miércoles, 18 de mayo de 2016

Objetivos de la Terapia Breve Sistémica orientada a soluciones 1/3


      En entrada anterior (Etapas del proceso de la TBSo) se enumeraron los objetivos de la Terapia breve sistémica orientada a soluciones que son 3: a) Cambiar la forma de actuar en el problema, b) Evocar recursos y fortalezas para aplicar a la situación problemática y c) Cambiar la forma de percibir el problema. Se ejemplificará cada uno de los objetivos con una viñeta de caso para permitir al lector profundizar en cada uno de ellos.  En esta entrada se abordará el primero de ellos, los restantes en subsecuentes entradas.

Cambiar la forma de actuar en el problema

Javier es un niño de 11 años pero tiene la mirada de un adulto, intimida. Su familia, compuesta por tres generaciones (madre, abuela, tía abuela, tía y dos hermanos menores), lo ha llevado a terapia por que su conducta se ha vuelto incontrolable. Lo corrieron de varias escuelas y en todas ellas maestros y autoridades escolares lo catalogaron como incorregible. Desafiaba la autoridad, amedrentaba a sus pares y maldecía a los cuatro vientos por todos los espacios de la escuela.

En el hogar reinaba el miedo y la incertidumbre y una sensación de desgaste incapacitante. “¡Es insoportable! – refería la madre- se la pasa todo el día insultándonos. No podrían imaginar el nivel de palabrotas que domina”

Mi coterapeuta pidió a Javier darnos una demostración. Este lanzó una mirada retadora, volteó hacia su madre y comentó: “ni creas que le daré ese gusto al doctor”

Al finalizar la sesión les sugerimos la siguiente tarea: todas las noches al finalizar la jornada, la madre tenía que dedicar unos minutos con Javier. Sentados frente a frente, su madre le pediría decir todas las palabrotas posibles durante 20 minutos. Debido a que la actividad podría resultar desgastante y apelando a la idea de una red de apoyo, los demás adultos de la familia podrían relevar a la madre cuando ésta lo considerada. Si durante el día lo escuchaban decir una palabrota, lo felicitarían por hacer la tarea de los terapeutas y le pedirían recordarla para sus 20 minutos nocturnos.

En la sesión subsecuente los adultos de la familia se mostraron molestos por el hecho de que Javier no había realizado la tarea de la manera en que se sugirió. “Sólo el primer día la hizo- refirió la abuela- pero no duró más de 5 minutos. Después de esto, se retiró a su cuarto y escribió maldiciones en un cuaderno. Luego de este evento nadie pudimos convencerlo de que dijera una sóla palabrota que no fuera escrita”

Los terapeutas nos mostramos sorprendidos de que Javier no haya dicho palabrotas en las últimas semanas y sugerimos un elemento adicional a la tarea: Podía utilizar su cuaderno en los 20 minutos nocturnos y leerlo hasta completar la actividad.

Las palabrotas cesaron considerablemente. En las sesiones subsecuentes conversamos sobre alternativas para ayudar a Javier a expresar lo que le molesta.

       Como se observa en el ejemplo, en la terapia se motiva a los miembros de la familia a cambiar acciones e interacciones que intervienen en una situación problemática, modificando los intentos de solución fallidos o perturbando los patrones intra e interpersonales con la finalidad de conseguir mayores posibilidades de resolver el problema y lograr los cambios deseados. Cabe señalar que si se modifica la manera de actuar en la situación problema los miembros de la familia podrán encontrar o recuperar recursos y capacidades. La técnica principal para lograr este objetivo es la directiva conductual.