Algunos pacientes no acuden a terapia por un
problema específico o alguna preocupación en concreto. Algunos otros (como es el caso del personaje de esta viñeta) desarrollan
una preocupación excesiva por el hecho de no tener un problema que resolver, como
si presentaran una especie de “síndrome de Job bíblico invertido”. Un poema de
Jaime Sabines lo describe así:
De pronto, me siento perseguido por la buena suerte. Todo me sale bien. Disfruto de salud,de amor y de dinero. ¿Qué hice? ¿qué debo hacer para merecerlo?¿Es una más de tus pruebas, Dios mío?
Carl Jung aconsejaba usar con cautela la psicoterapia.
Lo comparaba con una operación quirúrgica a la cual sólo se debe recurrir
cuando han fallado otras instancias o métodos (por ejemplo el sentido común, la
psicoeducación, la orientación, etc.). Un principio de la terapia breve orientada a
soluciones lo resume en la frase “sino está roto, no lo arregle”
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