viernes, 21 de junio de 2024

Técnicas de terapia breve sistémica: Preguntas de afrontamiento

 

 


Quien no ha afrontado la adversidad,

no conoce su propia fuerza.

Benjamin Jonson.

 

En esta entrada se aborda un procedimiento técnico que se engloba en las estrategias terapéuticas para evocar recursos y lados fuertes de los consultantes. Se describe la técnica a partir de sus principales características, sus propósitos terapéuticos y los pasos en que se lleva a cabo.  

 

Las familias que consultan para terapia psicológica a menudo se encuentran en situaciones muy desesperadas y sus miembros tan afectados y desmoralizados que necesitan contar en detalle los problemas que están padeciendo o las desgracias que han sufrido. Por tanto, conviene que el terapeuta, antes de introducir una perspectiva de cambio, escuche y valide la experiencia del consultante.

 

Las preguntas de afrontamiento permiten identificar recursos en situaciones especialmente negativas, sin minimizar ni quitar importancia a las dificultades que están atravesando los miembros de la familia.  Este tipo de interrogatorio presenta una doble ventaja: por un lado, la terapeuta coopera con los consultantes y se acepta su visión negativa de la situación, y, por otro, indaga en acciones que les han permitido sostenerse ante tanta adversidad. El terapeuta puede comenzar a ayudar a los consultantes a ver sus fortalezas y recursos en circunstancias difíciles y quedarse «detrás» de ellos en lugar de empeñarse en tranquilizarlos o tomar el control y tratar de imponer una solución a través de sus preguntas habituales.

 

La estrategia consiste en indagar cómo los consultantes se las arreglan para seguir adelante a pesar de sus dificultades, pese a los eventos traumáticos que han sufrido. El terapeuta muestra genuina curiosidad por explorar cómo las personas se las han arreglado para sobreponerse a la adversidad

 

OBJETIVOS

 

·         Identificar recursos en situaciones especialmente negativas, sin minimizar ni quitar importancia a las dificultades que están atravesando los clientes.

·         Transmitir el mensaje de que los consultantes lo están haciendo lo mejor que pueden dado lo adverso de las circunstancias.

·         Transmitir empatía y apoyo a los consultantes,

·         Lograr un ajuste a su postura pesimista o desesperanzada.

 

 MODO DE EMPLEO

 

1)    Validar la experiencia de los consultantes

 

-       Entiendo que ha de haber sido difícil para ti”

-       “viviste una situación muy fuerte”

-       “Comprendo que fue muy dolorosa la situación por la que atravesaste”

 

2)    Empatizar con las dificultades de los consultantes y preguntar cómo han podido «sobrevivir», «no tirar la toalla» o «seguir adelante» pese a todo.

 

        ¿Cómo pudiste afrontar eso?

        ¿Cómo es que, a pesar de todo esto tan difícil, estás siendo capaz de seguir adelante?

        ¿Cómo es que no has tirado lo toalla, ante tantas dificultades?

        ¿Cómo has conseguido venir a esta sesión, con todo lo que tienes encima?

        ¿Cómo supiste que ésa era la opción menos mala que podías escoger en ese momento?

        ¿De dónde estás sacando las fuerzas para resistir todo esto?

 

 

3)    Una vez identificado algún recurso mediante estas preguntas, se realiza un trabajo de marcar (tratar de que no pase inadvertida, que cobre importancia a los ojos de los clientes y que suponga una «diferencia que marque una diferencia»), ampliar (hablar de las mejorías y/o recursos el mayor tiempo posible y que den todo lujo de detalles) y anclar los cambios (que estos cambios sean percibidos como algo que pueden repetir y que está en sus manos mantener en marcha).

 

Opciones para anclar los recursos:

 

a) Atribuir control interno/ culpabilización positiva:

¿Cómo lo conseguiste?

¿Qué pasó para que decidieras…?

¿Cómo lograste resistir…?

¿Qué fue lo que más te ayudo de las cosas que hiciste?

¿Cuál dirían ustedes que ha sido la clave que han estado empleando para…?

 

b) Repartir los méritos:

¿Cómo te ayudaron tus padres?

¿Qué cosas notó que hizo su esposa que le ayudaron a…?

¿Qué hiciste tú para facilitarles que te ayudaran?

¿Quién más te ayudó?

 

c) Cognitivamente:

¿Qué significa para ti haber sido capaz de dar ese paso?

¿Qué cualidades tuyas se pusieron de manifiesto en ese momento?

¿De qué forma estas cualidades pueden ayudarte en un futuro?

 

d) Emocionalmente:

¿Cómo te sentiste al dar ese paso?

¿Fue una emoción nueva para ti?

¿De qué forma crees que tenerla presente te ayudará a enfrentarte a las dificultades que puedan aparecer?

 

e) Incluir la perspectiva de un tercero:

Si estuvieran aquí sus hijos, ¿qué me dirían ellos?.

Si su marido pudiera verla, ¿de qué estaría él más orgulloso, qué es lo que más le impresionaría de todo lo que está haciendo usted desde ese día por salir adelante y para sacar adelante a sus hijos?

 

Hasta aquí se ha presentado la técnica de las preguntas de afrontamiento, sus objetivos y su modo de empleo. Cabe resaltar que para que esta técnica funcione, el terapeuta deberá mantenerse «por detrás» de sus consultantes, siendo respetuoso con su dolor o con su pesimismo y evitando la trampa de querer convencerles de que la situación es mejor de lo que parece. La terapeuta acepta la dureza de la situación y aprovecha esa misma circunstancia para ir identificando y subrayando los recursos «escondidos» de los consultantes, tal como lo describe metafóricamente Mark Beyebach: “buscando pepitas de oro en el lodo de los problemas”

 

Referencias:

Bayebach, Mark. (2009). 24 ideas para una psicoterapia breve. Herder, Barcelona

Garcia, F. y Beyebach, M. (2022) Superar experiencias traumáticas. Una propuesta de intervención desde la Terapia Sistémica Breve. Herder, Barcelona

O Hanlon, W. (2001) Desarrollar Posibilidades Terapia Breve. Paidós, Barcelona


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