lunes, 1 de marzo de 2021

El autocuidado del terapeuta: Cómo identificar el desgaste profesional e intervenir

 


El autocuidado del terapeuta

Cómo identificar el desgaste profesional e intervenir

 

“Sin exagerar, podríamos decir que al menos la mitad de cada

tratamiento consiste en el autoexamen del médico, pues solo aquello que

él corrija en sí mismo lo podrá corregir en el paciente. Tampoco es

 un fracaso si siente que el paciente lo golpea o incluso lo supera:

es su propio dolor lo que da la medida de su poder para sanar

Carl Gustav Jung

 

En esta entrada se aborda el tema del autocuidado del terapeuta. Primero se repasan los riesgos a los que se enfrentan los profesionales de la salud mental en su práctica clínica y el proceso de desgaste profesional por el que puede atravesar. Se revisan también una serie de pautas problemáticas que pueden generar ese desgaste y, por último, se  enumeran 7 estrategias basadas en el autocuidado para prevenir los riesgos a los que está expuesto el profesional.

 

Riesgo del profesional

 

Los profesionales en el campo clínico están sujetos a riesgos psicosociales de su actividad laboral. La psicoterapia es una actividad que conlleva una tensión añadida específica, aumentando estos riesgos psico-emocionales que amenazan el rendimiento del terapeuta y la asistencia que ofrece.

 

En la tabla siguiente se describen 4 cuadros que pueden manifestarse en personas que se encuentran en una relación de cuidado con respecto a otras, especialmente en profesionales asistenciales que requieren en su trabajo diario establecer un profundo e intenso contacto con personas que en muchas ocasiones experimentan situaciones de dolor, miedo, angustia y muerte.    

 

 

Riesgo

Definición

Síntomas

 

 

Síndrome de desgaste profesional (C. Maslach, 1986)

 

 

Es la respuesta extrema al estrés crónico originado en el contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también afectaría a aspectos organizacionales y sociales.

 

 

 

Agotamiento emocional

 

Despersonalización

 

Falta de realización personal

 

 

 

 

Trauma vicario (McCann, 1990)

 

 

Síntomas traumáticos sufridos por los profesionales que integran equipos que trabajan con víctimas que sufren violencia. Es una especie de victimización vicaria sufrida por el terapeuta encargado de la asistencia de las víctimas y, por el hecho de ser testigo de tan horrendos testimonios.

 

 

Síntomas de TEP:

 

Reviviscencia del hecho

 

Evasión

 

Hiperexcitación

 

Pensamientos y estados de ánimo o sentimientos negativos

 

 

 

 

 

 

Fatiga por compasión (Figley, 1995)

 

 

Un tipo de estrés resultante de la relación de ayuda terapéutica, de la empatía y del compromiso emocional. Este término, visibiliza una realidad que afecta específicamente a profesionales que trabajan con el objetivo de aliviar el sufrimiento en la vida de las personas que atienden, aparte de ser vulnerables a otros tipos de estrés o al desgaste por el trabajo.

 

 

 

 

 

Síntomas de desgaste profesional o

 

 

Síntomas de TEP

 

 

 

 

 

 

 

Asincronía del profesional (Boscolo, 1996)

 

 

La percepción del tiempo que tienen los profesionales es bien distinta a la que tiene la familia, por ello no se producen cambios y/o deseos de cambio. Las familias, los profesionales, los servicios y el contexto tienen diferentes unidades de medida, y distintas percepciones del tiempo en que deben afrontarse los problemas; se produce una asincronía.

 

 

Que nada que pueda hacer lo ayudará; Cansado, incluso agotado y abrumado; Sentirse un fracasado; Que no está haciendo bien su trabajo; Frustrado; Cínico; Desconectado de los demás, sin sentimientos, indiferente; Deprimido; Que necesita consumir alcohol u otras sustancias que alteran su mente para enfrentar sus tareas

 

  

Proceso del desgaste profesional en el terapeuta

 

El desgaste profesional no se presenta de la noche a la mañana, antes bien supone una evolución paulatina en un proceso de 12 etapas diferenciadas y secuenciadas. En la siguiente imagen se ilustra el proceso seguida de la descripción de cada una de las etapas:

 

1. Compulsión para probarse a sí mismo: El terapeuta tiene ideas perfeccionistas y se conduce con ambición. Es exigente consigo mismo y está dispuesto a decir que “si” a toda petición con tal de demostrar su valía.

  

2.    Ritmo de trabajo intenso: El terapeuta intenta resolver en forma perfecta y expedita las tareas que le han encomendado, absorbe tareas extras y presenta dificultades para delegar.

 

3.    Negación de las propias necesidades: El terapeuta está dispuesto a invertir más horas y esfuerzo a las tareas laborales, se lleva trabajo a casa y casi no descansa. Por consiguiente, descuida a su familia y las relaciones sociales.

 

4.    Desplazamiento de conflictos: El terapeuta comienza a verse rebasado por el ritmo de trabajo y percibe que algo no va bien en su vida, pero no es capaz de identificar las causas. Aparecen síntomas: cefalea, nauseas, dolores musculares, disfunciones sexuales, insomnio, alteraciones del apetito, ansiedad, etc. Comienza a presentar errores y fallas técnicas.

   

5.    Revisión de valores: El terapeuta intenta replantear la manera que se está organizando. Su ajuste consiste en descartar sus necesidades físicas, sociales y emocionales con la finalidad de evadir conflictos y disminuir el costo emocional. Se muestra insensible, calculador y desapegado.

     

6.    Negación de problemas emergentes: El terapeuta muestra actitudes cínicas, agresivas y carentes de empatía. Su comportamiento está dominado por la impaciencia y la intolerancia.

   

7.    Aislamiento: El contacto social del maestro se mantiene al mínimo. Las relaciones familiares y sociales las percibe como una carga y, por tanto, las evita.

 

8.    Cambios conductuales evidentes: El terapeuta se conduce temeroso, apático, tímido, con cierta paranoia. Se muestra irritable, a la defensiva y por ende con conflictos interpersonales constantes.

  

9.  Despersonalización: El terapeuta parece funcionar en “modo piloto automático”, desconectado y ajeno a sus propias emociones y necesidades. Percibe su vida como carente de significado y llena de estrés.

 

10. Vacío interno: El terapeuta se encuentra abatido, agotado, inmerso en la ansiedad. Pueden presentarse en esta fase: fobias, ataques de pánico y conductas adictivas (comida, compras, sexualidad o sustancias)

 

11. Depresión: El terapeuta presenta cambios emocionales acusados que incluyen la desesperanza, desesperación, agotamiento, culpa, enojo, pensamiento pesimista, tristeza, sensación de vacío e incluso ideación suicida.

 

12. Síndrome de Desgaste profesional



Patrones Interpersonales Problemáticos de desgaste profesional en terapeutas

 

Se presentan a continuación 7 patrones interpersonales problemáticos relacionados con el desgaste profesional. Estas pautas representan un riesgo en la medida en que llevan al terapeuta a experimentar frustración laboral, poco control de su trabajo, monotonía, expectativas poco claras, deterioro de las relaciones y red de apoyo, fatiga, sentimientos negativos, inadaptación y desequilibrio entre la vida laboral, familiar y social. Las categorías que se exponen aluden a características individuales sólo con fines didácticos y no representan etiquetas personales sino descripciones de interacciones

 

Terapeuta Obsesivo

 

Por temor sigue al pie de la letra el “manual” del modelo y experimenta frustración sino logra la perfección de las sesiones e intervenciones.  Entre más trata de controlar las variables más falta de control percibe. Basa su conducta en “debeísmos”           

 

Empuja al cambio cuando aún no están listos los pacientes. Su frustración afecta la relación con los pacientes. En vez de ver a la persona, sólo ve el modelo de terapia. Carece de tiempo debido a que toma muchos cursos y lee vorazmente para perfeccionar su técnica.

 

Terapeuta Racional o intelectual

Da preponderancia a la teoría, a tener explicaciones de lo que sucede. Destina mucho tiempo en la etapa de evaluación. Mucho diagnóstico y poca o nula intervención. En su vida personal y familiar también experimenta esa falta de conexión, debido a que siempre está pensando en sus casos.

 Los pacientes lo perciben lejano y frío. Es difícil establecer una conexión emocional con él y por tanto los pacientes no tendrán la confianza y seguridad necesaria para animarse a realizar los cambios.

 

Terapeuta impotente o desvalorizado

 Muestra sentimientos de ineptitud y autodescalificación respecto a su rol profesional. Frecuentemente experimenta culpa e interpreta toda situación de la terapia como signo de su ineficacia.  Su profecía se autocumple y experimentara perpetuamente insatisfacción laboral.

Los pacientes lo perciben inseguro y vacilante. Algunos pacientes se mostrarán confundidos y por la falta de claridad desertarán del proceso. Otros pacientes se conectarán con la culpa del terapeuta: “Desde que venimos, estamos peor”, “tan caro, no más por platicar”, etc.

 

Terapeuta aterrado          

 Sucumbe ante su propio miedo, se paraliza. Tiene constantemente dialogo interno (“y si se enoja, empeora, se trauma, me culpa”). Imagina frecuentemente el peor de los escenarios (“se suicidará por mi culpa, me demandarán, se golpearán).

 La parálisis le resta voz y protagonismo al terapeuta y los pacientes cada vez más imponen su visión de las cosas enganchando al terapeuta con su discurso problematizador.

 

Terapeuta omnipotente  

 Por mecanismo de compensación desarrolla una seguridad ficticia y la creencia de que es un genio de la psicoterapia. Tiende a descalificar a sus colegas, a los enfoques de terapia y, por supuesto, a los pacientes. No necesita ir a supervisión de casos, ni mucho menos llevar un proceso personal.

Se relaciona pedantemente con sus pacientes y colegas a quienes impone su “verdad”. Tarde o temprano sus relaciones se desgastan y deterioran afectando su eficacia profesional. Culpará a los demás de sus fracasos y los pacientes se alejarán o desarrollarán codependencia.

 

Terapeuta vale todo

 Aparenta una actitud relajada y distendida, sin embargo, su trabajo es desorganizado y poco reflexivo. Actúa por intuición debido a que no ha integrado un modelo de terapia: Se define como ecléctico.

 Los constantes errores técnicos y epistemológicos desgastarán la relación terapéutica y comprometerá el éxito en los procesos. Los pacientes que prefieren el orden se alejarán. Los pacientes desordenados experimentarán mayor caos.

 

Terapeuta bombero

 Su actitud es de sacrificio y disponibilidad incondicional. Se muestra sobreprotector de sus pacientes a quienes ayuda dentro y fuera del área de consulta. Relega su vida personal por privilegiar la profesional. Es reactivo a las crisis de los pacientes de los cuales busca siempre el reconocimiento: “qué bueno es”

Su hiperresponsabilidad genera en los pacientes falta de responsabilidad minando de forma importante su sentido de autoeficacia. Es común que genere con sus pacientes relaciones de codependencia. Su activismo lo pondrá en riesgo de desgaste profesional.

 

Estrategias de autocuidado del profesional

 

Uribe (1998) describe el autocuidado como “una práctica que involucra líneas de crecimiento en las que toda persona debe trabajar cotidianamente para tener un desarrollo armónico y equilibrado. Estas líneas de crecimiento que propician un desarrollo integral se relacionan con la dimensión emocional, física, estética, intelectual y trascendental del ser, a través del desarrollo de las habilidades afectivas, cognoscitivas y sociales”

 A continuación, se describen 7 estrategias que fomentan el autocuidado en los profesionales. Aunque son acciones que funcionan de forma autónoma, todas ellas tienen 3 características en común: 1) son competencias a desarrollar, 2) promueven salud, bienestar emocional y mejora de la calidad de vida y 3) ayudan a enfrentar y resolver condiciones de desgaste asociadas al ejercicio profesional.    

 

Supervisión de casos

 La supervisión es la estrategia de autocuidado más importante para un profesional.  Es el proceso destinado a favorecer el desarrollo del terapeuta en el ámbito profesional que se realiza mediante un diálogo reflexivo en torno a los casos e inquietudes de su práctica. 

  La supervisión presenta varias ventajas para el terapeuta: le ofrece asesoría para sus casos, apoya el aprendizaje del modelo de terapia, da soporte emocional, fomenta el trabajo en equipo y favorece el autoconocimiento y el crecimiento profesional.


 La práctica de la supervisión engloba varias actividades:


Supervisión en retrospectiva:

 

Asesoría individual: un supervisor asesora la práctica al terapeuta mediante el análisis de un video o la presentación oral o escrita del caso.

 

Grupo de supervisión: Un supervisor dirige a un grupo de terapeutas que en conjunto analizan sus casos en un formato grupal.

 

Supervisión en vivo: un supervisor acompaña el caso en tiempo real mediante la cámara de Gessell o el circuito cerrado de video. Puede incluir o no la participación de un equipo terapéutico.

 

Pausas regenerativas y creativas

Hacer pausas regenerativas en la jornada laboral representa un respiro para el terapeuta y la oportunidad de equilibrar el trabajo con el descanso. Por otro lado, hacer una pausa creativa permite al profesional alejarse de los problemas para tomar perspectiva al momento de intervenir en terapia.

 En la pausa regenerativa (Rossi,1993) el profesional realiza una pausa cada 90 o 120 minutos a lo largo de su jornada diaria. En esa pausa accede a su respiración y elabora una pregunta regenerativa, por ejemplo:

 

“Si mi mente interna considera oportuno, y si no tiene otra cosa mejor que hacer para mí, me pregunto si entonces puede trabajar en organizar mis mejores ideas, mis experiencias, mi creatividad, mi fantasía y todo lo que hay de positivo dentro de mí y poder ser eficiente en mis casos mientras mi mente externa se distrae o divaga en los próximos 20 minutos

 

La pausa creativa es una estrategia que consiste en dividir la sesión de terapia en 3 momentos: 1) de entrevista para recabar información, 2) de pausa para elaborar el mensaje de recapitulación y 3) de devolución del mensaje final. De tal manera que el terapeuta puede ajustar su postura a cada una de las etapas. En la primera adopta una postura de curiosidad, en la segunda su postura es basada en la creatividad y la tercera en la directividad.

 


Centrarse en los lados fuertes, recursos y soluciones del cliente

 

Centrarse en los déficits, lo que no funciona y los problemas tiene un efecto en la percepción del cliente y del terapeuta. Luego de 45 minutos de entrevista la situación presentada se percibirá como aplastante, complicada y desesperada.  Contrario a esto, centrar la conversación en los lados fuertes, recursos y soluciones del cliente ayudará a percibir la situación presentada de forma notable y estimulante.  

 La estrategia consiste en orientar la conversación de la terapia hacía las excepciones (de Shazer, 1999) haciendo preguntas de cambio pretratamiento, de proyección a futuro y para explorar éxitos pasados y áreas de competencia.

 Charles (2005) propone utilizar un formato hipnoamnésico en las sesiones para administrar el tipo de información que se aborda en la entrevista. Sugiere dividir en 3 etapas la sesión: 1) Una etapa inicial en donde se recabe información con connotación positiva, relajada y optimista, 2) Una etapa central en donde se recabe información de connotación negativa, triste y desagradable y 3) una etapa final que permita hacer un cierre optimista y esperanzador.  

 

Rituales para el profesional

 Los rituales como técnica de intervención terapéutica se han utilizado con éxito en contextos clínicos y de acompañamiento personal y familiar. Sin embargo, su aplicación como estrategia de autocuidado del terapeuta ha sido poco estudiada.  

Esta estrategia se trata de “una secuencia de acciones simbólicas, engarzadas en una metáfora fundacional y realizadas en una atmósfera pregnante, que sirve para evocar y canalizar un conjunto complejo de emociones de modo que pervivan en la vida cotidiana (más allá del espacio y tiempo rituales) y modifiquen la experiencia emocional de sus participantes y, a través de ello, su conducta y cognición en relación con un problema o tema determinad” (Laso, 2015)

Ejemplos de rituales para el profesional son los siguientes:

 

         Escribir, leer y quemar

         Dibujo externalizador del estrés

         Baño de luz liberador

         Lavado de manos o aplicación de gel antibacterial y antitrauma después de la sesión

         Sacudir el problema

         Visualizar planes agradables y relajantes al terminar la jornada

         Amuleto de acceso a recursos positivos

         Altar de los maestros de la terapia y personajes que admira

 

Modificar el pensamiento

Esta estrategia está basada en el método de reestructuración cognitiva que consiste en aprender a identificar los pensamientos “negativos” asociados al malestar para poder debatirlos y desarrollar un modo de pensar diferente.

La metodología incluye al menos 3 pasos:

 

1)    Identificar pensamientos asociados al malestar. El profesional puede apoyarse de un diario de pensamientos (ver figura de abajo)


 

2)    Una vez identificado el pensamiento se le clasifica y

 




3)    Se realiza un debate para poder desarrollar cogniciones alternativas

 

Entrevista con eI paciente internalizado

 Es una estrategia basada en el método de la “Entrevista Con el Otro Internalizado” desarrollado por Karl tomm (ver aquí) y que se basa en la idea de que el “yo” está hecho de la comunidad de “otros significativos” que una persona ha internalizado a lo largo de su vida. La estrategia consiste en dar voz a ese “otro” que influye en nuestros sentimientos y conductas.  

Este ejercicio se realiza en pares. Un terapeuta se imagina ser, pensar y sentir como el paciente mientras su compañero le hace preguntas a este otro bajo la voz del primero con la intención de sugerir ubicarse en la posición y visión del otro y verse a sí mismo desde la perspectiva de su paciente con el fin de reflexionar y profundizar acerca de su práctica clínica.

Ejemplos de preguntas son las siguientes:

 

¿Qué impacto tuvo tu terapeuta en ti?

¿Qué es lo que más valoras de él o ella?

¿Qué hizo tu terapeuta para aumentar tu esperanza y optimismo?

¿Qué cosas que hizo o dijo te ayudaron más?

¿Qué te hubiera gustado decirle?

 

Sentido del humor y emociones positivas

 

Además de los 5 sentidos que le ayudan al terapeuta a percibir el mundo, existe otro sentido muy importante: el del humor. Este sentido se considera una posición ante la vida que le permite interpretar el mundo que le rodea desde una mirada alegre, optimista y con esperanza. Además, fomenta el afrontamiento optimista de los problemas y mejora las relaciones.

 Se distinguen 3 usos del sentido del humor en la terapia: 1) El humor para disminuir la tensión al inicio de una sesión, 2) el humor como ingrediente de las prescripciones paradójicas y 3) el humor cómo reacciones inesperadas del terapeuta.

 

Para utilizar el sentido del humor en la terapia se sugiere un método basado en la propuesta de Thorson y Powell (1993) en el que el terapeuta incluye en su práctica los 4 componentes del sentido del humor:

 

1)    Apreciar el humor: Identificar situaciones humorísticas en las sesiones de terapia, evaluar el sentido del humor en los miembros de la familia, reconocer el humor como un recurso de la persona y la familia.

 

2)    Crear el humor: aprovechar la oportunidad para resaltar incongruencias, develar paradojas, llevar al absurdo elementos de la conversación con los clientes, abordar de manera lúdica ciertos tópicos, etc.

 

3)    Afrontar las dificultades con optimismo: brindar un enfoque optimista de los problemas e invitar a los clientes a ver el lado positivo de las situaciones que les quejan.       

 

4)    Mejorar las relaciones con el humor: utilizar el sentido del humor en la fase de enganche por ejemplo para disminuir la tensión al inicio de una sesión o conocer a la persona al margen del problema.  

 

Por otro lado, se sugiere partir de la idea de psicología positiva (Vázquez, 2008) acerca de promover emociones positivas en la persona del terapeuta con actividades como:

 

         Carta de gratitud

         Tres cosas positivas de mi jornada laboral

         Tu mejor recuerdo como terapeuta

         Identificación de fortalezas personales y profesionales

         Utilización de las Recursos y Lados Fuertes de la persona del terapeuta

 

Conclusiones

 Hasta aquí se ha abordado el tema de los riesgos profesionales del terapeuta, se enumeraron los principales cuadros sintomáticos, se describieron los patrones interpersonales que lo llevan a experimentar ese riesgo y se brindó una propuesta basada en el autocuidado para mitigar estos factores de vulnerabilidad.

 

Se concluye que es de suma importancia fomentar e implementar estrategias de autocuidado en los profesionales de la salud mental a fin de prevenir dificultades psicoemocionales en su persona. Las estrategias que se han presentado en este escrito pueden llevarse de manera independiente o como parte de un plan global de autocuidado profesional tal como lo propone Marín (2016). Este autor sugiere una metodología de 3 pasos, a saber: 1) incrementar el grado de atención y la conciencia, 2) romper el aislamiento y 3) formular un plan estructurado.   

 

Bibliografía:

 

Boscolo, L. (1996) Los tiempos del tiempo. Paidós, Barcelona.

Ceberio, M. y Linares. (2005) Ser y hacer en terapia sistémica. Paidós, Barcelona,

Charles, Ruperto (2007) Terapia breve sistémica en soluciones para parejas y padres. Editorial Cree- Ser,

de Shazer, Steve (1999) En un origen las palabras eran magia. Gedisa, Barcelona.

Huggard, P., Stamm, B.H. & Pearlman, P.A. (in press). Physician stress: Compassion satisfaction, compassion fatigue and vicarious traumatization. En C.R. Figley & P. Huggard (Eds.), First do no self-harm: Understanding and promoting physician stress resilience. USA: Oxford University Press.

Imber-Black, E. (1997). Rituales terapéuticos y ritos en la familia. Barcelona: Gedisa.

Laso, E. (2015). Los rituales terapéuticos familiares: una propuesta teórica en clave emocional. Redes, 32, 21-34. Recuperado de: http://redesdigital.com.mx/index.php/redes/article/view/60

Keeney, Bradford (1992). La improvisación en psicoterapia. Paidós, Barcelona,

Marín, Miguel. (2016) Cuídate para cuidar a otros. Editorial Pax de México.

Maslach y Leiter (1997) The truth about burnout. San Francisco, CA: Jossey Bass.

Montalvo, R. y Espinosa (2011). Supervisión y terapia sistémica. Modelos, propuestas y guías prácticas. Editorial Cree- Ser. Monterrey, 

Rubin Wainrib B., Bloch E. (2000) Intervención en crisis y respuesta al trauma. Teoría y práctica. Desclée de Brouwer, Bilbao

Rossi, E. y Nimmons, D. (1993) Los 20 minutos de pausa. Editorial EDAF, Madrid

Thorson, J. A., & Powell, F. C. (1993). Sense of humor and dimensions of personality. Journal of Clinical Psychology, 49(6), 799–809

Uribe, Tulia (1999) El autocuidado y su papel en la promoción de la salud. En Investigación y educación en enfermería, ISSN 0120-5307, ISSN-e 2216-0280, Vol. 17, Nº. 2, 1999, págs. 109-118

Vázquez, Carmelo (2008). Psicología positiva aplicada. Desclée de Brouwer, Bilbao,

lunes, 15 de febrero de 2021

Entrenamiento en Terapia Breve Sistémica 2021

 


Oxigene Servicios Múltiples para la Familia A. C.

 

Invita a:

 

DIPLOMADO EN TERAPIA BREVE SISTÉMICA

 

 Guadalajara, Jal.  Julio 2021- Junio 2022

 

   El curso tiene el propósito de ofrecer un marco conceptual y teórico para comprender la intervención terapéutica en sistemas humanos desde el modelo de Terapia Breve Sistémica.

Además de proporcionar herramientas esenciales para el abordaje y asistencia de sistemas (familiar, pareja, individual) en el contexto terapéutico.

 

OBJETIVOS

 

El participante:

 

·         Identificará los principios teóricos y fundamentos básicos del modelo TBS.

·         Identificará los principios técnicos que sustentan las intervenciones del modelo TBS.

·         Desarrollará habilidades en el abordaje del desarrollo del proceso de terapia y promoción de cambio en los sistemas consultantes.

 

DIRIGIDO A:

 

•          Alumnos de la carrera de psicología

•          Psicólogos

•          Médicos

•          Terapeutas

•          Trabajadores Sociales

•          Profesionales afines

 

  

METODOLOGÍA

 

La enseñanza es práctica ya que se dirige a que los participantes adquieran habilidades de intervención con familias, parejas y personas de forma individual. Las actividades programadas en las sesiones son las siguientes

 

·         Exposición oral

 ·         Exposición – demostración de las técnicas

 ·         Ejercicios vivenciales

 ·         Ejercicios de simulación de roles (en parejas y en grupo)

 ·         Análisis de casos mediante presentación de intervenciones videograbadas

 ·         Supervisión de casos de los participantes

 

 

CONTENIDO

 

1.    Introducción

 

La terapia Breve Sistémica como modelo para el trabajo con familias y parejas.

Presentación del programa. Conceptos básicos: La familia como sistema, la terapia como sistema.

 

2.    Fundamentos teóricos de la Terapia Breve sistémica I

 

Teoría de la comunicación humana. Marco sistémico, axiomas de la comunicación, comunicación patológica, la intervención sistémica

 

3.    Fundamentos Teóricos de la Terapia Breve Sistémica II

 

Conceptualización del cambio. Cómo se forman y cómo se solucionan los problemas humanos.

 

4.    Introducción al modelo de Terapia Breve centrada en Soluciones

 

Historia de la TBSo. Diferencias epistemológicas con respecto a otros modelos. Presupuestos básicos.

 

5.    Proceso de la TBS y técnicas de enganche e involucramiento

 

Etapas del proceso de la TBS. Plan global de la terapia. Técnicas de enganche: Cómo realizar el primer contacto, la orientación y sacarle provecho a la fase social.

 

6.    Técnicas de TBS: Definición de metas

 

El trabajo con la queja y la demanda. Cómo negociar el plan de intervención con la familia. Cómo definir metas manejables. Cómo redefinir el problema o queja presentado por la familia.

 

7.    Técnicas de TBS: Trabajo con excepciones

 

El trabajo con las excepciones (mapas, guías y esquemas). Cómo trabajar el cambio pretratamiento. Cómo utilizar recursos y soluciones de otras áreas del cliente, Cómo construir soluciones hipotéticas mediante la proyección a futuro.

 

8.    Técnicas de TBS: La devolución

 

La técnica de pausa como catalizador del proceso creativo en la terapia. Cómo realizar reencuadres y comentarios de resignificación. Cómo elaborar y trasmitir las tareas.

 

9.    Técnicas de TBS: Habilidades de comunicación

 

Diferentes perspectivas del lenguaje. Habilidades de comunicación en la entrevista con clientes y familias: para administrar la información, para ajustarse al lenguaje, para encauzar el lenguaje, para mantener el control de la entrevista.

 

10. Técnicas de TBSo: Mantenimiento y terminación

 

Cómo trabajar con las mejorías. Cómo prevenir, reencuadrar y aprender de las recaídas. Cómo crear las condiciones adecuadas para la finalización del proceso de terapia. Cómo hacer sesiones de cierre. Cómo elaborar rituales en la fase de terminación.

 

 

11. Bloque de práctica: Supervisión de casos y aplicaciones del modelo a distintas problemáticas 

  

DOCENTES

 

·         MTF Bertha Vázquez Haro. Directora y fundadora de Oxigene Servicios Múltiples para la familia. Es psicóloga y maestra en terapia familiar por la Universidad de Guadalajara.

 

·         MTF Ma. De la Paz Sánchez Rosales. Terapeuta Familiar por la Universidad de Guadalajara. Ha enfocado su práctica sistémica a la orientación educativa y la docencia. Es directora del bachillerato Pedro Arrupe y docente en ITESO y Tzapopan.

 

·         MTF Gabriela Parra Sánchez. Psicóloga y terapeuta sistémica. Se dedica a la práctica clínica privada y la docencia en el ITESO. 

 

·         MTF Lourdes Aceves Ramírez. Psicóloga y maestra en Terapia Sistémica por la UNIVA. Coordina el programa de Plan de Desarrollo Familiar de Oxigene Servicios Múltiples para la Familia A.C. en donde se desempeña también como terapeuta y supervisor de casos.

 

·         Dr. Mauricio Leija Esparza. Paidopsiquiatra sistémico. Es médico adscrito al Instituto Jalisciense de Salud Mental en donde es encargado de la clínica de niños y adolescentes de la consulta externa del turno vespertino. Forma parte del grupo médico Caleidoscopio que brinda servicios de salud a niños y adolescentes en el hospital Puerta de Hierro. 

 

o   Lic. Berenice Flores Montejano. Es psicóloga egresada de la Universidad Marista de Guadalajara. Especialista en Hipnosis Ericksoniana por el Instituto Milton H. Erickson de Guadalajara.

 

o   MTF Germán Ríos Morfín. Psicólogo y terapeuta sistémico por el Instituto T Zapopan. Es docente en la Universidad Marista de Guadalajara y coordina el programa de Terapia de Sesión Única de Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

 

o   MTA Adriana Sigala Castro. Psicóloga por UNIVA. Tiene una maestría en investigación educativa y social. Trabaja como psicóloga en Educare, como Docente en la UdeG y como terapeuta en Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

 

·         MTBS Emmanuel Garibay Camacho. Psicólogo y terapeuta sistémico por el Instituto Jalisciense de Estudios Sistémicos. Es docente en la Universidad Marista de Guadalajara, Supervisor de casos y Coordinador de Programas y proyectos en Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

  

SUPERVISORES DE CASO

 

·         MTF Ma. De la Paz Sánchez Rosales

·         MTF Lourdes Aceves Ramírez

·         MTBS Emmanuel Garibay Camacho

  

 

ASPECTOS PRÁCTICOS

 

80 HORAS presenciales distribuidas de la siguiente manera:

40 Horas Teórico – Técnico en 20 sesiones  (Sábados)

40 Horas de supervisión de casos (2 sesiones mensuales de 2 horas durante 10 meses a confirmar días y horarios)

 

FECHA de Inicio:

 

Para el bloque teórico- técnico:

Julio del 2021

Para el bloque de supervisión de casos:
Septiembre 2021 a Junio del 2022



INVERSIÓN:

 

Inscripción $ 700.00

Curso  $4580.00

 


Interesados llenar ficha de pre-inscripción: Formulario de pre-inscripción del Diplomado TBS 2021-22

 

Platica informativa: 15 de Mayo del 2021

 

INFORMES E INSCRIPCIÓN:

 

Calle Puebla 309. Colonia Jesús. Guadalajara, Jal. México

Tel. 38 26 40 38

 

     oxigeneservmult@hotmail.com

           https://oxigeneservmult.wixsite.com/oxigeneserv

lunes, 1 de febrero de 2021

El engaño normalizado y su relación con problemas psicológicos

 


El engaño normalizado y su relación con problemas psicológicos

por Germán Ríos Morfín*

Esta entrada tiene relación con otras anteriores (Perspectiva relacional de la depresión y herramientas sistémicas ante el covid-19) ya que se centra en la reflexión sobre nuestro contexto social y la construcción de la identidad como parte relevante en la psicoterapia. Trataré, en esta ocasión, sobre algunas ideas acerca de la dinámica social del engaño y la traición. Subrayaré el tema como parte de una pauta personal que en apariencia es normal y además recomendable, pero que en realidad conlleva consecuencias sintomatológicas o conflictivas. Además, daré algunos ejemplos y mencionaré su relación con el miedo al rechazo, al encuentro con una imagen negativa de sí mimo o de poca empatía con los otros, y con el paso del tiempo, la limitación que genera en nuestro desarrollo pleno e íntegro.

Para empezar, tomaré la definición de engaño de la RAE, que lo refiere como: “falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre” y de la misma fuente, la definición de traición que lo refiere como “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”.

Cuando hablemos de la traición y el engaño nos referiremos a las situaciones en las cuales una(s) persona(s) niega un hecho o realiza actos que van en contra de alguien con el que se percibe un vínculo. En ocasiones, estas acciones van acompañadas de una justificación donde se intenta explicar por qué la falta de apoyo o el “ataque” a la persona, cuando se percibía una relación importante. Cabe aclarar que no todo conflicto o diferencia en las formas de pensar es una traición o engaño, en ocasiones el disentir es parte de una dinámica importante en las relaciones humanas[1], lo que aquí se quiere subrayar es la idea de la ausencia de reflexión ética, el acto de romper con los compromisos o transgredir el respeto a la dignidad por buscar comodidades, por mantener creencias rígidas (ideologías) o por querer tener privilegios y beneficios sin importar las consecuencias en los otros.

 

Análisis psicológico-social

Al reflexionar sobre las organizaciones o instituciones desde el contexto social, Raúl Medina (2014) advierte que las amistades son vínculos que, al ser vulnerables por la competencia y el acceso a mejores oportunidades, resultan proclives a engaños y traiciones. Las confesiones o los datos que comparten las personas como parte de su vida pueden ser utilizados como explicaciones de su comportamiento en sentido negativo o como mecanismos para resaltar las fallas y errores en el otro o la otra. Por tanto, sugiere que al compartir experiencias de vida se tenga cierto criterio profesional, no necesariamente basado en la suspicacia, sino en la prudencia (esto no implica la ausencia de amistades valiosas en el trabajo).

A partir del mismo análisis social, podemos tomar como referencia el concepto de la política del escándalo (Castells 2013), que tiene lugar cuando dos personas del mismo partido o de partidos contrincantes al estar en competencia, suelen mostrar información que genera una imagen negativa de su adversario. Llega a ser tan fuerte la disputa que el logro de un proyecto de nación se quiebra, pierde fuerza la propuesta político-social y en ocasiones se llega a mentir o engañar para lograr los objetivos o intereses del partido o grupo.

Por último, en este mismo análisis de grandes grupos humanos, podemos brindar un ejemplo a nivel de mercado. Las empresas buscan generar una impresión de sus productos añadiendo aspectos importantes no necesariamente relacionados con las ventajas reales; engañan a la gente y traicionan la confianza que se tiene en su empresa. Por ejemplo, las compañías refresqueras, no hablan de la cantidad de azúcar que contienen sus bebidas, pero si señalan la “frescura” que hay al consumirlas[2].

Desde el aspecto social, el normalizar estás dinámicas se puede relacionar con la ruptura del tejido social o los vínculos cercanos por querer alcanzar “mejores condiciones de vida”.

Con estos ejemplos resulta evidente cómo se puede confundir el engaño y la traición como un aspecto necesario para el éxito o cómo un medio para la supervivencia desde las creencias y dinámicas de interacción a gran escala de la convivencia humana. Sin embargo, esta misma dinámica se puede dar a diferentes edades y en diversos contextos.

Pautas familiares-personales

En la infancia y en la adolescencia es posible observar cómo operan las dinámicas de engaño y traición. Por ejemplo, cuando el niño comete un error o sabe alguna información y los papás le piden que no le diga a la pareja o al abuelo o abuela, porque se puede enojar. O en la adolescencia cuando los alumnos confiesan alguna experiencia personal que les causa vergüenza o temor y se usa para burlarse del otro, o también cuando se quiere la aceptación dentro del grupo y suelen hablar mal de un amigo o amiga para lograr ser aceptados.

Si observamos estos casos, la negativa a hablar de lo que sucede o la traición a la confianza aparecen recomendables e, incluso, una condición para la adaptación. Con el tiempo esas actitudes, cuando se establecen desde las principales figuras de apego en la niñez, favorecen la construcción de una experiencia ajena a las motivaciones o necesidades de la persona, la atención se centra en ajustarse a los demás y se alejan de las emociones.

Este funcionamiento puede ser tan común, que las personas al negar su experiencia personal se pierden de la información relevante que permitiría entender su mundo de una manera más compleja y completa (Semerari 2001[3]). En el fondo, este comportamiento se alimenta de la idea de que aceptar esos datos los deja en riesgo de ser rechazados por sus relaciones más significativas, se pudieran encontrar con una imagen adversa de sí mismos y vivir angustia o ansiedad (sufrimiento psicológico).

Entonces, el hecho de que el engaño y la traición son experiencias comunes no necesariamente significa que sean positivos. La noción ética es importante, no sólo las prácticas usuales. Pensar en si es bueno para uno mismo, para los demás y en general para el mundo pudiera ser un parámetro. Hay ocasiones que no es tan sencillo, aun así, podemos abonar a la reflexión de los principios de nuestro comportamiento, adaptar nuestros principios morales y generar una mejor relación con nosotros mismos y con los demás, en un diálogo constructivo.

La falta de una reflexión ética ante estas dinámicas normalizadas, la podemos notar en las personas que replican sistemas morales sin recurrir a una reflexión de su contexto. Puede ser que alguien exitoso en lo económico usualmente siga patrones sin hacer pausa en la motivación de fondo que conlleva. El jesuita James Martin[4] se da cuenta de esto y reajusta su sistema de valores para tener una vida más cercana a la experiencia humana y no sólo basada en la imagen y comodidades. Le generaba cierto desagrado la presión que existía cuando ingresaba a un trabajo en una empresa exitosa (debía cumplir con lo requerido del puesto, así como un perfil y nivel de gasto). Como consecuencia de este disentir de su medio social, confirmó su vocación por una elección de vida auténtica, centrada en el desarrollo humano y espiritual (en su caso es la vida religiosa; existen un sin número de otras opciones también valiosas que integran lo humano, espiritual y material).

Hay personas que suelen negar estas condiciones a pesar de su ineficacia con respecto a dar respuesta del sentido de la vida, no hacen una pausa para evaluar si sus decisiones y su contexto responden a lo que verdaderamente necesitan. Cuando vienen crisis personales, algunos logran relativizar esta búsqueda de riqueza y comodidades, otros a pesar de estas cuestiones luchan por mantener este estilo de vida[5]. Otros tantos cuidan este aspecto como una ilusión a pesar de que les cueste relaciones o experiencias de sufrimiento consigo mismos y con los demás (mucho tiempo en el trabajo, poco tiempo con los hijos y familia, estrés, enfermedades, etc.)

Una propuesta para la psicoterapia

Como terapeutas no basta con facilitar la reflexión ética relacionada con los modos o medios utilizados para lograr la satisfacción en la vida, donde pueden caber la traición y el engaño en diferentes dimensiones; muchas veces las personas que consultan ya los notan. Habrá que ayudar, además, a que puedan integrar los diferentes contenidos de su experiencia a sus creencias o esquemas para entender su mundo y que las puedan actualizar sin juzgarse, con una actitud compasiva. También habrá que respetar su miedo o su coraje al verse confrontados con la realidad y dialogar de aspectos de su vida que parecían olvidados. Además, la relación terapéutica sólida ayudará a que esta experiencia emocional negativa o rígida ante la realidad se pueda dialogar y buscar nuevos patrones de salud mental[6].

Como ya se ha mencionado, el engaño y la traición son una práctica que tiene dinámicas sociales normalizadas que se van sosteniendo de una ilusión a un estilo de vida y el miedo al rechazo o a la posibilidad de encontrarse con una realidad personal adversa o contraria a las expectativas de otros, deriva en prácticas poco satisfactorias (por ejemplo una persona que se dedica al comercio cuando quisiera ser historiador). El cuidado de la imagen se vuelve una demanda y un deber que complica la relación de la persona consigo misma y en la familia impide tener una relación o una comunicación clara donde se puedan definir las necesidades de los integrantes.

En la psicoterapia conjunta, esta reflexión sobre las verdaderas motivaciones de los integrantes de un sistema puede evitar mantener el engaño y la traición como pautas rígidas que limitan el dialogo y el sentir y se puede reestructurar el propósito de vida familiar. Probablemente las rutinas sigan igual, pero en los momentos de encuentro, los miembros de la familia podrán tener más apertura para establecer una convivencia auténtica que construya identidades más adaptativas, relaciones nutricias donde se pueda compartir el afecto y valorar las capacidades de los integrantes, donde puedan resolver los conflictos de manera abierta y asertiva, y en general tener ambientes que permitan que las personas tengan mayor capacidad de vivir con satisfacción y plenitud.

 

 


Germán Ríos Morfín, es psicólogo y terapeuta familiar, actualmente se desempeña como coordinador académico en el bachillerato Pedro Arrupe, docente en la Universidad Marista de Guadalajara y terapeuta clínico. Para conocer más su trabajo: Supervisión de la práctica en psicoterapia

 

Fuentes 

Castells, M (2012), “Comunicación y Poder”, México: Siglo XXI      

James Martin, Más en las obras que en las palabras. Bilbao: Ed Mensajero.

Laso, E. (2015). Terapia familiar en clave emocional,1: Breve revisión histórica. Revista Eléctrónica de Psicología de Iztacala, 18(2), Revistas UNAM. http://revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/50783

Medina, R. (2004). Cambios modestos, grandes revoluciones. Guadalajara: Ed. Red Américas

Medina, R (2013), Intervención sistémica en organizaciones. Comunicación personal. Zapopan, Jalisco.

Multimedios. (2020, 12 agosto). Estos son los primeros productos con el nuevo etiquetado en México. Milenio. https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/nuevo-etiquetado-estos-son-los-primeros-productos-nom-051

Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Reducir el consumo de bebidas azucaradas para reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://www.who.int/elena/titles/ssbs_childhood_obesity/es/

Real Academia Española. (s. f.). Definición engaño. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://dle.rae.es/enga%C3%B1o

Real Academia Española. (s. f.). Definición traición. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://dle.rae.es/enga%C3%B1o

Semerari, A (2002), “Historia, teoría y técnicas de la psicoterapia cognitiva”, Barcelona: Paidós.



[1] La obediencia sin reflexión ética está más relacionada con un sistema rígido que puede generar comportamientos sintomáticos en las familias.

[2] Esta situación del exceso de azúcares en refrescos se ha explicado desde hace varios años y no sólo ahora que se acordó etiquetar los productos en México hablamos de ello (Multimedios 2020). La OMS (s.f.) respecto a la salud infantil recomienda el consumo medido de estos productos.

[3] Menciona esta limitante como parte de una personalidad neurótica. La persona cuida mantener sus creencias y modos de vida y, al tener información contraría lo niega o actúa de manera agresiva para eliminar la contrariedad.

[4] Reflexiona al respecto antes de entrar a la compañía de Jesús, una congregación religiosa católica que es reconocida por su interés en su formación académica y social y sobre todo por sus ejercicios espirituales.

[5] Esteban Laso (2014) en su propuesta de terapia familiar en clave emocional insiste en ser conscientes de lo que necesitamos y no solo seguir las dinámicas del deber que nos imponen.

[6] La terapia familiar en clave emocional describe la importancia de hablar de los temas no dichos que están presentes en la conversación y se señalan a través del clima emocional (Laso 2014)