domingo, 15 de octubre de 2017

Modelo de Terapia Breve Sistémica para problemas infantiles



Perspectiva sistémica de los problemas infantiles

 Presupuestos básicos

 1) La conducta del niño se da en un contexto de relación. El contexto inmediato en el que está inmerso el niño es la familia, por ello el terapeuta sistémico estudia el comportamiento del niño no de manera aislada sino en su medio ambiente natural. Los padres asisten y participan en la terapia no sólo porque forman parte del sistema sino, sobre todo, porque representan la principal influencia en el Infante y por ende una contribución valiosa en la promoción del cambio

2) Los problemas se mantienen por los intentos de solución que llevan a cabo los adultos a cargo. Los progenitores en su afán de ayudar en el desarrollo de sus hijos establecen pautas de interacción que en no pocas ocasiones se vuelven rígidas y producen dificultades. Por otro lado, la forma en que los padres intentan resolver las dificultades (ya sea minimizándolas, negándolas, interviniendo en un nivel lógico equivocado, haciendo más de lo que no funciona, etc.) producen pautas de interacción recurrente que en lugar de dar solución satisfactoria al problema, lo mantienen y/o intensifican (ver entrada sobre PIPS http://laspalabrastienenmagia.blogspot.mx/2016/10/patrones-interpersonales-problematicos.html )

Lo que ocurre en la familia

A diferencia del terapeuta, que ha entrenado su visión a fin de tener una perspectiva sistémica o recurrente, los miembros de la familia suelen tener una visión lineal. Esta perspectiva opera como unos lentes que limitan ver la sintomatología o conducta problemática exclusivamente en el niño que es el motivo principal del contacto inicial de la familia con el terapeuta. Los padres piensan que el niño es el “problema”, que algo no funciona en él y bajo esta premisa interactúan con el menor. Esta relación luego de un tiempo se vuelve rígida y convierte al niño en el miembro sintomático de la familia, en el chivo expiatorio: el problema internalizado comenzará a permear la identidad del menor. Los padres acuden al terapeuta con la esperanza de que éste arregle lo que no  funciona en el infante. Son capaces de ver el síntoma, pero incapaces de identificar las acciones propias que retroalimentan y a su vez son retroalimentadas por el problema. Por si esto fuera poco se produce un fenómeno que Jay Haley llama “incongruencia jerárquica”, es decir que el síntoma le otorga poder al menor frente a sus padres que se perciben incapaces de ayudar al hijo. 

No es raro que, al ser constantemente señalado (abierta o encubiertamente) por los demás miembros de la familia, el niño acuda al consultorio experimentando culpa, vergüenza o una franca aversión a la terapia. Los padres, en cambio, acuden con un sentimiento importante de incapacidad: “hemos intentado todo”, “ya no podemos más”, etc. son algunas de las frases que se suelen escuchar en la primera consulta. 

Los progenitores en la mayoría de las ocasiones establecen un tipo de relación con el terapeuta que Steve de Shazer ha denominado de tipo cliente demandante, es decir, se presentan con el terapeuta como conocedores de que hay un problema por resolver, que el problema está en el niño pero que no está en sus manos resolverlo y por tanto mostrarán en un inicio poco involucramiento con respecto al cambio.  El menor, en contraste con la postura de los adultos, establece una relación de tipo cliente visitante desde la cual, aunque pueda ser capaz de experimentar los efectos del rol de chivo expiatorio, ignora cuál es el problema a resolver y por tanto acude con cara de “a mí me trajeron”.

Finalmente, ante este panorama, es común que exista una disparidad de objetivos entre padres e hijos o entre los adultos que conforman el subsistema parental que representarán todo un reto para el terapeuta a cargo del caso.

Objetivos del proceso de terapia y estrategias principales


Objetivos

Estrategias


Devolver el poder/capacidad a los padres

Evocar recursos y ensayar comportamientos para aumentar eficacia parental
Restar poder al síntoma mediante tareas paradójicas.
Lograr alianzas entre adultos a cargo




Desculpabilizar a los miembros de la familia

Mostrarse preocupado por otro miembro de la familia.
Centrarse en lados fuertes, cualidades y talentos del niño
Connotar positivamente el síntoma
Normalizar mediante reencuadres
Externalizar el problema para evitar que se culpen unos a otros.



Involucrar a los padres en las soluciones

Establecer alianza con los progenitores
Lograr alianza y acuerdos entre adultos a cargo
Enfocarse en mejorar la relación en lugar de tratar de controlar del síntoma
Externalizar el problema para formar un equipo en contra del problema


Modificar patrones de interacción problemáticos.

Rastreo del problema para identificar círculos viciosos e intentos de solución fallidos para boquearlos y modificarlos mediante reencuadres y tareas.




Incrementar patrones de interacción saludables, satisfactorios


Buscar excepciones de las conductas problemas, identificar lados fuertes y recursos del subsistema parental, éxitos pasados, interacciones positivas, así como construir soluciones hipotéticas a las dificultades presentadas.


Fuente:
Charles, Ruperto, (2005) Terapia breve sistémica en soluciones para parejas y padres. Editorial Cree-ser
De Shazer S. (1993). Claves en psicoterapia breve. Una teoría de la Solución. Barcelona: Gedisa.
De Shazer, S. (1994) Claves para la solución en terapia breve. Paidós
Madanes, C. (1992) Terapia familiar estratégica. Amorrurtu, Buenos Aires.