En esta entrada se aborda el tema del trabajo
con las familias mediante la técnica de proyección y futuro que resulta una
importante herramienta para ayudar a los miembros del sistema construir
objetivos ampliando su descripción del futuro preferido.
Aunque en terapia breve centrada en soluciones
no es necesario que todos los miembros de la familia asistan a las sesiones
para que ocurra el cambio, es frecuente que haya más de una persona en el
consultorio. La implicación de dirigir una entrevista conjunta (con varios o
todos los miembros de la familia) es que la comunicación se vuelve compleja y
pueden aparecer desacuerdos al momento de definir las metas en la terapia. A
continuación, se brindan algunas ideas para afrontar el reto del uso de la
técnica de la proyección a futuro con familias.
Recordemos que las técnicas de proyección a futuro
fueron desarrolladas por Milton H. Erickson quien las empleo en su práctica
clínica en una gran variedad de problemas. Steve de Shazer da continuidad a una
de estas técnicas, la de la bola de cristal (1986), que
después evoluciona en la técnica de la pregunta por el milagro y
se convierte en distintivo técnico del enfoque centrado en soluciones
desarrollado por el grupo Milwaukee.
La técnica consiste en invitar a los clientes a
que se imaginen un futuro en el que el problema por el que consultan está ya
resuelto y que describan los detalles con el fin de trabajar con objetivos y
generar expectativas de cambio para luego buscar excepciones y traducirlo en un
plan de acción concreto.
Los propósitos de esta técnica son: generar una
descripción detallada de las metas de los clientes, crear un contexto más
positivo desde el cual abordar la situación presente (redefinición) y generar
esperanza en los clientes y motivación para alcanzar sus metas. Todo ello en un
ambiente de seguridad y acuerdo entre los miembros de la familia.
Pasos
1) Evocar la imagen de un futuro
El
terapeuta puede comenzar con una fantasía guiada:
“Siéntete
cómodamente y cierra los ojos, relaja tu cuerpo y centra tu respiración en la
atención… siente como respiras, quizás notes que tu forma de respirar va
cambiando sin que tú tengas que hacer nada… y ahora imagina que es de noche,
entras en la cama y sueñas… se trata de un sueño profético que te muestra
imágenes del futuro puedes elegir cuántos años quisieras avanzar hacia el
futuro quizá 5 años o 10 años… deja que surjan imágenes que te muestren cómo vive
tu familia, cómo se ven y que hacen los miembros de la familia y cómo te
sientes en el futuro una vez que el problema que los trajo a terapia se ha
resuelto… Puede ser interesante que observes cómo los demás y tú mismo contribuyen
a la solución del problema y al bienestar que experimentan… vuelve a tu sueño del futuro deja que las
imágenes se desvanezcan y conserva en tu memoria todo lo que es valioso para ti
estírate un poco, respira profundamente antes de abrir los ojos y estar de
nuevo aquí despierto.”
Seguido
de esta fantasía guiada se les invita a los miembros de la familia a tomar una
hoja de papel y poner como título “he tenido un sueño”. Se les pide escribir todas
las expectativas que tienen para el futuro de la familia y quizá puedan incluir
en su descripción cómo y cuándo contribuye cada uno con su propia fuerza vital
y recursos al bienestar familiar.
La
actividad de escribir puede ser sustituida por la elaboración de un dibujo, un
collage o cualquier actividad artística que permita a los miembros de la
familia representar lo experimentado en el sueño.
2) Trabajar con los objetivos
Ratner,
George e Iveson (2012) advierten que es común encontrar diferencias sobre el
futuro preferido que relatan los miembros de la familia. Proponen no detenerse
en los desacuerdos y seguir haciendo preguntas orientadas a futuro hasta
encontrar un propósito en común. En palabras de los autores:
“Si
asumimos que estas primeras respuestas no son fines en sí mismas sino medios
para un fin y preguntamos 'si cada una de sus esperanzas se hiciera realidad,
¿qué diferencia habría?', tanto el padre como el hijo muy a menudo darán una versión
de que se llevan mejor… menos peleas, más conversaciones y más amistad. Ambos
quieren lo mismo.”
3) Impulsar el cambio
En este
paso tendremos dos opciones. Una de ellas es elaborar en forma conjunta con la
familia un plan concreto de acción con preguntas como ¿Qué podrían hacer?, de
todas las cosas que has mencionado ¿Cuáles son las más sencillas de poner en
práctica? o ¿Cuál será el mínimo cambio que indicará que están comenzando a
lograrlo?. Otra forma de impulsar el
cambio es mediante el uso de las preguntas de búsqueda de excepciones como ¿Cuál
fue la última vez en que se ha producido alguna parte de este futuro que acaban
de describir? De tal manera que los miembros de la familia puedan “hacer más de
lo que funciona”
Conclusiones
Hasta
aquí se han brindado algunas ideas para trabajar con las familias la técnica de
proyección y futuro, sortear las barreras y sacarle el máximo provecho a esta
práctica. Concluimos que uno de los retos más importantes en la terapia
conjunta es la discusión entre los miembros de la familia. Ratner, George e
Iveson (2012) sugieren ignorar en su mayoría los argumentos, tratándolos como
"interferencias" en la radio. Sin embargo, continúan los autores, “si
la 'interferencia' impide que se escuchen las voces y el terapeuta no ha encontrado
la manera de contener la discusión, entonces probablemente sea mejor felicitar
a todos por ser lo suficientemente valientes como para intentarlo juntos y
luego ver a las personas por separado o elegir trabajar con la persona más
motivada al cambio”
Referencias
Beyebach, Mark. (2006) 24
ideas para una psicoterapia breve. Herder.
De Shazer, Steve. (1990) Claves
para la solución en terapia breve. Paidós.
Ratner, George e Iveson (2012)
Terapia Breve Centrada en Soluciones:100 puntos clave y técnicas. Routledge.
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