En
esta entrada se describen los principales patrones interpersonales que presentan
las familias que enfrentan problemas por consumo de alcohol y drogas. En un
primer apartado se abordan las diferentes manifestaciones de tensión familiar
en los problemas de consumo de sustancias para continuar con la descripción de
una propuesta de análisis a partir de una mirada sistémica que permita
identificar pautas o bucles de interacción y la construcción de intervenciones
en un contexto clínico de acompañamiento familiar. Finalmente se presentan 5
patrones interpersonales problemáticos y 3 patrones interpersonales de solución
comunes en familias con un paciente con problemas por consumo de sustancias.
Familias y consumo de alcohol y drogas
En
las familias que presentan problemas de consumo excesivo de alcohol o alguna
droga cada uno de los miembros responde o reacciona ante ellos de manera
natural y de forma diferente buscando una solución con la intención de
disminuir la tensión que genera una situación de esta índole. Las interacciones
entre los familiares y el paciente identificado ocurren de manera cíclica, lo
cual mantiene o refuerza la conducta alterada en el paciente y cierta causalidad
circular que conecta las acciones y reacciones de los miembros de la familia.
Las
pautas están determinadas tanto por los propios sentimientos, creencias y
actitudes acerca de consumo (dependiendo del tipo de droga y de la relación que
guarde con el usuario de sustancias), como por la percepción cultural que se
tiene de las sustancias y del concepto de rol de género en cuanto al rol del
género (por ejemplo, la mujer tiene a asumir al consumo del hombre como algo
natural, algo que hay que tolerar y soportar por el solo hecho de que se trata
de un hombre)
Las
manifestaciones de tensión más comunes entre los miembros de la familia donde
existe un problema de alcohol y drogas (Natera y otros, 2009) son las
siguientes:
Tensión familiar |
Descripción |
Descuidos y
perturbaciones en la familia |
La dinámica familiar
puede verse alterada por el consumo del PI lo cual provoca que sus miembros
tengan actitudes desconcertantes para el resto de la familia como pueden ser
falta de atención hacia otros problemas, descuido de sus actividades
personales, falta de comunicación entre los miembros de la familia, de atención
hacia las necesidades personales y familiares de convivencia dificultades
económicas y laborales provocadas por el consumo excesivo. |
Cambios de humor y
agresiones |
Se refiere a las
respuestas emocionales de cada miembro de la familia manifiesta como son
cambios repentinos de ánimo, enojo, aislamiento, actitudes retraídas, depresión,
abatimiento, desesperación, reacciones explosivas, violencia, golpes,
actitudes de indiferencia y todas aquellas manifestaciones individuales que
alteran la estabilidad emocional de la familia. |
Suspicacias,
preocupaciones e incertidumbre |
El consumo de PI
tiene repercusiones al interior de la familia. Genera que sus miembros tengan
la tendencia a sentir desconfianza, preocupación e incertidumbre acerca del
futuro. |
Cambios de los
sentimientos hacia el paciente identificado |
Ante el patrón del
consumo del usuario y su comportamiento, los miembros de la familia pueden
experimentar confusión en sus sentimientos hacia él, tales como resentimiento
no o lástima, coraje, menosprecio, odio, reproche, crítica, etc. |
Incertidumbre acerca
de cómo actuar con el PI |
Debido al consumo y
al tipo de comportamiento del PI, la familia se pregunta constantemente qué
hacer y cómo tratar al paciente identificado. |
Limitaciones sociales
aislamiento y falta de apoyo |
A consecuencia de los
problemas del uso de alcohol o drogas la familia puede exponerse a actitudes
de crítica rechazo o desaprobación de los demás; situación que propicia el
aislamiento de los miembros de la familia tanto en el interior de ésta como
de su entorno social lo que les provoca un sentimiento de falta de apoyo. |
Patrones interpersonales en Terapia Breve
Sistémica
Con
frecuencia se vuelve difícil definir objetivos ya que los consultantes a)
ignoran el problema, b) describen un problema donde no hay o c) intentan
solucionarlo a un nivel inadecuado. Cuando esto ocurre conviene utilizar un
interrogatorio circular que permita identificar patrones interpersonales
problemáticos, redefinir el problema y con ello objetivos viables.
La
estrategia consiste en identificar patrones interpersonales problemáticos. Esta
técnica se basa en la idea de que la comunicación entre los miembros de un
sistema presenta una tendencia homeostática, es decir, que generan ciclos recursivos
de patrones interpersonales que tienden a autoperpetuarse y, al ser
disfuncionales, mantienen los síntomas. El propósito es bloquear la secuencia
de conductas para que los clientes pueden generar otras alternativas de
comportamiento que les acerquen a las soluciones.
Para
trabajar con el patrón interpersonal problemático es preciso tomar en cuenta
los siguientes principios básicos:
- Los individuos, parejas y familias siempre
son observadas desde un punto de vista relacional e interaccional, dónde
los problemas psicológicos/psiquiátricos son el producto de una secuencia
circular y no de un pensamiento lineal causa-efecto, es decir, los
problemas provienen de intercambios disfuncionales del pasado y/o del
presente entre cada uno de los miembros del sistema.
- La familia, pareja y contextos más
próximos, siempre que sea posible son clave para el tratamiento, ya que
pueden ser parte del problema y de la solución.
- Se intervine sobre los patrones
disfuncionales de interacción y comunicación familiar y de pareja, a fin
de modificar o construir nuevos modelos de relación más sanos, sin que la
sustancia alcohol este presente.
- A diferencia de otros modelos
psicológicos, desde el abordaje Sistémico, se plantea que no es
imprescindible que la familia tenga que esperar hasta que el alcohólico/a
decida acudir al tratamiento, se puede empezar a trabajar con ella, a
partir del sufrimiento que provoca el consumo en la interacción familiar,
dónde ya no se tolera más dicha situación.
El
método consta de 3 pasos:
1.
Identificar el sistema de conductas y significados que se retroalimentan. Es
posible realizarlo a partir de la descripción de la queja: ¿Pueden darme un
ejemplo de la vez más reciente en donde se presentó el berrinche (se comportó
agresivo, los limitó la incomunicación, apareció el problema, etc.)?
2.
Detallar la secuencia (como si fuera una grabación o película). La finalidad es
construir una descripción circular paso a paso del problema o queja. Cada paso
se compone de cuatro elementos: Emoción: ¿qué sintió?, Cognición: ¿Qué pensó? y
Conducta: ¿Qué hizo? y relación: ¿Qué efecto tuvo en los demás?, ¿Cómo
reaccionaron los demás?
3. Intervenir:
a)
Redefiniendo una parte de la secuencia para alterar su significado.
b)
Proponiendo una tarea (experimentos) que modifique alguna de las conductas
implicadas en la secuencia.
En
resumen, para hacer el plan de acción se requiere identificar y definir
estrategias que han sido más útiles para disminuir la tensión familiar,
incorporar nuevas formas de enfrentamiento que pueden ser útiles desde el punto
de vista del familiar e involucrar a otros miembros de la familia en el plan de
acción.
Patrones interpersonales problemáticos (basado en Natera, G. Tiburcio, M. Mora, J. Orford, J.,
2009)
Patrón de agresión
Se
caracteriza por la expresión de emociones de una manera directa y frontal por
parte del familiar hacia el paciente identificado, por ejemplo, iniciar discusiones con él acerca del consumo
del alcohol o de las drogas, amenazar,
llorar, suplicar acusar, etc. Implica una pérdida de control emocional del
familiar que actúa de forma impulsiva y a menudo recurre a las agresiones
físicas y verbales. Otro ejemplo puede
ser el de acusar al PI de no amar al familiar o de decepcionarlo. Aunque este
patrón puede beneficiar el que el familiar actúe de manera natural y expresar
lo que siente en el momento de la explosión y, por ende, sentir alivio porque
le permite liberar la tensión que le produce la situación, la desventaja es que
el familiar se siente culpable después de la explosión, al pensar que él mismo
con sus reacciones propicia el consumo del paciente identificado. Además, se
desgasta emocionalmente la relación entre el familiar y el PI.
Con
este tipo de reacciones pueden obtener resultados contrarios a los que se
esperaba y pueden generar mayor violencia tanto en el usuario como en otros de
la familia involucrados en ese momento lo cual puede afectar principalmente a
los más pequeños de la familia.
Patrón tolerante
Los
miembros de la familia presentan una postura y conductas de tolerancia las
cuales protegen al paciente identificado de las consecuencias negativas de su
consumo de alcohol y drogas. Con esas acciones y actitudes el familiar tiende a
disculpar y encubrir la conducta de PI. El miembro de la familia trata de que
las cosas se vean normales fingiendo que “todo está bien”, cuando no es así;
negando la existencia del problema. Algunas de las acciones más comunes de la
tolerancia del familiar consisten en darle dinero al usuario sabiendo que lo gastará
en alcohol o droga, atenderlo y cuidarlo cuando está bajo los efectos de la
sustancia. También se incluyen acciones de sacrificio por parte de algún
familiar, por ejemplo, beber o tomar drogas con el usuario o bien asumir sus responsabilidades.
La ventaja que perciben los familiares es la de evitar discusiones. La vida
familiar es aparentemente menos tensa; de esta manera se cree que ayuda a crear
ambientes sin conflicto. Sin embargo, el familiar puede sentir que abusan de
él. Los familiares pueden sentir que no están enfrentando el problema y que
contribuyen a mantener el consumo excesivo.
Patrón evitativo
Se
refiere a las acciones, deseos o intenciones del familiar que tiende a
establecer distancia física y emocional en relación con el paciente identificado.
La familia trata de actuar como si el usuario no existiera. Actúa deliberadamente
frío y distante con el PI a quién ignora, trata de no hablarle y le pide que
vaya de la casa. En ocasiones el familiar evita la presencia del PI
permaneciendo en diferentes habitaciones o bien alejándose de la casa por
periodos cortos o largos. El beneficio de este comportamiento es que puede
ayudar a los familiares a sentir menos tensión y dotar de una sensación de control. Sin embargo, la desventaja es que el paciente
identificado experimenta cada vez mayor aislamiento en lugar de ayudar a
reducir el consumo de los este se puede agravar y contribuir a obtener una
sensación de desunión familiar.
Patrón de control
Se
trata de una serie de acciones del familiar para tratar de controlar la
naturaleza y las consecuencias del consumo del paciente identificado. Consiste,
por ejemplo en alentarlo a hacer una manda o prometer que no va a consumir
drogas o alcohol, en tratar de controlar su dinero guardándolo o dándoselo por
semana o pasar mucho tiempo pensando en formas de controlar el consumo del PI (tirarle
las botellas o las drogas, buscar entre sus cosas, etc. Es común, también, que
se mantenga una cuidadosa observación de las actividades del PI, vigilarlo,
evitar dejarlo solo, permitir que beba o consuma droga solo en casa o
involucrar a la policía en la búsqueda del PI o de los proveedores de droga.
Estas acciones ayudan al familiar a sentir que hace algo positivo y que existe
alguna esperanza para el cambio. Sin embargo, entre las desventajas está en que
puede causar resentimiento en el PI y puede no ser eficaz para controlar el
consumo. El familiar trata de controlar la conducta del PI pero resulta
demasiado estresante y muy frustrante cuando sus esfuerzos no funcionan.
Patrón de parálisis
Se
refiere a la forma de enfrentar que indica una falta de acción del familiar
ante el consumo del paciente identificado. El familiar no hace nada ya sea por
el temor que produce la reacción del usuario o porque no quiere involucrarse en
el problema y prefiere no hacer nada ni por el PI ni por sí mismo. El familiar
trata de mostrarse indiferente, pero se siente demasiado asustado y sin
esperanza para intentar algo. Existe una resignación pasiva del familiar ante
el problema. Los miembros del sistema perdieron todas las esperanzas de que el
PI cambie y aceptan la situación como una parte inamovible de la vida. Este patrón puede ser una forma de enfrentar
más realista que otras y ayudar a los familiares a ser más independientes. Sin
embargo, los familiares siguen sintiéndose descontentos por la situación y
también pueden sentir que no hacen nada por ayudar a cambiar la situación.
Patrones interpersonales satisfactorios
Patrón asertivo
El
familiar expresa al paciente identificado de manera tranquila y abierta una
posición hacia el consumo, aclarándole que no está dispuesto a tolerar. Las
acciones más comunes de este tipo de enfrentamiento consisten en hacer razonar
al usuario tratar de hacerle ver las cosas y poner límites firmes a través de
una comunicación tranquila y directa, por ejemplo, puede aclararle que no está
dispuesto a aceptar esta situación y que debe cambiar su consumo. Si no cambia lo
abandonarán o bien se tendrá que irse de la casa. Así mismo el familiar trata
de involucrar a otros miembros de la familia por medio de reuniones para
discutir la situación. Los beneficios de esto es que da a la familia la sensación
de que no se resignan a la situación y que no se dejan manipular. Es un método
más eficaz para ayudar al usuario a cambiar que el patrón de intentar controlar
su consumo o intentar su control directo. El paciente identificado, sin
embargo, no siempre reacciona favorablemente y el familiar puede sentir que
correr el riesgo de alejar al usuario o de perderlo.
Patrón de apoyo
Son
aquellas acciones del familiar encaminadas a apoyar de forma directa al paciente
identificado para modificar los hábitos de consumo o bien impulsarlo para
alcanzar propósitos personales y proporcionarle diferentes alternativas de
interés que no se relacionen con el consumo o platicar con tranquilidad con él.
Tratar de mantener una relación armónica y de confianza e impulsarlo en la
búsqueda de tratamiento son algunas de las acciones más representativas de este
tipo de afrontamiento. Estas acciones pueden ser una ayuda más eficaz para que
el usuario cambie en lugar de los intentos directos para controlar su consumo.
A demás, hace sentir a sus familiares que no rechazan al paciente identificado.
La desventaja es que resulta difícil que los familiares sepan cuando apoyar y
cuando están siendo protectores y tolerantes en exceso y si el PI no responde a
las expectativas de los familiares pueden sentir que en realidad pierden su
tiempo.
Patrón independiente
Consiste
en realizar acciones encaminadas a fortalecer el bienestar del familiar, por
ejemplo, estar más interesado por sus propias necesidades, no descuidar las
actividades personales por estar pensando en el PI, salir con amigos, hacer
deporte, salir de paseo, continuar con los planes personales, interesarse por
su salud y asistir a terapias, esforzarse por mantener las rutinas familiares,
como paseos y comida, no esperar que el usuario les dé permiso para salir o
hacer cosas, etc. Los beneficios de estas actitudes es que ayudan al familiar a
manejar la tensión y la ansiedad y puede proteger a otros miembros de la
familia al evitar que sean absorbidos por la preocupación de acabar con el
consumo del paciente identificado. Sin embargo, los familiares, pueden sentir
que están rechazando o excluyendo al PI y también pueden sentir que no hacen
todo lo posible por ayudarlo.
Conclusiones
Hasta
aquí se han descrito 7 patrones interpersonales comunes en familias que
afrontan problemas por consumo de alcohol y drogas de alguno de sus miembros. De
acuerdo a lo mencionado, se puede inferir que si la familia acude a solicitar
tratamiento y se presenta la queja (problema) de atención por consumo de
sustancias, el/la terapeuta se podrá centrar en el problema y valorar junto con
el paciente y/o la familia la determinación de los objetivos que se desean
alcanzar, definidos en términos claros, precisos y a corto plazo. Desde esta
perspectiva sistémica se evita cualquier tipo de etiqueta hacia la persona que
consume sustancias psicoactivas. finalmente, la terapeuta puede analizar los
patrones de conductas problemáticas, formular un plan de intervención para
generar cambios, tratando de interrumpir los diferentes intentos de solución
que pudieran estar reforzando el problema, así como de modificar la secuencia
interaccional en la que se manifiesta el uso de sustancias psicoactivas
(síntoma).
Azar
de Sporn (2010) Terapia sistémica de la resiliencia. Paidós. Buenos Aires.
Natera,
G. Tiburcio, M. Mora, J. Orford, J. (2009). Apoyando a familias que enfrentan
el consumo de alcohol y drogas. Intervención comunitaria en adicciones y salud
mental. México: Ed. PAX, Instituto Nacional de Psiquiatría.
Natera,
G., Medina, P., Callejas, F., Juárez, F. y Tiburcio, M. (2011). “Efectos de una
intervención a familiares de consumidores de alcohol en una región indígena en
México”. Salud mental, 34, 195-201
O´Hanlon,
Bill y Weiner Davis, M. (1990) .En busca de soluciones. Un nuevo enfoque en psicoterapia.
Paidós. Barcelona
Selekman,
M. (2009) Abrir caminos para el cambio. Gedisa,
Rodriguez-Arias,
José Luis. (2006) Terapia familiar breve. Editorial CCS,