viernes, 24 de agosto de 2018

Modelo de cooperación de Steve de Shazer


En esta entrada se describe un modelo de cooperación en  la relación terapéutica que surge del ejercicio de la terapia centrada en soluciones. En primera instancia se presentan los presupuestos que fundamentan el modelo, para después mostrar de manera gráfica su método y finalizar con las implicaciones prácticas. Es propósito de este escrito contribuir al tema relacionado con los elementos para la elaboración y administración de directivas que se ha abordado, de manera puntual, en entradas anteriores (Directivas 1 y Directivas 2).  

Presupuestos
a)    Muerte de la resistencia

de Shazer afirma que, en un contexto clínico, el tradicional concepto de “resistencia” es una idea inútil que ha perjudicado a los terapeutas. Implica ubicar en la persona del paciente un proceso propiamente interaccional: la colaboración. El profesional, al centrarse en las cuestiones de la resistencia, el poder y el control genera un proceso de etiquetado que afecta la relación terapéutica. En palabras del propio de Shazer (1995), “con este tipo de idea en su mente el terapeuta puede realmente generar “resistencia” o no cooperación, cuando no directamente conflicto. Es decir que las concepciones del terapeuta son capaces de producir profecías de autocumplimiento, con un desenlace infortunado”. Como los conceptos de “resistencia” y de “cooperación” se excluyen recíprocamente, si un profesional opta por ver la conducta de su cliente como resistencia, no podrá ver los intentos por cooperar y viceversa. 


  
b)    Una teoría de la cooperación

de Shazer desarrolla un modelo de colaboración en la relación terapeuta-cliente a partir de los trabajos de Robert Axelrod sobre el fenómeno de la cooperación. Axelrod y Hamilton realizaron sus investigaciones sobre interacciones entre programas de computación que participan de un juego basado en el dilema del prisionero. En el siguiente video se explica este dilema:





Estos autores nos advierten que si los participantes en este juego continuaran indefinidamente, entonces la estrategia que mejor recompensa a ambos, a diferencia que en el dilema del prisionero original, no es la defección (confesar) si no la cooperación (no declarar).

El programa vencedor de los torneos realizados para la investigación fue el denominado “Ojo por ojo” que tenía la estrategia de cooperar en la primera movida, y en hacer después lo mismo que el otro jugador (si cooperaba, él coopera y si defeccionaba, él defeccionaba). Axelrod concluye que incluso los programas de computación (que carecen de sentimientos) se comportan de modo tal que produce un comportamiento cooperativo (recíprocamente beneficioso).

Con respecto al estudio de Axelrod, de Shazer (1995) menciona que “cuando se juega contra oponentes la idea es que uno “gana” o “pierde”, pero cuando se juega con otro, la idea es trabajar por el éxito conjunto”. Tal como lo hace el “Ojo por ojo” al ajustarse a las pautas del otro jugador.

c)    “Ojo por ojo” en el proceso de terapia

Con base a la estrategia del “Ojo por ojo", de Shazer ha elaborado un modelo de cooperación que responde a la siguiente lógica: el terapeuta se describe a sí mismo la particular manera en que la familia intenta la cooperación, para después cooperar con ese modo de la familia, y así promover el cambio.

Tal como ocurre en el programa de “Ojo por ojo”, el profesional en la terapia presupone la cooperación desde el principio. El terapeuta promueve la colaboración desde la primera movida y tras la respuesta de la familia se ajusta a ella haciendo lo mismo.

Las siguientes figuras (La tabla y el árbol de decisión) describirán a detalle el modelo de cooperación de de Shazer:   



Figura 1 árbol de decisión de la cooperación


Si el cliente reporta que…

…Entonces el terapeuta…

Hizo la tarea de manera directa

Asigna una tarea concreta y directa

Modificó la tarea asignada

Asigna tarea fácilmente modificable, que incluya opciones o indirecta

Fue vaga o confusa la realización de la tarea

Asigna tareas lo más vagas posibles y/o historias

No llevó a cabo la tarea

No deja ninguna tarea

Implicaciones prácticas

1)    Escuchar y observar cuidadosamente a los clientes para hallar pistas que ayuden a identificar las pautas peculiares de respuesta colaborativa. Estas pistas se pueden encontrar en el lenguaje verbal y no verbal tanto como en la forma en que llevan a cabo las directivas. Una vez descubiertas dichas pistas, se sugiere que el profesional se ajuste a la particular forma de cooperar del cliente.

2)    Utilizar todo aquello que la familia trae a terapia con el objetivo de mejorar el proceso de cooperación. El terapeuta puede enfocarse en los lados fuertes y recursos de los miembros de la familia, usar sus palabras clave y sistema de creencias, además de sus conductas no verbales.

3) Poner rótulos positivos a las conductas del paciente, el uso del yo terapeuta, el sentido del humor, la normalización y los elogios son herramientas para fomentar la cooperación en la relación terapeuta-cliente.  

Hasta aquí se ha presentado un modelo para promover el proceso de cooperación en la relación terapeuta-cliente. Se concluye recalcando la importancia de tomar en cuenta la oportunidad de cambio  en todo momento: además de ajustarse a cada una de las respuestas del cliente se sugiere que el profesional introduzca pequeñas diferencias “que hagan una diferencia”.







Referencias bibliográficas


de Shazer, Steve (1995) Claves para la solución en terapia breve. Paidós.
Lipchik, Eve (2002) Terapia centrada en la solución. Amorrortu editores.
Selekman, Matthew (1996) Abrir caminos para el cambio. Gedisa, 



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