendo siempre la opción más simple a la hora de interpretar la conducta de nuestros consultantes y a la hora de elegir cómo intervenir. Es más sencillo pensar que alguien no ha venido a la entrevista concertada porque se le ha olvidado que interpretar que está boicoteando la terapia o intentando controlar el encuadre terapéutico. Es más simple proponer una tarea al final de la sesión que proponer dos; dar una sugerencia directa que proponer un ritual paradójico; aprovechar lo que los clientes ya hacen bien que intentar enseñarles nuevas habilidades, etcétera.”

 

Lipchik (2004) cree que, aún en problemas atemorizantes, la estrategia del mínimo cambio resulta preponderante. Acerca de esto escribe:

 

“La conciencia de la certeza respecto de esta incertidumbre combinada con la confianza en los recursos intrínsecos de los clientes ayuda al terapeuta centrado en la solución a mantener una actitud esperanzada a pesar de las dificultades que estos mencionan. Así cuando nos sentimos abrumados por el relato de un cliente y tan dubitativos como éste respecto de lo que se debe hacer, el primer paso es tener en cuenta que el cambio es inevitable y el segundo comprometerse con el cliente a hacer algo, por pequeño que sea, que a su juicio marque la diferencia en una situación que parece irremediable abrumadora. Un pequeño pasó puede generar una sensación de control hasta entonces ausente. La decisión de tomar medidas, aunque se trate de algo de poca importancia, puede percibirse como el fin de un estancamiento total o difundir esperanza”

 

Conclusiones

Se han revisado en este escrito algunas de las principales características del modelo de terapia breve centrado en soluciones a la luz de la perspectiva filosófica Wabi Sabi. Se concluye que el enfoque orientado a soluciones puede apreciarse y fundamentar su práctica desde valores espirituales (la idea del cambio constante, la aceptación de la imperfección y la búsqueda de lo incompleto) y cualidades materiales (la tendencia a lo vulnerable, lo irregular y lo simple) propios de este sistema oriental.       

  

Fuentes:

Ayala, Jorge (año desconocido) https://www.yumpu.com/es/document/read/14405240/manifiesto-del terapeuta-estupido

Beyebach, Mark (1999) en en Navarro Góngora, A. Fuertes y T. Ugidos, ed. Intervención y Prevención en Salud Mental. Salamanca: Amarú

Beyebach, Mark (2007)  24 ideas para una psicoterapia breve. Herder. 

Charles, Ruperto (2007) Terapia breve sistémica en soluciones para parejas y padres. Cree-Ser.

de Shazer, Steve. (1994) Claves para la solución en terapia breve. Paidós. Barcelona

de Shazer, Steve (1999) En un origen las palabras eran magia. Gedisa, Barcelona.

Koren, Leonard (2020) Wabi Sabi para Artistas, Diseñadores, Poetas y Filósofos. SD Edicions.

Lipchik, Eve (2004) Terapia centrada en la solución: más allá de la técnica. Amorrortu. Buenos Aires.

Navarro, Tomás (2019) Wabi Sabi: aprender a aceptar la imperfección. Planeta. Barcelona.

O´hanlon, Bill (2003) Pequeños grandes cambios. Paidós. Barceona

O´hanlon, Bill (1990) En Busca De Soluciones. Un Nuevo Enfoque En Psicoterapia. Paidós. Barcelona.

Selekman, M. (1996) Abrir caminos para el cambio. Gedisa, Barcelona. 

Unzaga, Leire (2018) Wabi Sabi. La estética de lo evanescente. Escuela técnica superior de Arquitectura de Madrid.