El 10 de Octubre se conmemora el día mundial de la salud mental. Oxigene Servicios Múltiples para la Familia A.C. lo celebra con una semana de actividades que tienen como eje temático la contribución de la terapia breve sistémica a la salud mental de las familias. El programa contempla conferencias, presentaciones de casos y presentación de resultados de proyectos.
viernes, 16 de septiembre de 2016
domingo, 4 de septiembre de 2016
Técnicas de Terapia Breve Sistémica: Rastreo del problema 2/2
Trabajo con
los patrones interpersonales problemáticos (PIP)
Otra manera de rastrear el problema (ver aquí rastreo del problema 1) es la que surge
de la estrategia de identificar patrones interpersonales problemáticos. Esta
técnica se basa en la idea de que la comunicación entre los miembros de un
sistema presenta una tendencia homeostática, es decir, que generan ciclos
recursivos de patrones interpersonales que tienden a autoperpetuarse y, al ser
disfuncionales, mantienen los síntomas.
OBJETIVOS:
Bloquear la secuencia de conductas para que los clientes pueden generar
otras alternativas de comportamiento que les acerquen a las soluciones.
MODO DE EMPLEO.
Para trabajar con el patrón interpersonal
problemático (PIP) se realizan 3 pasos:
1 Identificar el sistema de conductas y significados
que se retroalimentan. Es posible realizarlo a partir de la descripción de la
queja: ¿Pueden darme un ejemplo de la vez más reciente en donde se presentó el berrinche
(se comportó agresivo, los limitó la incomunicación, apareció el problema, etc.)?
2 Detallar la secuencia (como si fuera una grabación
o película). La finalidad es construir una descripción circular paso a paso del
problema o queja. Cada paso se compone de cuatro elementos: Emoción: ¿qué
sintió?, Cognición: ¿Qué pensó? y Conducta: ¿Qué hizo? y relación: ¿Qué efecto
tuvo en los demás?, ¿Cómo reaccionaron los demás?
3 Intervenir:
a) Redefiniendo una parte de la secuencia para
alterar su significado.
b) Proponiendo una tarea (experimentos) que modifique
alguna de las conductas implicadas en la secuencia.
Opciones para perturbar la secuencia problema (basado
en O`hanlon, 1990)
- Cambiar el lugar
“No pelear en el salón si no en el cuarto de baño”
- Cambiar los participantes
“que el castigo lo ponga el padre en lugar de la
madre”
- Cambiar la duración total
de la secuencia
“que se dé el atracón en exactamente 20 minutos”
- Marcar un inicio o un
final arbitrarios
“Que la discusión comience a las 10:45 y termine a
las 11:05”
- Marcar un inicio o un
final aleatorios
“Que lancen una moneda para decidir si discutir o no”
- Cambiar el tiempo entre un
elemento y otro
“ir aumentando el tiempo entre el atracón y el
vomito”
- Cambiar la frecuencia
“pedir ayuda al menos cuatro veces al día”
- Añadir un elemento
“ponerse un sombrero rojo cuando vaya a beber”
- Modificar el orden de los
elementos
“reconciliarse primero, pelear después”
- Alterar la duración de los
elementos
“esperar más tiempo antes de dejar que el hijo
castigado salga de su cuarto”
- Alterar intensidad
“ataques de ansiedad pequeños todos los días”
- Cambiar la modalidad de
uno de los elementos
“hacer los reproches por escrito”
- Introducir humor en la
secuencia
“La hija pedirá a los padres que la atosiguen, y dará
un premio al que lo haga mejor”
- Ligar la realización de
uno de los elementos a una conducta gravosa
“Cada vez que fumes un cigarro plancharas dos
camisas”
OTRAS CONSIDERACIONES
Cuando intervenir sobre el patrón de la queja no
tiene resultado o no es aconsejable, se puede intervenir sobre el patrón del
contexto, es decir, se intenta alterar las pautas personales o
interpersonales que rodean o acompañan a la queja aunque estás no aparenten
tener relación directa con la queja. Se podrán modificar los vínculos entre los
miembros, los roles, sus respuestas afectivas y/o elementos de la estructura
familiar.
Fuente:
Azar de Sporn. Terapia sistémica de la resiliencia.
Paidós. Buenos Aires, 2010.
O´Hanlon, Bill y Weiner Davis, M. En busca de
soluciones. Un nuevo enfoque en psicoterapia. Paidós. Barcelona, 1990.
domingo, 28 de agosto de 2016
martes, 2 de agosto de 2016
Objetivos de la Terapia Breve Sistémica orientada a Soluciones 3/3
Para continuar profundizando en los objetivos de la terapia breve sistémica centrada en Soluciones se presenta en esta entrada una viñeta de caso que sirve de ejemplo para entender el propósito de:
Evocar recursos y fortalezas para aplicar a la situación problemática
Comencé a trabajar en un hospital psiquiátrico como
voluntario en el área de consulta externa a la par que estudiaba mi maestría.
El coordinador del departamento solicitó a los psicólogos adscritos derivarme
algunos de sus casos y con esto desahogar un poco su saturadas agendas. Los
compañeros aprovecharon la oportunidad para mandarme los casos difíciles que no
deseaban atender. Mis primeras experiencias clínicas fueron con casos
amenazantes.
Recuerdo uno en particular. Soledad, una mujer pasada los
cuarenta años que había sido diagnosticada con trastorno depresivo con síntomas
psicóticos no respondía a los tratamientos farmacológicos ni a la terapia
electroconvulsiva. Soltera, vivía con su madre con quien sostenía una relación
demasiado conflictiva. Sus episodios depresivos la llevaban a pasar largas
temporadas en cama sin fuerzas para despegarse las sábanas y salir de ella.
Su madre reprochaba su conducta, la tachaba de floja
mantenida y la agredía verbalmente. Esto enfurecía a Soledad que respondía a
las ofensas maternas y la discusión subía de tono de manera precipitada hasta
que comenzaba a escuchar voces internas que le ordenaban autoagredirse. Partía
a su habitación en donde golpeaba su cabeza contra la pared hasta perder el
conocimiento.
Al finalizar la primera entrevista la felicité por evitar
las agresiones físicas hacía su madre. Mencioné que esto reflejaba el gran amor
que le tenía a pesar de los momentos difíciles: impedía el ataque a su progenitora aunque eso
significara hacerse daño a sí misma. Le dije que, en cambio, me extrañaba el hecho de que fuera tan
obediente con las voces y que pensaba que tal vez hacía falta encontrar una
forma menos drástica de parar las discusiones con su madre.
En la pausa consulté el manual de terapia breve y seguí
al pie de la letra los procedimientos indicados: una tarea de proyección a
futuro con la técnica de la pregunta por el milagro. Básicamente le pedí a
Soledad preguntarse qué sería diferente si los problemas que la traían a
consulta ya se hubieran resuelto.
En las sesiones subsecuentes dedicamos el tiempo a
deconstruir en pasos pequeños el milagro relatado (que incluía, entre otras
cosas, conseguir un empleo) y hablar de los recursos propios y de su entorno
que le ayudarían a lograrlo.
Soledad mejoró de manera sorprendente ante los ojos
incrédulos de los adscritos y autoridades del hospital. Seguía escuchando voces
pero está vez había decidido no hacerles caso.
El caso ilustra un presupuesto básico de la terapia breve
centrada en soluciones: “todas las personas cuentan con recursos para resolver
sus problemas”. El terapeuta sólo
recordó a la paciente sus recursos y fomentó estas fortalezas y capacidades para
facilitar cambios en sus acciones y en perspectiva.
martes, 19 de julio de 2016
Visión Sistémica de los Trastornos del Neurodesarrollo. Un video de Mauricio Leija.
En esta entrada presento un video sobre la perspectiva sistémica de las trastornos del neurodesarrollo. Se trata de un taller impartido por el Dr. Mauricio Leija en el contexto de las Jornadas Internacionales RELATES 2016. En la primera parte de la presentación, Leija describe la interinfluencia que existe entre lo biológico y lo contextual para entender los procesos de retroalimentación entre la disfunción Neuronal y la disfunción Familiar. En la segunda parte, que obedece a un nivel más práctico, ofrece 4 herramientas a tomar en cuenta en la intervención en Trastornos del Neurodesarrollo: 1) La connotación positiva, 2) Reencuadre del diagnóstico, 3) Mostrarse preocupado por otro miembro de la familia y 4) la psicofarmacología sistémica.
Mauricio Leija es profesor del curso de especialización en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente. Es médico adscrito a la Clínica de Niños y Adolescentes del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME). Forma parte del equipo de profesionales del Grupo Médico Caleidoscopio. http://grupocaleidoscopio.com/
lunes, 27 de junio de 2016
Objetivos de la Terapia Breve Sistémica orientada a soluciones 2/3
Para profundizar en los objetivos de la terapia breve sistémica centrada en Soluciones se presenta en esta entrada una viñeta de caso que sirve de ejemplo para entender el propósito de:
Cambiar la forma de percibir el problema
Pedro es un adolescente de 17 años derivado al servicio
de terapia por el coordinador académico de su bachillerato que estaba
preocupado por sus constantes episodios de ira. - Es un pequeño Hulk- nos anunciaba mientras nos describía el caso- Lo peor es que no mide consecuencias y
termina dañado o dañando a los demás.
Durante la sesión Pedro nos confirmó la información de su
coordinador y describió de manera detallada el ciclo problemático de los
episodios de ira:
-
Al convivir con sus compañeros de clase percibe que alguno de sus
compañeros es victima de alguna injusticia por parte de otro.
-
Lo defiende y la discusión que se produce lo lleva a experimentar enojo
-
El enojo se intensifica y lo experimenta cómo incontrolable (“Ya no sé de
mí”)
-
Se conduce de manera impulsiva y genera daños físicos a la integridad de su
contrincante y a él mismo.
En su relato constantemente resaltaba que sus reacciones
las consideraba involuntarias y no se veía como una persona capaz de
controlarlo.
Le preguntamos por la buena razón por la que defendía a
sus compañeros. Su respuesta fue contundente: una historia de abusos y
agresiones le habían hecho prometerse a si mismo no permitir jamás otra
injusticia, aunque esto significara defenderse con uñas y dientes.
Al regresar de una pausa con el equipo terapéutico
comentamos a Pedro nuestra impresión de saber como se había convertido en un verdadero
paladín de la justicia y que lamentabamos que esto mismo ahora le trajera
problemas con su coordinador. Le compartimos, también, una preocupación del
equipo:
“cuando tu defiendes a capa y espada a tus compañeros que
son tratados injustamente en realidad das dos mensajes. El primero es una clara
manifestación de apoyo y aprecio. El segundo es un terrible “Te defiendo por
que eres incapaz de hacerlo por ti mismo””
“En este sentido no queda claro quien se comporta más
injustamente: Si los compañeros que lo molestan o quién les arrebata la
posibilidad de aprender a defenderse por si mismos”
Después de unas semanas, el coordinador nos refirió que
los episodios de ira habían cesado. Pedro comenzaba a utilizar otros métodos
para ayudar a sus compañeros a defenderse de las injusticias.
El caso ilustra de forma conveniente la sentencia de Epitecto:
“no son los hechos los que nos hacen sufrir, sino la opinión que tenemos de
ellos”. Sólo bastó con cambiar el marco de referencia del joven alumno para
generar un cambio en su comportamiento y con ello permitir que experimentara y
estimulara sus potencialidades y recursos no utilizados hasta el momento. Para
lograr estos fines, la terapeuta, puede apoyarse de la técnica del reencuadre
que consiste en proponer un punto de vista distinto de una determinada conducta
o situación para que al percibirla de forma distinta, el consultante puede
actuar también de forma diferente.
miércoles, 18 de mayo de 2016
Objetivos de la Terapia Breve Sistémica orientada a soluciones 1/3
En entrada anterior (Etapas del proceso de la TBSo) se enumeraron los objetivos de la Terapia breve sistémica orientada a
soluciones que son 3: a) Cambiar la forma de actuar en el problema, b) Evocar
recursos y fortalezas para aplicar a la situación problemática y c) Cambiar la
forma de percibir el problema. Se ejemplificará cada uno de los objetivos con
una viñeta de caso para permitir al lector profundizar en cada uno de
ellos. En esta entrada se abordará el
primero de ellos, los restantes en subsecuentes entradas.
Cambiar la forma
de actuar en el problema
Javier es un niño de 11 años pero tiene la mirada de un adulto,
intimida. Su familia, compuesta por tres generaciones (madre, abuela, tía
abuela, tía y dos hermanos menores), lo ha llevado a terapia por que su
conducta se ha vuelto incontrolable. Lo corrieron de varias escuelas y en todas
ellas maestros y autoridades escolares lo catalogaron como incorregible.
Desafiaba la autoridad, amedrentaba a sus pares y maldecía a los cuatro vientos
por todos los espacios de la escuela.
En el hogar reinaba el miedo y la incertidumbre y una
sensación de desgaste incapacitante. “¡Es insoportable! – refería la madre- se
la pasa todo el día insultándonos. No podrían imaginar el nivel de palabrotas
que domina”
Mi coterapeuta pidió a Javier darnos una demostración.
Este lanzó una mirada retadora, volteó hacia su madre y comentó: “ni creas que
le daré ese gusto al doctor”
Al finalizar la sesión les sugerimos la siguiente tarea:
todas las noches al finalizar la jornada, la madre tenía que dedicar unos
minutos con Javier. Sentados frente a frente, su madre le pediría decir todas
las palabrotas posibles durante 20 minutos. Debido a que la actividad podría
resultar desgastante y apelando a la idea de una red de apoyo, los demás
adultos de la familia podrían relevar a la madre cuando ésta lo considerada. Si
durante el día lo escuchaban decir una palabrota, lo felicitarían por hacer la
tarea de los terapeutas y le pedirían recordarla para sus 20 minutos nocturnos.
En la sesión subsecuente los adultos de la familia se
mostraron molestos por el hecho de que Javier no había realizado la tarea de la
manera en que se sugirió. “Sólo el primer día la hizo- refirió la abuela- pero
no duró más de 5 minutos. Después de esto, se retiró a su cuarto y escribió
maldiciones en un cuaderno. Luego de este evento nadie pudimos convencerlo de
que dijera una sóla palabrota que no fuera escrita”
Los terapeutas nos mostramos sorprendidos de que Javier
no haya dicho palabrotas en las últimas semanas y sugerimos un elemento
adicional a la tarea: Podía utilizar su cuaderno en los 20 minutos nocturnos y
leerlo hasta completar la actividad.
Las palabrotas cesaron considerablemente. En las sesiones
subsecuentes conversamos sobre alternativas para ayudar a Javier a expresar lo
que le molesta.
Como se observa en el ejemplo, en la terapia se motiva a
los miembros de la familia a cambiar acciones e interacciones que intervienen
en una situación problemática, modificando los intentos de solución fallidos o
perturbando los patrones intra e interpersonales con la finalidad de conseguir
mayores posibilidades de resolver el problema y lograr los cambios deseados. Cabe señalar que si se modifica la manera de actuar en la situación problema los miembros de la familia podrán encontrar o recuperar recursos y capacidades. La
técnica principal para lograr este objetivo es la directiva conductual.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)