domingo, 11 de noviembre de 2012

Etapas del proceso de divorcio



Para Navarro Góngora el divorcio no es fenómeno que ocurre de forma repentina y aislada: se va cocinando a lo largo de un proceso que supone fases diferenciadas.

La intervención general del terapeuta consiste, según el autor, en garantizar la continuidad de la relación, ayudar a una separación civilizada y ser portavoz de las necesidades de los hijos, aunque destaca la importancia de adecuar intervenciones específicas para cada una de las etapas del proceso de divorcio.

Presento a continuación un cuadro que resume las 14 etapas del proceso de ruptura marital en donde se describe cada una de ellas y los diferentes objetivos para generar intervenciones clínicas.      



ETAPA

DESCRIPCIÓN

INTERVENCIÓN





1 Aumento de la ambivalencia


Dudas sobre la relación, agresividad no verbalizada, fantasías de romances, de abandono de la relación o de una desaparición súbita de la pareja o de su muerte. Los hijos se percatan. La inestabilidad y la tensión producen miedo intenso, provocando dependencia o problemas propios.


-Es conveniente ver a los dos conjuntamente para transmitir que el problema es de pareja.
-Reconocer la ambivalencia como el origen de los problemas de pareja.
- Modificar el patrón interpersonal disfuncional.




2 Distanciamiento


Distanciamiento emocional y físico entre los esposos y a veces con los hijos y las familias de origen.
Relación extramarital.
Hijos confusos ante los mensajes ambiguos que se cruzan los padres.


-Reconocer que el conflicto se debe al distanciamiento.
-Identificar los síntomas como faltas de atención al otro y/o abandono de las obligaciones para los hijos.






3 Fantasías y acciones pre-separación


Fantasías de ambos cónyuges de reconstruir su vida y cubrir sus necesidades con otras parejas, mediante la vuelta a su familia de origen o viviendo una vida más libres de obligaciones conyugales o parentales al quedar de nuevo solteros. Las fantasías se convierten en acciones y actitudes.


-Identificar los movimientos de desequilibrio, lealtades con la familia de origen y coaliciones con los hijos.
-Cuando han decidido la separación actuar de forma educativa (cómo informar a hijos y familia, momento adecuado, efectos, expectativas, etc.)
-Racionalidad vs emotividad de las acciones.







4 Separación física



Uno de los padres abandona el hogar. Se precipita impulsivamente la separación después de un altercado serio. Los hijos suelen quedar en estado de shock y negar la separación


-Planificar sus necesidades y la continuidad de la terapia.
-Información sobre cómo hablar a sus hijos y responder a sus preguntas y cómo ayudarles a sus miedos.
-Sesiones con los hijos después para discutir los planes de los padres en relación con ellos.
-Animarlos a preguntar y expresar sus miedos.







5 Pseudorreconciliación



Tras la separación, la familia experimenta sentimientos de pérdida, nuevos roles y responsabilidades, culpabilidad y soledad, que no están preparados para manejar.
Los hijos pueden crear problemas para tratar de juntar a sus padres.
Esta etapa hace más cruel y dolorosa la subsecuente separación.

-Interpretar la pseudorreconciliación como un camuflaje de patrones de interacción disfuncionales.
-Confrontar la colusión reactivada por los miedos a separarse.
-Aclarar la confusión creada en los hijos, en la pareja, en las familias de origen (lealtades) y el futuro de la familia
-Manejo de la ambivalencia y de la frustración de que nada cambio
 








6 Fantasías de predivorcio


Cuando los conflictos vuelven a estallar se produce una gran desilusión y sentimientos de fracaso.
En los hijos la desilusión se expresa mediante explosiones de furia y actings-out dirigidos hacia ambos padres.
Fobias escolares, trastornos de conducta, quejas somáticas, conductas regresivas, conflictos con los hermanos.
Se discute la posibilidad del divorcio de forma más abierta con familiares y amigos.   

-Ayudar a la familia a contener y resolver la reactividad.
-Ayudar a tomar la decisión sobre el divorcio.
-Proponer un periodo transitorio de separación con objeto de poner fin momentáneo al conflicto y esforzarse en mejorar la relación (anexo)
-Entrenamiento en comunicación, resolución de problemas y habilidades de negociación.







7 Decisión de divorciarse


Sensación de que las cosas se están terminando. Los esposos se encuentran abandonados a sí mismos, aflorando sentimientos de rabia, venganza y angustia.
Los hijos corren el mayor riesgo de ser afectados emocionalmente como resultado de la conducta de los padres. Experimentan descontrol, angustia, problemas en la escuela y triangulación en la familia.



-Asesoría de un abogado.
-Ayudar a la pareja a negociar su divorcio
-La terapia mediante juegos es una buena formula para ayudar a los niños a ventilar sentimientos y a entender las decisiones de los padres.







8 Recurrencia de la ambivalencia






Refleja la dosis de realidad que inyectan los problemas legales.
A mayor ambivalencia de los padres mayor creencia en los hijos de que la reconciliación es posible.
Los hijos están en el limbo, lo que incrementa su ansiedad.


-Identificar las razones de la ambivalencia y hacer que la pareja tome conciencia de ellas.
-Refrenar el divorcio para discutir aquellos asuntos de los que nunca hablaron, así como de las heridas mutuamente infringidas.
-Ayudar a los padres a hablar a los hijos de sus sentimientos de ambivalencia.







9 Las disputas potenciales.


a)      Mediación

Divorcio de mutuo acuerdo para solventar problemas como división de propiedades, pensión del esposo sin recursos, mantenimiento de los hijos y arreglos sobre custodias y visitas.


Pasos:
1 Establecimiento de la necesidad de mediación
2 Definición de los problemas
3 Procesamiento de los problemas, habilidades de comunicación
4 Solución de los problemas, compromisos, forma de ejecutarlos y reglas.


b) Divorcio sin acuerdo mutuo.

Se realizan judicialmente, problemas personales irresueltos que terminan en revanchas o por consejo de abogados sin escrúpulos


-Desarrollar una relación de trabajo con los abogados y la judicatura
-Jugar el rol de defensor de la salud emocional de todos los miembros de la familia en la relación de trabajo y con el cónyuge individualmente.


10 Custodia compartida después del divorcio.



Necesidad de aprender el rol de padres y de dejar de ser pareja. La adaptación de los hijos se liga a las posibilidades de ajuste emocional de los padres y a las posibilidades de ambos de compartir, desde la distancia, la función parental.


-Ayudar a definir nuevas funciones parentales, un nuevo ajuste personal y la reconstrucción de las relaciones con la red social.
-Terapia individual a los esposos (por separado)
-Ante problemas serios de los hijos se convoca al otro padre o incluso la red extensa.






11 El nuevo matrimonio


El movimiento de uno de los miembros de la pareja hacia un nuevo matrimonio genera una crisis en todo el sistema. Los hijos tienen que renunciar a las fantasías de reconciliación y los abuelos pueden temer una mayor dificultad de acceso a los nietos. Se producen acusaciones de abuso sexual, de abandono y/o malos tratos.
Alianzas con el padre leal a la antigua familia




-Ayudar a los hijos a comprender lo que está sucediendo
- Procedimiento combinado de terapia familiar y mediación con el fin de prevenir escaladas legales.




12 La reconstrucción de la familia


La entrada de un nuevo padre reorganiza estructuralmente a la familia forzando la definición de nuevos roles en el subsistema parental y en el de los hijos, así como la relación entre ambos. Los hijos pueden sentir que el padre que se casa les abandona


-Se orienta primero a pedir tiempo para crear y estabilizar relaciones.
-El tiempo se invierte en un trato que facilite el conocimiento mutuo, crear rituales en la familia nueva y crear una historia en común.
-Conseguir una mayor flexibilidad de funcionamiento que en las familias intactas. Ejemplo: el padre no biológico tendrá que renunciar, sobre todo con adolescentes, a ejercer un rol de disciplina.


13 El segundo matrimonio


Cuando el cónyuge que no estaba casado, se casa, se crea una nueva crisis. El impacto es poderoso. Crea perplejidad y confusión en los roles familiares.





14 El funcionamiento familiar dual.





Se funciona como una familia de dos núcleos (familia binuclear) con dos subsistemas de pareja, dos subsistemas de padres-hijos, y cuatro familias extensas. Se recupera un cierto sentimiento de estabilidad y normalidad



-Buscar resolver aquellas alianzas que puedan amenazar el equilibrio de las familias
-Predecir posibles problemas.



Fuente: Navarro, José (comp.) Parejas en situaciones especiales. Paidós, 2000.

martes, 30 de octubre de 2012

Fobia



El terapeuta de esta viñeta pone el problema de la colaboración del paciente en la terapia “dentro” del paciente, aludiendo una fobia. Una forma diferente de abordar el tema de la colaboración en el proceso terapéutico resulta de ampliar la perspectiva y colocarla en la relación terapeuta-cliente de forma tal que el terapeuta pueda dar cuenta de su participación en el proceso de colaboración y, por ende, implementar acciones que la fomenten.

martes, 23 de octubre de 2012

Video sobre Hipnosis Ericksoniana


Milton H. Erickson es quizá el personaje que más ha influido a los modelos de terapia breve sistémica. Lynn Hoffman menciona que su manera de trabajar "se encuentra en la línea divisoria entre el curador y el poeta, el científico y el bardo". He aquí un video sobre la hipnosis Ericksoniana tal como se aplica actualmente. En él aparece el genio en acción. Que lo disfrutes! 

lunes, 15 de octubre de 2012

¿Qué es lo “normal” y lo “patológico” en terapia breve sistémica?



A propósito de la conmemoración del día mundial de la salud mental (10 de Octubre) que invita a reflexionar sobre los conceptos de enfermedad y salud mental, en el presente escrito se intenta describir cómo se concibe lo “normal” y lo “patológico” en el modelo de terapia breve sistémica. Primero se define la visión constructivista que sirve de marco epistemológico, para después presentar los conceptos de normalidad y patología según la óptica constructivista.

PERSPECTIVA CONSTRUCTIVISTA.

 

“La manera más peligrosa de engañarse a sí mismo es creer

que existe una sola realidad” Watzlawick, P.

 

El constructivismo es una de las perspectivas epistemológicas que más ha influido en los modelos de terapia breve sistémica. Sostiene que no es posible descubrir el conocimiento, sino que este se construye por medio de la comunicación (consenso) entre los seres humanos mediante un fenómeno denominado profecía que se autodetermina que consiste en “una suposición o previsión que, como resultado de haberla supuesto, causa la verificación del evento”

 

En este sentido, no existe una verdad absoluta, solo aproximaciones y lo que es real para unos, puede que no lo sea para otros.

 

LO NORMAL Y LO PATOLÓGICO.

 

Desde una visión tradicional, influenciada en gran medida por el modelo médico, el objetivo del psicólogo clínico es volver a la normalidad lo patológico. Para llevar a cabo tal empresa, se han adoptado diferentes acepciones de lo “normal” y lo “patológico” a través de la historia de la práctica clínica: desde la neurosis del psicoanálisis hasta el trastorno mental de los sistemas de clasificación de la psicopatología.  

 

Sin embargo, en contraste con la inmediatez con que se realiza la distinción entre lo “normal” y lo “patológico” en el ámbito de funcionamiento de órganos y aparatos característico del modelo médico, en cuestión de comportamiento humano es difícil hacer la distinción por los llamados procesos de percepción y atribución social: un mismo fenómeno humano puede ser interpretado de varias maneras diferentes.

 

LO NORMAL Y LO PATOLÓGICO SEGÚN CONSTRUCTIVISMO.

 

De acuerdo con la visión constructivista, no existe una definición unívoca de salud y enfermedad. El terapeuta constructivista está consciente de dos fenómenos que pueden limitar el proceso terapéutico: la creación o construcción del caso (clasificación de fenómenos de comportamiento humano que construyen dichos fenómenos también donde no estén presentes en un inicio) y las profecías que se autorrealizan (predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad).

 

De esta forma se entiende que “Salud” y “patología” son etiquetas, que cambian según el momento de la observación y dependiendo de quién sea el observador.

 

¿Qué es lo patológico, entonces? Según Nardone (2007), en general, es aquello que determina sufrimiento en el paciente y/o en su red relacional. Tal sufrimiento se configura como la imposibilidad de acceder a comportamientos deseados: la persona no dispone de los recursos que forman parte del repertorio de comportamientos típicos de la especie humana.

 

Los “recursos” son las capacidades que permiten llevar una vida satisfactoria, garantizan un equilibrio entre los deseos y la necesidad de acuerdo con los demás y están presentes en las diferentes etapas vitales, pues facilitan el afrontamiento de las tareas de desarrollo.

 

Cuando la persona no es capaz de acceder a los recursos naturales incluidos en su repertorio de posibilidades “humanas” sufre una condición de enfermedad (trastorno, síntoma) derivada de la reducción numérica de las posibilidades de elección. Desde esta visión, el objetivo de la terapia es hacer posible que la persona pueda acceder a los recursos que existen dentro de ella.

 

Para explicar cómo se produce la situación en la cual la persona no consigue tener acceso a sus propios recursos, Nardone, adopta la óptica de la cibernética según la cual, en cada sistema complejo de interacciones, el elemento más débil es el que dispone de un menor número de configuraciones (respuestas): constituyen sectores de “debilidad” aquellos niveles de comportamiento en los cuales hay escasez de diferenciación de respuestas, estereotipos, rigidez y repetición. De tal forma, en la práctica un sistema se vuelve rígido por los intentos de solución fallidos que ha aplicado al problema.     

 

La función del terapeuta no es añadir nuevos datos al sistema sino modificar la manera con la que este actúa, enseñando solamente a activar las armas ya presentes, aunque disfuncionales, para transformarlas en armas funcionales.

 

 

Fuente:

Nardone, G. y Rampin M., La mente contra la naturaleza. Integral, Barcelona, 2007.

Rodriguez, A. y Beyebach, M., La terapia sistémica como marco para generar nuevos relatos en las familias. En Borobio, D. (coord.), Familia en un mundo cambiante. Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Watzlawick, P., Es real la realidad. Herder, Barcelona, 1979.

martes, 2 de octubre de 2012

Video de Salvador Minuchin





Video que presenta la genialidad de Minuchin, el surgimiento del modelo estructural familiar, el trabajo inicial con familias pobres, la terapia basada en el desafío y la comunicación a través de metáforas. ¡Que lo disfrutes! 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Empatía


       Para lograr una alianza terapéutica con las personas y familias que lo consultan, el profesional requiere de habilidades particulares de comunicación. El terapeuta de la viñeta obtiene, por parte del paciente, una reacción  que puede poner en riesgo la alianza. Una manera de evitar este escollo resulta de la estrategia de identificar, desde las primeras etapas del proceso terapéutico, la postura del consultante para después ajustarse a ella.  

lunes, 10 de septiembre de 2012

TERAPIA BREVE SISTÉMICA



 Comencemos con algunas definiciones:

¿Que es la TBS? Definimos la Terapia Breve Sistémica como:

Un modelo en el cual se decide “utilizar lo que el paciente trae consigo para satisfacer sus necesidades de modo tal que pueda lograr una vida satisfactoria por sí mismo” Steve de Shazer.

Un modelo en el cual “Los pacientes intentan dominar sus problemas con una estrategia que el terapeuta cambia, porque no es eficaz. Todo lo demás es comentario” Richard Rabkin.

“Aquellos tipos de intervención terapéutica en los que el psicoterapeuta asume la responsabilidad de influir directamente en las personas” Jay Haley.

La TBS es un modelo que se enmarca dentro de las escuelas de terapia familiar sistémica y que bien se podría explicar de la siguiente manera:

Es una Psicoterapia:

Es un proceso de comunicación entre un psicoterapeuta (persona entrenada para evaluar y generar cambios) y una persona que acude a consultarlo (paciente o cliente) que se da con el propósito de una mejora en la calidad de vida de este último, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos y/o afectos.

Es breve:

Acortar la terapia no significa hacer menos que los tratamientos prolongados al esperar efectos solo paliativos y temporarios, sino por el contrario lograr la perduración del cambio y una mejoría adicional en el menor número de sesiones posible.

Desde esta perspectiva, la brevedad de la terapia se puede explicar con base en las siguientes acepciones:

- Focalizada:

El terapeuta utiliza diversos recursos técnicos con el fin de hacer foco en aspectos específicos que permiten acortar la terapia. Uno de los principales es el de definir objetivos claros y precisos que permitan resolver un problema en un número limitado de consultas.

- Promedio de sesiones:

El terapeuta no se basa en un número de sesiones ideal e hipotéticamente ilimitado, sino en el promedio de sesiones que sugieren los datos empíricos. Por citar algunos, Weakland (1974) informó mejoramiento significativo en el 72% de los casos en un promedio de 7 sesiones; Fisher (1984) informó un promedio de 10 sesiones en casos de éxito; De Shazer y cols. (1985) informaron 6 sesiones promedio y Rodríguez-Arias y cols. (1990, 1993, 2000 y 2004) y González, M. y cols. (1998) informaron de 4 a 6 sesiones como promedios.

- Optimización de recursos:

El terapeuta optimiza los recursos al utilizar lo que el paciente trae consigo a terapia con el fin de satisfacer sus necesidades de modo tal que pueda lograr una vida satisfactoria por sí mismo.

Es sistémica:

A diferencia de las terapias individuales, el abordaje se realiza desde una perspectiva interaccional, es decir, que no focaliza primariamente el mundo interno de las personas, sino sus relaciones. El foco en este modelo se centra sobre el sistema más que sobre el individuo,  ya que se parte de la idea de que las dificultades no surgen del interior de los individuos, sino de las relaciones, las interacciones y el lenguaje que se desarrolla entre ellos.   

Las diferencias epistemológicas entre los enfoques tradicionales de psicoterapia y la terapia breve sistémica son varias y muy marcadas. En los primeros se parte de una lógica de causalidad lineal, de una concepción normativista que indica que situación/comportamiento es normal o anormal y se orienta primordialmente hacia el pasado. Mientras que en la segunda se parte de una lógica de causalidad circular, de una concepción naturalista que confía en los propios recursos de las personas y con una orientación a futuro.    

La terapia breve sistémica se nutre de los siguientes modelos o escuelas:

Modelo Estratégico (Jay Haley, Cloé Madanes)

Modelo Interaccional del MRI (Waztlawick, Fish, Weakland y Segal)

Modelo orientado a soluciones (Steve de Shazer, Insoo Kim Berg, Eve Lipchik)  

Modelo Narrativo (Michael White, David Epston)    

Modelo Estratégico Evolucionado. (Giorgio Nardone, Andrea Fiorenza)

Hasta aquí he tratado de definir la Terapia Breve Sistémica. Me resta decir, parafraseando a Wilde que “es mucho más difícil hablar de una cosa que hacerla”


Fuente:
Cade B. y O´Hanlon W.H. (1995). Una guía breve de la terapia breve. Barcelona: Paidós.
De Shazer, S., Claves para la solución en terapia breve. Paidós, 1994.
Haley J. (1980). Terapia para resolver problemas. Buenos Aires: Amorrortu.