En
esta entrada se presentan una serie de ideas para ajustar la terapia breve
sistémica al trabajo con población infantil y sus familias. Para ello se
introduce con una serie de supuestos que permiten identificar la perspectiva
acerca del niño, del progenitor y del terapeuta que se adopta desde el modelo
de la terapia breve familiar. En un segundo momento se describen las etapas del
proceso terapéutico y las variaciones técnicas para adaptarlas a problemáticas
infantiles.
El niño, sus papás y su terapeuta
A
continuación, se presentan una serie de supuesto que orientan la intervención
con niños y sus familias desde el modelo de la terapia breve sistémica:
El niño en la terapia breve sistémica
•
Los niños son interlocutores tan válidos como los
adultos
•
Los niños tienen una
gran capacidad de resiliencia
•
A los niños les gusta
hablar de lo positivo y los recursos
•
El mundo infantil está
cargado de fantasía y pensamiento mágico
•
El juego es el vehículo
de comunicación del niño
•
El juego en los niños tiene
efectos terapéuticos
Los papás en la terapia breve sistémica
·
Los padres quieren lo mejor para sus hijos
·
Los padres de familia son únicos
·
Los padres cuentan con recursos para ayudar a sus hijos a
resolver sus problemas
·
Los problemas se mantienen por los intentos de solución
fallidos llevados a cabo por los papás
·
Los adultos a cargo pueden ser un equipo para la crianza
y el afrontamiento de las dificultades
·
Los padres pueden desarrollar habilidades parentales que
faciliten la resolución de problemas
El terapeuta sistémico frente al niño y su familia
Blundon y Schaefer (2012) sostienen que existe
evidencia de características personales (como la paciencia, la flexibilidad y
el amor a los niños) que necesitan todos los terapeutas para trabajar con
población infantil. Con respecto a las características de un “buen” terapeuta
de juego mencionan la empatía, calidez y autenticidad, interés genuino,
aceptación incondicional y sensibilidad hacia el niño, la capacidad para crear
un sentido de seguridad, confianza en el niño para llevar el curso de la
terapia de forma gradual y natural, y la creencia honesta de que el niño es
capaz de resolver sus problemas.
Además,
el terapeuta que trabaja con niños debe desarrollar la capacidad para sentirse
cómoda en las sesiones con niños y sus padres, de modo que esté preparado para
establecer una relación directa con el niño en un sistema terapéutico que
incluye a sus padres.
Objetivos de la TBS con niños y sus
familias
·
Devolver poder y
agencia a los padres
·
Desculpabilizar a los
miembros de la familia
·
Involucrar a los padres
en las soluciones
·
Modificar patrones de
interacción problemáticos
·
Incrementar patrones de
interacción satisfactorios
Etapas del proceso de la TBS para
problemas infantiles
El proceso terapéutico, tal y como se desarrolla en base
al modelo de la TBS, tiene una serie de tareas clínicas o etapas diferenciadas
que, aunque pueden solaparse, permiten explicar el trabajo con los
consultantes. Cabe mencionar que la distinción que se establece entre las
diferentes del proceso es solo explicativa, ya que en la práctica en ocasiones
resulta poco nítida la distinción entre las fases y sus efectos.
Para exponer mejor el desarrollo del proceso de la TBS en
su aplicación a niños y sus familias, podemos esquematizar las etapas de la
siguiente manera:
1. Mercadotecnia
del terapeuta.
En esta etapa el terapeuta toma decisiones acerca de cómo
publicitarse, de cómo presentar una imagen que genere confianza y credibilidad
en la comunidad. Esta etapa comprende las acciones enfocadas a crear mecanismos
de promoción, las estrategias publicitarias y crear una plataforma de redes
para la derivación.
2.
Enganche e involucración.
Esta etapa se refiere al primer contacto y la iniciación
de la relación y alianza terapéutica con el niño y su familia. En esta fase de
apertura de la terapia, el objetivo será crear una relación personal que se
caracterice por el contacto, la confianza y la sugestión positiva que permita
involucrar y adherir a la familia al proceso de terapia.
En lo que respecta al primer contacto, es decir a la comunicación inicial entre el terapeuta y el consultante
(generalmente el progenitor más involucrado) anterior a la primera sesión se
puede sugerir que el terapeuta:
–
Convoque a los más miembros del sistema posibles y luego
administrar la participación de los miembros.
–
Comunique que la participación de los padres es un
requisito de la terapia.
–
Explique que la terapia se da a varios niveles, es decir
que se puede trabajar de forma conjunta, por subsistemas y a nivel individual
con el menor.
–
Explique el cambio sistémico
–
Comente que “No convocamos a los que están involucrados
en el problema, sino a los que pueden estar involucrados en la solución”
Otro tema a tomar en cuenta es el del encuadre que representa el momento en que se recibe a los consultantes
en la primera entrevista, se brinda información sobre qué va a suceder en la
entrevista, se establecen las reglas que van a organizar la sesión y terapia y
se negocian posibles dificultades y objeciones que puedan plantear los
participantes. Para un mayor ajuste se sugiere en el encuadre con niños y sus
familias:
·
Explicar al niño que es un psicólogo y cómo trabaja un
terapeuta
·
Invitar al niño a explorar el consultorio
·
Mostrar notas y familiograma o que participen en la
elaboración de ellas.
En los primeros momentos de la terapia resulta útil
marcar una etapa social. En palabras de Steve de Shazer podríamos definir esta
fase como aquella en la que el terapeuta “evita en lo posible todo examen de
los motivos que llevaron a la familia a solicitar la terapia, centrándose en
cambio en su contexto social”. Se sugiere aprovechar esta etapa para conocer al
niño al margen del problema iniciando para ello conversaciones que permitan
separar al menor del problema al promover mensajes del tipo de “el problema es
el problema” o “tú eres mucho más que el problema”. Los temas que se pueden
abordar son variados, por ejemplo: talentos, cualidades, pasatiempos,
personajes favoritos, rutinas, mascotas. Se abordan a través de preguntas
relacionales (¿A qué otro miembro de la familia le gusta el futbol?), uso del
humor (¿Por qué no trajeron a su mascota a la terapia familiar?), uso del “Yo
Terapeuta” (Chócala, yo también le voy a las Chivas del Guadalajara).
Otra consideración importante
para lograr un enganche e involucramiento del niño y su familia es el
tratamiento del lenguaje. Se sugiere que el terapeuta:
·
Vaya de lo sencillo a lo
complejo, al abordar los temas de la terapia
·
Realice preguntas cerradas y
con opciones en un principio para después abordar preguntas abiertas
·
Introduzca expresiones y
analogías de sus aficiones
·
Incluya el lenguaje visual y
corporal
·
Utilice un lenguaje
externalizador, que permita separar al niño del problema y lo invite a
afrontarlo con ayuda de sus familiares.
Por último, debido a que los
periodos de atención son más cortos en los niños comparado con los de los
adultos, es recomendable que las sesiones de terapia no se alarguen.
3.
Definición de metas.
Esta etapa comprende la indagación focal de la
problemática presentada, el acuerdo sobre los objetivos de la terapia y una
descripción de lo que mantiene el problema (diagnóstico relacional). Los retos
en este período son dos: por un lado, ayudar al niño y su familia a definir una
meta en la cual van a trabajar como algo que pertenezca a su área de
influencia, en términos de lenguaje y planteado en términos de sus
posibilidades de acción; por otra parte, identificar los patrones
interpersonales problemáticos que permitan redefinir el problema y replantear
objetivos manejables.
Una de las dificultades a las que el terapeuta que
trabaja con niños y sus familias se puede enfrentar en esta etapa es la de la
disparidad en los objetivos planteados por los miembros de la familia. Padres e
hijos suelen tener perspectivas contrarias. A fin de superar este escollo en el
proceso de la definición de metas se sugiere que el terapeuta pruebe alguna de
las siguientes estrategias:
·
Redefinición del problema. El terapeuta plantea una nueva
definición del problema en términos de relación o en términos de habilidades
por desarrollar.
·
Externalizar el problema. El terapeuta emplea la metáfora
del problema como ente separado al niño y a su familia y los invita a formar un
equipo para combatirlo.
·
El terapeuta mediador. El terapeuta facilita un proceso
de negociación y acuerdos mediante el fomento de la clarificación de la
comunicación y la escucha empática entre los miembros de la familia.
·
Trabajar con más de un objetivo. A la par que se realizan
esfuerzos por alcanzar la meta planteada por el menor, se trabaja con la meta
planteada por los padres de familia.
4.
Impulsar y motivar el cambio.
Esta etapa comprende la programación terapéutica y las
estrategias de cambio. Teniendo en cuenta que la TBS consiste en disminuir los
intentos inefectivos de solución, así como incrementar los patrones de solución
saludables, queda claro que el objetivo terapéutico en esta etapa se realiza a
través de dos acciones fundamentales: los comentarios reencuadrantes
(intervenciones dirigidas a cambiar el significado, la percepción o la forma de
ver las interacciones) y la asignación de tareas (intervenciones dirigidas a
modificar la interacción misma o la conducta perceptible).
El trabajo con niños y sus familias no dista mucho del
trabajo con adultos en lo que respecta a las estrategias generales en terapia
breve sistémica: La búsqueda de excepciones y la prescripción de directivas. Lo
que varía es la forma en que se presentan estas estrategias adecuadas al lenguaje
y características del mundo infantil. La siguiente tabla revisa las principales
adecuaciones al abordar algunas técnicas de la estrategia de la búsqueda de
excepciones:
Técnica |
Objetivo |
Variaciones |
Excepciones |
Ayudar al niño a identificar los momentos en que logra vencer al
problema. |
Explorar éxitos del pasado del niño Traspolar habilidades de otras áreas de competencia en el niño La libreta de las cosas buenas Ritual de “hoy me gusto de ti” para padres y maestros Aprender una habilidad para derrotar al problema |
Proyección a futuro |
Ayudar al menor a visualizar soluciones hipotéticas para sus problemas y
animarle a que las lleve a la acción. |
La nave del futuro La varita mágica Dibujo de la familia y ¿Cómo te gustaría que fuera tu familia? Haz una lista de las cosas que vas a empezar a hacer El deseo de las velas del pastel Los tres deseos ¿Cómo lo resolvería mi personaje favorito? Nombra 10 cosas que te ayudarán a… |
Escalas |
Ayudar al niño a segmentar en pasos pequeños las acciones para lograr su
objetivo en terapia, facilitando su avance paulatino y el reconocimiento de
sus logros. |
Realizar una escala con las manos, simulando con cada dedo los escalones
para lograr su meta. Dibujar una escalera al éxito, en donde el niño pueda escribir en cada
escalón las acciones que llevará a cabo. Dibujar una montaña y simular que el niño es un alpinista que escala
hasta llegar a la meta. |
Para
una revisión más detallada del uso del juego en la terapia breve centrada en
soluciones aquí.el juego en la TBSo
En
lo que respecta a la prescripción de tareas se recomienda adecuarlas al
lenguaje del niño, incluyendo sus intereses y talentos. Otras sugerencias a
tomar en cuenta por los terapeutas de niños y sus familias pueden ser:
·
Incluir un elemento secreto a fin de reforzar la relación
y crear motivación
·
Incluir elementos lúdicos como juegos o concursos.
·
Continuación del lenguaje externalizador.
·
Incluir un elemento de desafío para los niños mayores
5.
Mantenimiento de los cambios.
Esta etapa comprende el ajuste de las intervenciones y la
supervisión y seguimiento de los cambios. Los objetivos en esta etapa son los
concernientes a ayudar a los consultantes a superar los alti-bajos del cambio,
prever, prevenir y aprender de las recaídas para sostener su nueva forma de ser
y actuar.
Las sugerencias para el terapeuta de niños y son familias
en esta etapa de mantenimiento son:
•
Usar rituales: amuletos, cartas, magia
curativa.
•
Aprovechar las recaídas
para el aprendizaje de “no darse por vencido”, la ley del 2do esfuerzo”,
“fracaso vs retroalimentación”, “nadie es perfecto”, “más vale prevenir”,”no
cantar victoria antes de tiempo”, etc.
•
Cambiar el concepto de “recaídas” por “olvidos”. ¿Qué te
puede ayudar a que “no olvides” las cosas que ya sabes hacer bien?, ¿Cuál de
los miembros de tu equipo (familia) te gustaría que “te recuerde”?
6.
Terminación.
El objetivo en esta etapa es consolidar definitivamente
la autonomía personal de los la familia y el menor mediante su emancipación de
los servicios de terapia. La etapa de terminación ofrece la oportunidad para
que promover la creación de mecanismos de cierre de la experiencia terapéutica
y fomentar el restablecimiento de la competencia personal o familiar de tus
clientes.
Las variaciones en las acciones a llevar acabo en el
tratamiento con niños y sus familias son:
•
Ayudar a implementar una “campaña de publicidad” para dar a conocer sus logros
•
Realizar o imaginar una fiesta infantil
para celebrar los logros
•
Usar rituales de cierre:
diplomas, cartas, testimonios, agradecimientos, etc
El trabajo con los progenitores
Algunas
de las recomendaciones para el trabajo con los papás en terapia breve sistémica
son:
·
Trabajar con las excepciones: buscar los éxitos del progenitor
·
Preguntas circulares para fomentar
responsabilidad y participación vs pasividad
·
Trabajo con Patrones
Interpersonales Problemáticos. Para revisar una propuesta aquí.PIPs en progenitores
·
Fomentar ideas de complemento
e interdependencia (alianza parental)
·
Formar sistemas de colaboración para las soluciones vs culpabilidad
Además,
es posible adaptar el modelo de modificación de conducta al trabajo con los
progenitores a fin de sumar recursos para la solución. El terapeuta sistémico
frente al niño y su familia podrá abordar los siguientes tópicos:
o Expectativas realistas de
conducta de acuerdo al desarrollo infantil
o Tiempo de calidad (para
compensar el tiempo de estímulos negativos)
o Aumentar conductas
deseables (mediante el refuerzo de conductas, la economía de fichas, etc.)
o Comunicación efectiva con
los hijos:
§ Buenas instrucciones
§ Negociación y acuerdos
o Disminuir conductas no
deseables (retirada de privilegios, uso del tiempo fuera, etc.)
Conclusiones
Hasta
aquí se han presentado algunas ideas para ajustar las estrategias terapéuticas
en el trabajo con niños y sus familias desde el modelo de la terapia breve
sistémica. Se han descrito las diferentes etapas del proceso de la terapia, sus
propósitos y metas a alcanzar, así como las variaciones técnicas en cada una de
ellas. Se considera que el profesional frente al menor y sus progenitores pueda
llevar a la práctica alguna de las ideas que consideré pertinente. Al final, lo
importante es que el terapeuta aprenda a “estar con” niños y sus padres en una
experiencia unificada y desarrollar el recurso del “bilingüismo”, es decir, una
capacidad para comprender las formas de comunicación entre padres e hijos.
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