lunes, 15 de febrero de 2021

Entrenamiento en Terapia Breve Sistémica 2021

 


Oxigene Servicios Múltiples para la Familia A. C.

 

Invita a:

 

DIPLOMADO EN TERAPIA BREVE SISTÉMICA

 

 Guadalajara, Jal.  Julio 2021- Junio 2022

 

   El curso tiene el propósito de ofrecer un marco conceptual y teórico para comprender la intervención terapéutica en sistemas humanos desde el modelo de Terapia Breve Sistémica.

Además de proporcionar herramientas esenciales para el abordaje y asistencia de sistemas (familiar, pareja, individual) en el contexto terapéutico.

 

OBJETIVOS

 

El participante:

 

·         Identificará los principios teóricos y fundamentos básicos del modelo TBS.

·         Identificará los principios técnicos que sustentan las intervenciones del modelo TBS.

·         Desarrollará habilidades en el abordaje del desarrollo del proceso de terapia y promoción de cambio en los sistemas consultantes.

 

DIRIGIDO A:

 

•          Alumnos de la carrera de psicología

•          Psicólogos

•          Médicos

•          Terapeutas

•          Trabajadores Sociales

•          Profesionales afines

 

  

METODOLOGÍA

 

La enseñanza es práctica ya que se dirige a que los participantes adquieran habilidades de intervención con familias, parejas y personas de forma individual. Las actividades programadas en las sesiones son las siguientes

 

·         Exposición oral

 ·         Exposición – demostración de las técnicas

 ·         Ejercicios vivenciales

 ·         Ejercicios de simulación de roles (en parejas y en grupo)

 ·         Análisis de casos mediante presentación de intervenciones videograbadas

 ·         Supervisión de casos de los participantes

 

 

CONTENIDO

 

1.    Introducción

 

La terapia Breve Sistémica como modelo para el trabajo con familias y parejas.

Presentación del programa. Conceptos básicos: La familia como sistema, la terapia como sistema.

 

2.    Fundamentos teóricos de la Terapia Breve sistémica I

 

Teoría de la comunicación humana. Marco sistémico, axiomas de la comunicación, comunicación patológica, la intervención sistémica

 

3.    Fundamentos Teóricos de la Terapia Breve Sistémica II

 

Conceptualización del cambio. Cómo se forman y cómo se solucionan los problemas humanos.

 

4.    Introducción al modelo de Terapia Breve centrada en Soluciones

 

Historia de la TBSo. Diferencias epistemológicas con respecto a otros modelos. Presupuestos básicos.

 

5.    Proceso de la TBS y técnicas de enganche e involucramiento

 

Etapas del proceso de la TBS. Plan global de la terapia. Técnicas de enganche: Cómo realizar el primer contacto, la orientación y sacarle provecho a la fase social.

 

6.    Técnicas de TBS: Definición de metas

 

El trabajo con la queja y la demanda. Cómo negociar el plan de intervención con la familia. Cómo definir metas manejables. Cómo redefinir el problema o queja presentado por la familia.

 

7.    Técnicas de TBS: Trabajo con excepciones

 

El trabajo con las excepciones (mapas, guías y esquemas). Cómo trabajar el cambio pretratamiento. Cómo utilizar recursos y soluciones de otras áreas del cliente, Cómo construir soluciones hipotéticas mediante la proyección a futuro.

 

8.    Técnicas de TBS: La devolución

 

La técnica de pausa como catalizador del proceso creativo en la terapia. Cómo realizar reencuadres y comentarios de resignificación. Cómo elaborar y trasmitir las tareas.

 

9.    Técnicas de TBS: Habilidades de comunicación

 

Diferentes perspectivas del lenguaje. Habilidades de comunicación en la entrevista con clientes y familias: para administrar la información, para ajustarse al lenguaje, para encauzar el lenguaje, para mantener el control de la entrevista.

 

10. Técnicas de TBSo: Mantenimiento y terminación

 

Cómo trabajar con las mejorías. Cómo prevenir, reencuadrar y aprender de las recaídas. Cómo crear las condiciones adecuadas para la finalización del proceso de terapia. Cómo hacer sesiones de cierre. Cómo elaborar rituales en la fase de terminación.

 

 

11. Bloque de práctica: Supervisión de casos y aplicaciones del modelo a distintas problemáticas 

  

DOCENTES

 

·         MTF Bertha Vázquez Haro. Directora y fundadora de Oxigene Servicios Múltiples para la familia. Es psicóloga y maestra en terapia familiar por la Universidad de Guadalajara.

 

·         MTF Ma. De la Paz Sánchez Rosales. Terapeuta Familiar por la Universidad de Guadalajara. Ha enfocado su práctica sistémica a la orientación educativa y la docencia. Es directora del bachillerato Pedro Arrupe y docente en ITESO y Tzapopan.

 

·         MTF Gabriela Parra Sánchez. Psicóloga y terapeuta sistémica. Se dedica a la práctica clínica privada y la docencia en el ITESO. 

 

·         MTF Lourdes Aceves Ramírez. Psicóloga y maestra en Terapia Sistémica por la UNIVA. Coordina el programa de Plan de Desarrollo Familiar de Oxigene Servicios Múltiples para la Familia A.C. en donde se desempeña también como terapeuta y supervisor de casos.

 

·         Dr. Mauricio Leija Esparza. Paidopsiquiatra sistémico. Es médico adscrito al Instituto Jalisciense de Salud Mental en donde es encargado de la clínica de niños y adolescentes de la consulta externa del turno vespertino. Forma parte del grupo médico Caleidoscopio que brinda servicios de salud a niños y adolescentes en el hospital Puerta de Hierro. 

 

o   Lic. Berenice Flores Montejano. Es psicóloga egresada de la Universidad Marista de Guadalajara. Especialista en Hipnosis Ericksoniana por el Instituto Milton H. Erickson de Guadalajara.

 

o   MTF Germán Ríos Morfín. Psicólogo y terapeuta sistémico por el Instituto T Zapopan. Es docente en la Universidad Marista de Guadalajara y coordina el programa de Terapia de Sesión Única de Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

 

o   MTA Adriana Sigala Castro. Psicóloga por UNIVA. Tiene una maestría en investigación educativa y social. Trabaja como psicóloga en Educare, como Docente en la UdeG y como terapeuta en Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

 

·         MTBS Emmanuel Garibay Camacho. Psicólogo y terapeuta sistémico por el Instituto Jalisciense de Estudios Sistémicos. Es docente en la Universidad Marista de Guadalajara, Supervisor de casos y Coordinador de Programas y proyectos en Oxigene Servicios Múltiples para la familia A.C.

  

SUPERVISORES DE CASO

 

·         MTF Ma. De la Paz Sánchez Rosales

·         MTF Lourdes Aceves Ramírez

·         MTBS Emmanuel Garibay Camacho

  

 

ASPECTOS PRÁCTICOS

 

80 HORAS presenciales distribuidas de la siguiente manera:

40 Horas Teórico – Técnico en 20 sesiones  (Sábados)

40 Horas de supervisión de casos (2 sesiones mensuales de 2 horas durante 10 meses a confirmar días y horarios)

 

FECHA de Inicio:

 

Para el bloque teórico- técnico:

Julio del 2021

Para el bloque de supervisión de casos:
Septiembre 2021 a Junio del 2022



INVERSIÓN:

 

Inscripción $ 700.00

Curso  $4580.00

 


Interesados llenar ficha de pre-inscripción: Formulario de pre-inscripción del Diplomado TBS 2021-22

 

Platica informativa: 15 de Mayo del 2021

 

INFORMES E INSCRIPCIÓN:

 

Calle Puebla 309. Colonia Jesús. Guadalajara, Jal. México

Tel. 38 26 40 38

 

     oxigeneservmult@hotmail.com

           https://oxigeneservmult.wixsite.com/oxigeneserv

lunes, 1 de febrero de 2021

El engaño normalizado y su relación con problemas psicológicos

 


El engaño normalizado y su relación con problemas psicológicos

por Germán Ríos Morfín*

Esta entrada tiene relación con otras anteriores (Perspectiva relacional de la depresión y herramientas sistémicas ante el covid-19) ya que se centra en la reflexión sobre nuestro contexto social y la construcción de la identidad como parte relevante en la psicoterapia. Trataré, en esta ocasión, sobre algunas ideas acerca de la dinámica social del engaño y la traición. Subrayaré el tema como parte de una pauta personal que en apariencia es normal y además recomendable, pero que en realidad conlleva consecuencias sintomatológicas o conflictivas. Además, daré algunos ejemplos y mencionaré su relación con el miedo al rechazo, al encuentro con una imagen negativa de sí mimo o de poca empatía con los otros, y con el paso del tiempo, la limitación que genera en nuestro desarrollo pleno e íntegro.

Para empezar, tomaré la definición de engaño de la RAE, que lo refiere como: “falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre” y de la misma fuente, la definición de traición que lo refiere como “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”.

Cuando hablemos de la traición y el engaño nos referiremos a las situaciones en las cuales una(s) persona(s) niega un hecho o realiza actos que van en contra de alguien con el que se percibe un vínculo. En ocasiones, estas acciones van acompañadas de una justificación donde se intenta explicar por qué la falta de apoyo o el “ataque” a la persona, cuando se percibía una relación importante. Cabe aclarar que no todo conflicto o diferencia en las formas de pensar es una traición o engaño, en ocasiones el disentir es parte de una dinámica importante en las relaciones humanas[1], lo que aquí se quiere subrayar es la idea de la ausencia de reflexión ética, el acto de romper con los compromisos o transgredir el respeto a la dignidad por buscar comodidades, por mantener creencias rígidas (ideologías) o por querer tener privilegios y beneficios sin importar las consecuencias en los otros.

 

Análisis psicológico-social

Al reflexionar sobre las organizaciones o instituciones desde el contexto social, Raúl Medina (2014) advierte que las amistades son vínculos que, al ser vulnerables por la competencia y el acceso a mejores oportunidades, resultan proclives a engaños y traiciones. Las confesiones o los datos que comparten las personas como parte de su vida pueden ser utilizados como explicaciones de su comportamiento en sentido negativo o como mecanismos para resaltar las fallas y errores en el otro o la otra. Por tanto, sugiere que al compartir experiencias de vida se tenga cierto criterio profesional, no necesariamente basado en la suspicacia, sino en la prudencia (esto no implica la ausencia de amistades valiosas en el trabajo).

A partir del mismo análisis social, podemos tomar como referencia el concepto de la política del escándalo (Castells 2013), que tiene lugar cuando dos personas del mismo partido o de partidos contrincantes al estar en competencia, suelen mostrar información que genera una imagen negativa de su adversario. Llega a ser tan fuerte la disputa que el logro de un proyecto de nación se quiebra, pierde fuerza la propuesta político-social y en ocasiones se llega a mentir o engañar para lograr los objetivos o intereses del partido o grupo.

Por último, en este mismo análisis de grandes grupos humanos, podemos brindar un ejemplo a nivel de mercado. Las empresas buscan generar una impresión de sus productos añadiendo aspectos importantes no necesariamente relacionados con las ventajas reales; engañan a la gente y traicionan la confianza que se tiene en su empresa. Por ejemplo, las compañías refresqueras, no hablan de la cantidad de azúcar que contienen sus bebidas, pero si señalan la “frescura” que hay al consumirlas[2].

Desde el aspecto social, el normalizar estás dinámicas se puede relacionar con la ruptura del tejido social o los vínculos cercanos por querer alcanzar “mejores condiciones de vida”.

Con estos ejemplos resulta evidente cómo se puede confundir el engaño y la traición como un aspecto necesario para el éxito o cómo un medio para la supervivencia desde las creencias y dinámicas de interacción a gran escala de la convivencia humana. Sin embargo, esta misma dinámica se puede dar a diferentes edades y en diversos contextos.

Pautas familiares-personales

En la infancia y en la adolescencia es posible observar cómo operan las dinámicas de engaño y traición. Por ejemplo, cuando el niño comete un error o sabe alguna información y los papás le piden que no le diga a la pareja o al abuelo o abuela, porque se puede enojar. O en la adolescencia cuando los alumnos confiesan alguna experiencia personal que les causa vergüenza o temor y se usa para burlarse del otro, o también cuando se quiere la aceptación dentro del grupo y suelen hablar mal de un amigo o amiga para lograr ser aceptados.

Si observamos estos casos, la negativa a hablar de lo que sucede o la traición a la confianza aparecen recomendables e, incluso, una condición para la adaptación. Con el tiempo esas actitudes, cuando se establecen desde las principales figuras de apego en la niñez, favorecen la construcción de una experiencia ajena a las motivaciones o necesidades de la persona, la atención se centra en ajustarse a los demás y se alejan de las emociones.

Este funcionamiento puede ser tan común, que las personas al negar su experiencia personal se pierden de la información relevante que permitiría entender su mundo de una manera más compleja y completa (Semerari 2001[3]). En el fondo, este comportamiento se alimenta de la idea de que aceptar esos datos los deja en riesgo de ser rechazados por sus relaciones más significativas, se pudieran encontrar con una imagen adversa de sí mismos y vivir angustia o ansiedad (sufrimiento psicológico).

Entonces, el hecho de que el engaño y la traición son experiencias comunes no necesariamente significa que sean positivos. La noción ética es importante, no sólo las prácticas usuales. Pensar en si es bueno para uno mismo, para los demás y en general para el mundo pudiera ser un parámetro. Hay ocasiones que no es tan sencillo, aun así, podemos abonar a la reflexión de los principios de nuestro comportamiento, adaptar nuestros principios morales y generar una mejor relación con nosotros mismos y con los demás, en un diálogo constructivo.

La falta de una reflexión ética ante estas dinámicas normalizadas, la podemos notar en las personas que replican sistemas morales sin recurrir a una reflexión de su contexto. Puede ser que alguien exitoso en lo económico usualmente siga patrones sin hacer pausa en la motivación de fondo que conlleva. El jesuita James Martin[4] se da cuenta de esto y reajusta su sistema de valores para tener una vida más cercana a la experiencia humana y no sólo basada en la imagen y comodidades. Le generaba cierto desagrado la presión que existía cuando ingresaba a un trabajo en una empresa exitosa (debía cumplir con lo requerido del puesto, así como un perfil y nivel de gasto). Como consecuencia de este disentir de su medio social, confirmó su vocación por una elección de vida auténtica, centrada en el desarrollo humano y espiritual (en su caso es la vida religiosa; existen un sin número de otras opciones también valiosas que integran lo humano, espiritual y material).

Hay personas que suelen negar estas condiciones a pesar de su ineficacia con respecto a dar respuesta del sentido de la vida, no hacen una pausa para evaluar si sus decisiones y su contexto responden a lo que verdaderamente necesitan. Cuando vienen crisis personales, algunos logran relativizar esta búsqueda de riqueza y comodidades, otros a pesar de estas cuestiones luchan por mantener este estilo de vida[5]. Otros tantos cuidan este aspecto como una ilusión a pesar de que les cueste relaciones o experiencias de sufrimiento consigo mismos y con los demás (mucho tiempo en el trabajo, poco tiempo con los hijos y familia, estrés, enfermedades, etc.)

Una propuesta para la psicoterapia

Como terapeutas no basta con facilitar la reflexión ética relacionada con los modos o medios utilizados para lograr la satisfacción en la vida, donde pueden caber la traición y el engaño en diferentes dimensiones; muchas veces las personas que consultan ya los notan. Habrá que ayudar, además, a que puedan integrar los diferentes contenidos de su experiencia a sus creencias o esquemas para entender su mundo y que las puedan actualizar sin juzgarse, con una actitud compasiva. También habrá que respetar su miedo o su coraje al verse confrontados con la realidad y dialogar de aspectos de su vida que parecían olvidados. Además, la relación terapéutica sólida ayudará a que esta experiencia emocional negativa o rígida ante la realidad se pueda dialogar y buscar nuevos patrones de salud mental[6].

Como ya se ha mencionado, el engaño y la traición son una práctica que tiene dinámicas sociales normalizadas que se van sosteniendo de una ilusión a un estilo de vida y el miedo al rechazo o a la posibilidad de encontrarse con una realidad personal adversa o contraria a las expectativas de otros, deriva en prácticas poco satisfactorias (por ejemplo una persona que se dedica al comercio cuando quisiera ser historiador). El cuidado de la imagen se vuelve una demanda y un deber que complica la relación de la persona consigo misma y en la familia impide tener una relación o una comunicación clara donde se puedan definir las necesidades de los integrantes.

En la psicoterapia conjunta, esta reflexión sobre las verdaderas motivaciones de los integrantes de un sistema puede evitar mantener el engaño y la traición como pautas rígidas que limitan el dialogo y el sentir y se puede reestructurar el propósito de vida familiar. Probablemente las rutinas sigan igual, pero en los momentos de encuentro, los miembros de la familia podrán tener más apertura para establecer una convivencia auténtica que construya identidades más adaptativas, relaciones nutricias donde se pueda compartir el afecto y valorar las capacidades de los integrantes, donde puedan resolver los conflictos de manera abierta y asertiva, y en general tener ambientes que permitan que las personas tengan mayor capacidad de vivir con satisfacción y plenitud.

 

 


Germán Ríos Morfín, es psicólogo y terapeuta familiar, actualmente se desempeña como coordinador académico en el bachillerato Pedro Arrupe, docente en la Universidad Marista de Guadalajara y terapeuta clínico. Para conocer más su trabajo: Supervisión de la práctica en psicoterapia

 

Fuentes 

Castells, M (2012), “Comunicación y Poder”, México: Siglo XXI      

James Martin, Más en las obras que en las palabras. Bilbao: Ed Mensajero.

Laso, E. (2015). Terapia familiar en clave emocional,1: Breve revisión histórica. Revista Eléctrónica de Psicología de Iztacala, 18(2), Revistas UNAM. http://revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/50783

Medina, R. (2004). Cambios modestos, grandes revoluciones. Guadalajara: Ed. Red Américas

Medina, R (2013), Intervención sistémica en organizaciones. Comunicación personal. Zapopan, Jalisco.

Multimedios. (2020, 12 agosto). Estos son los primeros productos con el nuevo etiquetado en México. Milenio. https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/nuevo-etiquetado-estos-son-los-primeros-productos-nom-051

Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Reducir el consumo de bebidas azucaradas para reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://www.who.int/elena/titles/ssbs_childhood_obesity/es/

Real Academia Española. (s. f.). Definición engaño. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://dle.rae.es/enga%C3%B1o

Real Academia Española. (s. f.). Definición traición. Recuperado 20 de enero de 2021, de https://dle.rae.es/enga%C3%B1o

Semerari, A (2002), “Historia, teoría y técnicas de la psicoterapia cognitiva”, Barcelona: Paidós.



[1] La obediencia sin reflexión ética está más relacionada con un sistema rígido que puede generar comportamientos sintomáticos en las familias.

[2] Esta situación del exceso de azúcares en refrescos se ha explicado desde hace varios años y no sólo ahora que se acordó etiquetar los productos en México hablamos de ello (Multimedios 2020). La OMS (s.f.) respecto a la salud infantil recomienda el consumo medido de estos productos.

[3] Menciona esta limitante como parte de una personalidad neurótica. La persona cuida mantener sus creencias y modos de vida y, al tener información contraría lo niega o actúa de manera agresiva para eliminar la contrariedad.

[4] Reflexiona al respecto antes de entrar a la compañía de Jesús, una congregación religiosa católica que es reconocida por su interés en su formación académica y social y sobre todo por sus ejercicios espirituales.

[5] Esteban Laso (2014) en su propuesta de terapia familiar en clave emocional insiste en ser conscientes de lo que necesitamos y no solo seguir las dinámicas del deber que nos imponen.

[6] La terapia familiar en clave emocional describe la importancia de hablar de los temas no dichos que están presentes en la conversación y se señalan a través del clima emocional (Laso 2014)

martes, 26 de enero de 2021

Conversaciones sobre Terapia Sistémica: Paradoja y contraparadoja (videos 21)

 


En esta entrada se presenta la clase 21 del módulo de Paradoja y contraparadoja del curso de terapia sistémica del proyecto de formación continua del Equipo de Terapia Familiar Zoquipan. Se revisa el trabajo del equipo de Milán y su propuesta acerca de la estrategia de la autoprescripción de la paradoja extrema en Terapia Familiar. Se recuerda al lector que las actividades formativas se pueden seguir en vivo desde Facebook.  Las reuniones son los miércoles a las 19:30 en la página de Conversaciones sobre terapia sistémica fb





domingo, 17 de enero de 2021

Habilidades para niños: un método para ayudar a los niños y sus familias a superar los problemas

 


En esta entrada se expone un método para el trabajo con niños y sus familias desde los contextos clínicos y educativos. Se describe, en primera instancia, el origen de la metodología, los objetivos que persigue y su modo de empleo paso a paso. Al final se comparte una guía de preguntas clave para cada una de las etapas de esta estrategia.

 

Habilidades para niños es una propuesta de Ben Furman* desarrollada en el Instituto de Terapia Breve de Helsinki a principios de los años 90. El trabajo de Furman recibe influencias de la obra de autores como Milton H. Erickson, Jay Haley, Insoo Kim Berg, Steve de Shazer, Michael White y David Epston.

 

Presupuestos básicos

 La conducta del niño se da en un contexto de relación. El contexto inmediato en el que está inmerso el niño es la familia, por ello el terapeuta sistémico estudia el comportamiento del niño no de manera aislada sino en su medio ambiente natural. Los padres asisten y participan en la terapia no sólo porque forman parte del sistema sino, sobre todo, porque representan la principal influencia en el Infante y por ende una contribución valiosa en la promoción del cambio.

 

Sin embargo, a diferencia del terapeuta (que ha entrenado su visión a fin de tener una perspectiva sistémica o recurrente) los miembros de la familia suelen tener una visión lineal. Esta perspectiva opera como unos lentes que limitan ver la sintomatología o conducta problemática exclusivamente en el niño que es el motivo principal del contacto inicial de la familia con el terapeuta. Los padres piensan que el niño es el “problema”, que algo no funciona en él y bajo esta premisa interactúan con el menor. Esta relación luego de un tiempo se vuelve rígida y convierte al niño en el miembro sintomático de la familia, en el chivo expiatorio: el problema internalizado comenzará a permear la identidad del menor. Los padres acuden al terapeuta con la esperanza de que éste arregle lo que no funciona en el infante. Son capaces de ver el síntoma, pero incapaces de identificar las acciones propias que retroalimentan y a su vez son retroalimentadas por el problema. Por si esto fuera poco se produce un fenómeno que Jay Haley llama “incongruencia jerárquica”, es decir que el síntoma le otorga poder al menor frente a sus padres que se perciben incapaces de ayudar al hijo. 

 

No es raro que, al ser constantemente señalado (abierta o encubiertamente) por los demás miembros de la familia, el niño acuda al consultorio experimentando culpa, vergüenza o una franca aversión a la terapia. Los padres, en cambio, acuden con un sentimiento importante de incapacidad: “hemos intentado todo”, “ya no podemos más”, etc. son algunas de las frases que se suelen escuchar en la primera consulta. 

 

Lo que suelen desconocer los progenitores es que los problemas se mantienen por los intentos de solución que llevan a cabo. Los papás en su afán de ayudar en el desarrollo de sus hijos establecen pautas de interacción que en no pocas ocasiones se vuelven rígidas y producen dificultades. Por otro lado, la forma en que los padres intentan resolver las dificultades (ya sea minimizándolas, negándolas, interviniendo en un nivel lógico equivocado, haciendo más de lo que no funciona, etc.) producen pautas de interacción recurrente que, en lugar de dar solución satisfactoria al problema, lo mantienen y/o intensifican. 

 

Otra idea a tomar en cuenta es la de que "no es necesario saber mucho del problema para resolverlo”. Para De Shazer (1988) el problema y la solución son dos categorías discontinuas y utiliza la metáfora de la llave y la cerradura para explicarlo. En sus términos, para abrir una puerta no es necesario tener una llave que se corresponda exactamente con la forma de la cerradura, sino que es suficiente con usar una ganzúa que abra el mecanismo.

 

En este sentido lo que para una persona puede ser una solución para otra con un problema similar no lo es. En una intervención basada en las habilidades del niño se suelen construir soluciones o posibilidades a partir de las expectativas que los niños tienen de sus vidas aprendiendo una habilidad para contrarrestar las situaciones que les aquejan. Asumir este presupuesto ayuda a tomar atajos en el proceso y por ende acortar la terapia.

 

Al usar el método de “habilidades para niños” es importante asumir la premisa de totalismo de la Teoría General de Sistemas (Bertalanffi, 1969) en el sentido de que “un cambio en algún elemento del sistema genera cambio en los demás elementos del sistema y en el sistema total”.

 

A la luz de esta idea se considera que sólo se necesita un pequeño cambio para iniciar una solución. Las ideas del efecto avalancha, efecto dominó o efecto mariposa le permiten al profesional planear sus intervenciones desde los recursos del propio niño y valorar hasta el más pequeño de los cambios. Un recurso valioso en el niño, por ejemplo, es su interés natural por aprender y descubrir.

 

El método de los 15 pasos.

 

1)    Convertir los problemas en habilidades.

 

La estrategia consiste en comenzar a hablar acerca de habilidades en lugar de hablar acerca de los problemas. El terapeuta, en este paso, tratará de averiguar lo que el niño necesita aprender o mejorar con el fin de superar el problema. Por ejemplo, si el niño tiene el problema de gritar o hablar en voz demasiado alta, la habilidad a aprender será la de hablar suavemente o en voz baja.

 

Cuando se presentan varios problemas al mismo tiempo, el terapeuta motivará al niño y su familia a hacer una lista de todos sus problemas y luego plantear para cada uno de ellos la habilidad o habilidades que necesitaría aprender para superarlos.

 

Es conveniente que, en lugar de definir la habilidad en términos negativos y vagos, se ayude al niño y a los miembros de su familia a definirla en términos positivos (lo que se espera que realice, no lo que no debe hacer), concretos y conductuales.

 

Cuando el planteamiento inicial del niño y de su familia no revela de forma inmediata la habilidad que el menor necesita aprender, resulta de utilidad la estrategia del rastreo del problema que se ha explicado con detalle en anteriores entradas. (aquí la entrada)

 

En la mayoría de los casos no se requiere “profundizar” en los problemas, antes bien la destreza del terapeuta consistirá en centrar la conversación en lo que necesita aprender el niño para ser más feliz en casa, para disfrutar más de la escuela o para llevarse mejor con sus compañeros.       

 

2)    Negociar con el niño una habilidad particular que aprender.  

 

Este paso consiste en ayudar al niño a que sea él mismo el que elija las habilidades que quiere aprender con el fin de lograr su compromiso con el cambio. El terapeuta le pregunta directamente sobre las habilidades que quiere desarrollar y cuando sea difícil para el menor contestar se le puede sugerir alguna (s) en relación con lo que ha escuchado de los participantes en la etapa del planteamiento del problema.

 

Si son niños muy pequeños, el terapeuta puede invitar a los padres o maestros a que le sugieran una o varias habilidades aclarando sus expectativas con respecto al comportamiento del menor. Por ejemplo, “Juanito, mamá y papá pensamos que tienes la edad suficiente para aprender a dormir en tu cama por la noche. Nos gustaría que aprendieras a hacerlo”.

 

Furman sugiere algunas estrategias para aumentar la probabilidad de que el niño acepte la idea de aprender la habilidad:

 

-       Presentarla como una actividad colectiva de su familia o de su grupo de clases.

-       Que las ideas partan de un “nosotros” en lugar de una sola persona. Por ejemplo: “nosotros (tu papá, tu mamá y maestros) creemos que es importante que aprendas…”

-       Hacerlo participar en la elección de la habilidad a aprender.

    

3)    Explorar los beneficios de la habilidad.

 

Se trata de ayudar al niño a que identifique las ventajas de aprender esa habilidad que ha elegido. Los miembros de la familia pueden apoyar señalando algunos beneficios que no haya mencionado el menor. Es necesario que las ventajas que se mencionen resulten significativas para el niño de tal manera que se convenza de que el aprendizaje vale la pena.

 

4)    Ponerle un nombre a la habilidad

 

Se le pide al niño que nombre la habilidad que va a aprender con la finalidad de que la haga suya y aumente su motivación a aprenderla. Puede ser cualquier nombre, lo importante es que le guste y se sienta orgulloso. Si el niño tiene dificultades en encontrar un nombre, no es conveniente presionar y más bien se espera a que en los siguientes pasos se le ocurra alguno.   

 

5)    Elegir un ayudante imaginario.

 

En este paso se le pide al niño que elija un ayudante imaginario que pueda ayudarlo a la hora de aprender su habilidad. El ayudante imaginario puede ser cualquier cosa, desde un animal a un personaje de dibujos animados y desde un amigo imaginario a un superhéroe.

 

6)    Reunir a las personas de apoyo

 

Se le pide al niño que seleccione de las personas de su entorno aquellas que desea que le ayuden y que le den ánimo. Una vez seleccionados, se les contacta y se les hace la invitación de forma verbal o escrita por ejemplo en una carta.

 

 Para Furman, los ayudantes son importantes porque pueden animar al niño de muchas maneras, como, por ejemplo: Elogiarlo por haber decidido aprender una habilidad en particular, mostrar interés en su progreso, felicitarlo por sus logros, ofrecer ideas sobre cómo aprender la habilidad, recordarle la habilidad cuando sea necesario y celebrar con él el hecho de haber adquirido la habilidad.

 

7)    Fomentar la confianza

 

En esta etapa se ayuda al niño a hablar acerca del nivel de confianza que tiene en que va a poder aprender la habilidad y los indicadores de esa confianza. Se repasan las cualidades, las fortalezas y los recursos con los que cuenta el menor para adquirir la nueva habilidad. Además se les pregunta a los ayudantes acerca de qué es lo que saben, han visto u oído, que les convence de que será capaz de hacerlo.    

 

8)    Planificación de la celebración

 

En este paso se le invita al niño a planificar un evento para celebrar el aprendizaje de sus habilidades. Se conversa con él acerca de los detalles de la celebración, tales como: dónde quiere ir; a quién invitar; qué alimentos o bebidas le gustaría que se sirvieran; qué le gustaría hacer, o si quiere llevar algún tipo de ropa en particular, etc.

 

Furman advierte que la celebración no debe ser vista como una simple recompensa, sino como un acontecimiento social relevante que distingue un paso en su maduración y sirve para comunicar dicho logro a su red social.

 

9)    Definir la habilidad

 

Este paso se trata de hablar con el niño acerca de cómo va a actuar cuando haya adquirido la habilidad que están aprendiendo. Se invita, además, a llevar a cabo una demostración de la habilidad a través de un juego de rol o en la vida real con la finalidad de asegurar que se dé un entendimiento compartido de lo que significaría la habilidad en la práctica y poder proporcionar ideas sobre cómo el niño puede practicarla.

 

10)  Hacerla pública.

 

Furman señala que a los niños “no les gusta por lo general que otras personas conozcan sus problemas, aunque en la mayoría de los casos no tienen nada en contra de dejar que sus compañeros y los adultos significativos en sus vidas sepan de la habilidad que están aprendiendo”

 

En este paso se invita a hacer pública la habilidad que está por aprender el niño con el propósito de conseguir que la red social lo apoye al mostrar interés y aprobación y contribuir a reparar su reputación.

 

El menor puede hacer pública la habilidad por aprender mediante un cuaderno que se puede enseñar a los demás o un cartel que se puede colocar en la pared del aula o en la puerta del refrigerador.

 

11)  La práctica de la habilidad.

 

Se trata en esta etapa de invitar al niño a practicar o exteriorizar la habilidad una y otra vez con el propósito de que la desarrolle y perfeccione. Pueden resultar útiles para la práctica los juegos de rol o los ejercicios en la sesión.

 

12)  Crear recordatorios.

 

Ben Furman sugiere cambiar el concepto de “recaída”, “retroceso”, por el concepto de “olvidar”. Es normal que en el proceso de aprender una habilidad en ocasiones el niño “olvide” practicarla, por tanto, resulta de utilidad conversar acerca de cómo le gustaría que le recordaran para volver al camino.

 

Es muy importante, en este paso, no permitir que el niño o sus padres se decepcionen o desmoralicen en caso de producirse una pérdida temporal de la habilidad que se aprende.

 

13)  Celebrar el éxito.

 

Este paso se trata de organizar la celebración que se ha planeado de modo previo cuando el niño ya haya aprendido la habilidad. En la celebración es importante pedirle al menor que reconozca a todos aquellos que lo han apoyado durante el proceso de aprendizaje a fin de lograr la confirmación social del cambio y mostrar respeto a los demás.

 

14)  Transmitir la habilidad a otras personas.

 

Este paso consiste en pedirle al niño que le enseñe dicha habilidad a otro igual como una manera eficaz de reforzar la habilidad recién adquirida.

 

Furman menciona que “cuando un niño enseña a otro, ya sea su amigo o su hermano, se siente útil y valioso” y que “deberíamos procurar que ellos también tengan la oportunidad de enseñar estas cosas a sus iguales”.

 

15)  Pasar a la siguiente habilidad.

 

Una vez que el niño ha aprendido una habilidad en particular, se le invita a que identifique otra que quiera aprender.

 

Guía de preguntas clave.

 

A continuación, se presenta una serie de preguntas clave que pueden usarse en las conversiones con los niños y sus familias en cada uno de los pasos del método de habilidades.


Paso

Preguntas clave

 

 

 

 

1)         Convertir los problemas en habilidades.

 

(A los padres) ¿Cuáles son las habilidades que le hace falta desarrollar a su hijo para ser más feliz?

 

(Al maestro) ¿Qué habilidades necesita desarrollar Lupita para que le vaya mejor en la escuela?

 

¿Qué le hace falta hacer mejor?

 

Entiendo que te preocupa (queja) de Juanito, ¿Qué te gustaría que aprendiera a fin de que esa (queja) desaparezca?

 

 

 

 

 

2) Negociar con el niño una habilidad

 

(al niño/a) ¿Qué te ha dicho tu (papá, mamá o maestro) que necesitas aprender para que te vaya mejor en la escuela o en tu casa?

 

¿Qué opinas de lo que te han dicho?

 

¿Qué te imaginas que tu (papá, mamá o maestra) espera que mejores o aprendas para resolver el problema X?

 

Desde tu punto de vista, ¿Qué consideras que te hace falta aprender a ti para estar más feliz o más contento en tu escuela o en tu casa?

 

De todas estas habilidades que necesitas desarrollar, ¿Cuál quieres aprender primero?

 

 

 

 

 

 

3)         Explorar los beneficios de la habilidad.

 

¿Qué cosas buenas van a pasar cuando aprendas la habilidad x?

 

¿Qué ventajas o beneficios te va a traer aprender esa habilidad?

 

¿Qué cosas buenas piensan tus papás que te va a traer el que aprendas esta habilidad?

 

¿Qué consecuencias positivas está pensando la maestra de Lupita que va a tener al aprender esta habilidad?

 

 

 

4)         Ponerle un nombre a la habilidad

 

Si tuvieras que ponerle un nombre a esta habilidad, ¿Cuál sería?

 

Esta habilidad, ¿Cómo le llamas?

 

¿Cómo se podría llamar esta cosa en la que quieres mejorar?

 

Haz un dibujo de la habilidad que deseas aprender y al finalizar ponle un nombre a la habilidad.

 

 

 

 

 

5)         Elegir un ayudante imaginario.

 

La mayoría de los niños que vienen a este lugar eligen a un ayudante imaginario para que les ayude a aprender, ¿A quién eliges tú?

 

Imagina que pudieras invitar a como tu ayudante a alguno de tus personajes favoritos, ¿A quién invitarías?, ¿quién sería tu ayudante?

 

 

 

 

 

 

 

6)         Reunir a las personas de apoyo

 

¿Qué personas reales, de las que tú conoces y son importantes para ti, te gustaría que te ayudaran?

 

Si pudieras conformar un equipo que te ayudara a aprender esta habilidad, ¿Quiénes serían parte de tu equipo?

 

Si invitarás a tus papás, tíos, maestros, amigos a ayudarte a aprender esa habilidad, ¿Qué crees que dirían?

 

(A los padres o maestros) ¿Ustedes le van a ayudar?, ¿Estarían dispuestos a formar parte del equipo de Juanito?

 

 

 

 

 

7)         Fomentar la confianza

 

¿Crees que podrás aprender eso?, ¿Qué es lo que te da confianza?

 

¿Quién supones que es el miembro de tu familia que tiene más confianza de que tú vas a aprender esa habilidad?

 

En una escala del 0 al 10 en donde el 0 es que no tienes ni tantita confianza y el 10 significa que tienes toda la confianza del mundo de que vas a aprender esa habilidad, ¿En qué número te encuentras?

 

 

 

 

8)         Planificación de la celebración

 

¿Cómo te gustaría divertirte con tus ayudantes cuando hayas aprendido la habilidad?

 

Si tuvieras que hacer una fiesta para celebrar el que hayas aprendido la habilidad, ¿A quién invitarías?, ¿Qué te gustaría que hubiera en tu fiesta?

 

 

 

 

9)         Definir la habilidad

 

¿Me puedes mostrar cómo vas a estar haciendo para practicar esa habilidad?

 

¿En qué pasos se divide la habilidad que vas a aprender?

 

¿Qué vas a estar haciendo diferente para aprender la habilidad?, ¿Cómo específicamente?

 

 

 

 

 

10)       Hacerla pública

 

¿A quién te gustaría contarle que estás practicando para aprender esta habilidad?

 

¿A cuál de tus amigos te gustaría platicarle que estás mejorando en esto?

 

¿Cómo te gustaría comunicarle a los demás tu decisión de aprender esta nueva habilidad?

 

 

 

11)       La práctica de la habilidad

 

Podríamos practicar/jugar a la habilidad que vas a aprender aquí, ¿Te gustaría?

 

¿Te gustaría que juguemos a la habilidad que quieres aprender?

 

 

12)       Crear recordatorios.

 

Si alguna vez te olvidas de la habilidad, ¿Cómo quieres que te lo recordemos?

 

 

 

 

13)       Celebrar el éxito

 

¿Qué fue lo que más te gustó de aprender esta habilidad?

 

¿Quién te ayudó a aprenderla?

 

¿A quién agradeces?

 

¿Cómo quieres darles las gracias?

 

 

 

14)       Transmitir la habilidad a otras personas

 

¿Qué consejo le darías a un niño que quiera aprender la misma habilidad que tú ya aprendiste?

 

¿A quién de los niños que conoces le podrías enseñar lo que sabes y dominas?

 

 

15)       Pasar a la siguiente habilidad

 

¿Cuál es la siguiente habilidad que quieres aprender?

 


Conclusiones

Hasta aquí se ha presentado un modelo de 15 pasos para ayudar a los niños a desarrollar habilidades para afrontar sus dificultades. Se describieron cada uno de los pasos y se compartió una guía con preguntas clave para su desarrollo. Se concluye enfatizando que este método, además de que puede resultar una herramienta útil para profesionales en contextos clínicos, educativos o comunitarios, puede ser utilizado por padres de familia con un mínimo de orientación profesional.


 

Bibliografía

 

De Shazer, Steve, (1988) Claves para la solución en terapia breve. Paidós. Barcelona

Furman, Ben (2017) Habilidades para niños. Herder. Bercelona.

Watzlawick, Paul (1992) Cambio. Herder. Barcelona.