lunes, 30 de octubre de 2023

Intervenciones en terapia breve sistémica para fortalecer el vínculo entre padres e hijos.

 


En esta entrada se presenta una propuesta de intervenciones para fortalecer el vínculo entre padres e hijos en el contexto clínico y a la luz del modelo de la terapia breve. En la primera parte se aborda el tema del vínculo afectivo y su importancia y riegos en las familias. En un segundo apartado se presentan las intervenciones generales y los ejercicios, rituales y tareas para e trabajo con los vínculos familiares.   

 

Vínculo afectivo entre padres e hijos

 

La afectividad es la dimensión del desarrollo humano que tiene que ver con la construcción de lazos emocionales y psíquicos con otros, los cuales empiezan a darse simbólicamente en las relaciones desde antes del nacimiento y están presentes a lo largo de la historia de vida de cada sujeto.

 

La primera forma de participar en el mundo es a través de la familia, sistema que cumple la función de socialización primaria y con quienes se empieza a dar todo un proceso de entrega y de correspondencia de significados. Sin embargo, existen también otros escenarios de socialización que representan mediadores para la construcción de la dimensión afectiva, tales como los agentes educativos o adultos significativos que intervienen en la infancia.

 

Para Bowlby (1993) la conducta afectiva tiene una base biológica. Llama “apego” a la relación que se establece de manera natural y por una pauta de conducta biológica entre el niño y su cuidador principal, en la medida en que este último le proporciona la satisfacción de sus necesidades básicas en pro de la supervivencia. El apego puede tener varias manifestaciones, de acuerdo con la manera como ese cuidador se presente ante el niño, generando de este modo seguridad, inseguridad, ambivalencia, resistencia o ansiedad.

 

El apego, que tiene un origen biológico, se distingue de la vinculación que se encuentra en el orden de lo social. Para Pineda (2013) el vínculo afectivo es una construcción del orden de lo subjetivo referida a la relación con otro, que tiene raíces en el apego, pero que trasciende a lo psicológico. El tipo de vinculación afectiva que se haya generado en la infancia con los padres o cuidadores, tiene directa relación con el tipo de relaciones que establece un ser humano con los otros y con el mundo a lo largo de su vida.

 

Aspectos que afectan la construcción del vínculo afectivo

 

Pineda (2013) reflexiona sobre los aspectos que hacen vulnerables a las familias que pueden afectar la construcción del vínculo afectivo entre padres e hijos. La siguiente tabla enumera estos factores y los describe.

 

Aspectos

Descripción

 

 

Tensiones del embarazo

 

Estrés psicosocial en el embarazo, como la percepción de problemas económicos, presencia de eventos estresantes o depresión, presencia de agresión psicológica familiar y presencia de violencia psicológica, física o sexual al interior del hogar.

 

 

 

 

Tensiones asociadas a la crianza de los hijos.

 

 

Las pautas y las prácticas de crianza son reflejo de la forma como fueron criados los mismos padres. Por ejemplo, si existieron límites difusos, formas de sanción violentas y escasa comunicación, esto tenderá a reproducirse en las futuras generaciones.

Además, la autoestima baja en las áreas emocional e intelectual genera una autoevaluación deficiente de su desempeño como madres.

 

 

 

 

Tensiones económicas y de negocios

 

Para proveerle a sus hijos la atención a todas sus necesidades, los padres realizan esfuerzos laborales mucho mayores, en términos de tiempo y capacidades disponibles.

La elevada tasa de actividad laboral de las mujeres cabeza de hogar está ligada a empleos altamente inestables o sin contratación.

Reducción de las posibilidades de tiempo libre, disfrute, placer y creatividad.

 

 

 

Tensiones intrafamiliares

 

Conductas autodestructivas y dañinas del otro, como las violencias internas, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, la delincuencia, al igual que las escasas manifestaciones de afecto.

 

 

Ciclo sintomático del desgaste de la relación

 

Desde una perspectiva clínica, Micucci (2005) describe un ciclo sintomático común en familias con niños o adolescentes que presentan síntomas.  La respuesta es de los progenitores ante la conducta problemática suele generar un descuido y desgaste de los vínculos afectivos entre padres e hijos.

 

Tal como lo describe la figura siguiente, cuando aparece un problema o un síntoma en el menor sus padres se concentran en tratar de eliminarlo. Sin embargo, aunque es bien intencionada, la respuesta de los padres implica un descuido de las relaciones con el hijo y a la postre el deterioro de las mismas. Por otro lado, el menor es visto como “el problema” lo cual genera sentimientos de incomprensión y aislamiento del hijo. Todo esto hace que el síntoma inicial se intensifique.



 

 

Intervenciones generales

 

1.    Convocatoria del sistema

 

A fin de hacer presentes las figuras de los progenitores en la terapia del menor, se sugieren algunas de las siguientes pautas:  

 

a.            Desde el comienzo, se puede convocar a la mayoría de los miembros del sistema, luego administrar las participaciones.

 

b.            Utilizar un estilo condicional: Presencia de ambos padres como requisito para la terapia.

 

c.            Si solo va uno, se pide autorización para llamar a los demás adultos implicados.

 

d.            Es posible llamar al padre que no acude y explicar la importancia de conocer su opinión para la atención del niño. En la sesión, elogiar, enfatizar Lados Fuertes y Recursos, ventajas egoístas de eliminar el síntoma y desventajas de que se mantenga.

 

e.            Es posible mandar una carta con elogios, ventajas y desventajas del síntoma e invitación al adulto implicado.

 

f.             En las sesiones, presentificar a los que no van por medio de la entrevista.

 

 

2. Interrogatorio circular/cruzado

 

Con el fin de mantener un clima emocional positivo y evitar que las sesiones conjuntas (cuando trabajamos con padres e hijos) se conviertan en un ring de boxeo, empleamos preguntas cruzadas y circulares.

 

La técnica se basa en dos sencillas reglas. La primera tiene que ver con no permitir al progenitor hablar mal del hijo, es decir, evitar mencionar los aspectos negativos del menor y sólo consentir exponer lo negativo de uno mismo. La segunda se refiere a la promoción de declaraciones de los aspectos positivos, lados fuertes y recursos del hijo.  El modo de empleo se describe en la siguiente figura:

 

 

3. Redefinición del problema

 

Se propone una redefinición de la situación problemática en términos de relación en contraste con la narrativa familiar de ubicar el problema en la persona del hijo. Un ejemplo sería el siguiente:  

 

“A Juanito le hace falta practicar _(ponga aquí una habilidad que le permita al menor superar el problema).  Esto generaba problemas, dificultades, malos ratos, discusiones, etc. Por consiguiente la relación entre ustedes y Juanito se deterioró (convirtiéndose en rivales y/o distanciándose). Juanito no solo empeoraba porque no practicaba __(la habilidad)______ sino porque no había la relación favorable que sirviera de plataforma desde donde practicar” 

 

4. Buscando excepciones

 

Steve de Shazer define como “excepciones” aquellas ocasiones en las que, en contra de lo esperado, no se da la conducta-problema. En un sentido más amplio, las excepciones son aquellas conductas, percepciones, ideas y sentimientos que contrastan con la queja y tienen la potencialidad de llevar a una solución si son adecuadamente ampliadas. Ejemplos

 

a) En el pasado ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tiene de su hijo? Ver “la máquina del tiempo imaginaria”

 

b) ¿Cuándo fue la vez más reciente en que disfrutaron juntos? Del tiempo que sacaron la cita a esta primera sesión ¿Qué va mejor en la relación entre usted y su hijo? 

 

c) En el futuro ¿Cómo te gustaría que te recordara tu hijo?

 

Ejercicios, rituales y tareas para fortalecer el vínculo entre padres e hijos.

 

A continuación, se presentan algunas intervenciones que tienen el propósito de fortalecer el vínculo entre padres e hijos en el contexto clínico. Se describe el modo de empleo de cada uno de ellas y las situaciones en las que es pertinente usarlas.  

 

5 minutos de oro molido

 

Para romper los patrones de hiperexigencia. Esta tarea facilita que los padres observen comportamientos positivos y relajados en sus hijos y también que observen las cosas buenas.

Modo de empleo: diariamente le van a dedicar a su hijo 5 minutos de convivencia en la cual se prohíben los regaños y sermones y se dedican solo a divertirse y disfrutar.

 

Hoy me gustó de ti

 

Cuando la dinámica entre padres e hijos se encuentra sobrecargada de regaños, castigos y críticas. Esto impide la retroalimentación de los recursos y lados fuertes del niño.

Modo de empleo: consiste en que los padres observan las cosas positivas que el niño hace durante el día y por la noche antes de dormir hacer un recuento de las cosas buenas que hizo (aunque sea pocas o mínimas) después de la frase de “Hoy me gustó de ti…”.

 

La libreta de las cosas buenas

 

Con el fin de romper el patrón de observar sólo los defectos, de darle más peso a lo malo que tiene y a lo que hace mal.

Modo de empleo: se le entrega al niño y a sus padres una libreta pequeña en donde los padres pondrán la fecha del día y al final de cada día, harán un recuento de las cosas buenas por mínimas que sean que haya hecho el niño.

 

Ritual de perdón

 

cuando la relación está desgastada o deteriorada. Cuando se ha rivalizado mucho con el hijo o cuando se ha estado muy distanciado.

Modo de empleo: tres pasos, 1) tomarse de las manos y mirarlo a los ojos, 2) decirle los recuerdos bonitos que tiene de él, de lo que le pide perdón y a lo que se compromete y 3) cerrar el ritual con un abrazo.

 

Ritual de conexión

 

Con el fin de fomentar y mantener la buena relación con el hijo.

Modo de empleo: todos los días el padre se va a acercar a su hijo y le va a decir lo siguiente “porque te amo mi deber es pedir cosas que no quieres, pero es porque te amo. Si no te quisiera, no me importaría lo que hicieras y por lo tanto te voy a seguir pidiendo esas cosas, pero quiero que sepas de antemano que es con todo el amor del mundo” y cierra con un abrazo.

 

Borrón y cuenta nueva

 

Cuando la relación padre e hijo se encuentra deteriorada y algunos eventos y malas conductas del pasado obstaculizan el primer paso para mejorar la relación.

Modo de empleo: Se le pide al padre que imagine que como por arte de magia todos los agravios errores y fallas del pasado se borran y que podrá relacionarse con su hijo a partir de cero. Luego haces la pregunta del milagro, realizas un ritual de perdón y comunicas la idea de hacer un borrón y cuenta nueva. Por último, ofrece hacer por él algo pequeño y concreto algún privilegio o regalo como símbolo de hacer las paces.

 

Ritual del apapacho

 

Cuando a los miembros de la familia les resulta difícil demostrar afecto y hablar de forma positiva de los demás.

Modo de empleo: los miembros de la familia se turnan para sentarse frente a los demás miembros mientras cada uno le da tres elogios.

 

Piojito reflexivo

 

Para promover un espacio de comunicación padre e hijo que ayude al niño a reflexionar sobre sus conductas, los efectos que tienen en él y en los demás y el control que tiene sobre ellas.

Modo de empleo: mientras le haces piojito, preguntas a tu hijo ¿qué cosas buenas hiciste en este día?, ¿cómo te hizo sentir eso?, ¿cómo lo lograste?, ¿qué otras cosas buenas vas a hacer mañana?, ¿cómo te vas a sentir mañana?

 

La caja de los elogios

 

Para promover la comunicación positiva y la expresión del afecto entre los miembros de la familia, cuando la familia se ha centrado en los aspectos negativos únicamente.

Modo de empleo: en una caja con ranura los miembros de la familia introducen papeles con elogios, felicitaciones y agradecimientos para los demás. Al final del día se reúnen para leerlas juntos.

 

El juego de “conociendo mejor a mi hijo”

 

Para promover en los padres el conocimiento de la persona del hijo. El conocimiento del hijo al margen del problema puede ser el primer paso para el acercamiento y la mejoría de la relación.

Modo de empleo: consiste en un juego en el que ambos (padre e hijo) contestan de forma individual y secreta algunas preguntas relacionadas con el niño para descubrir en cuántas respuestas coinciden y en cuántos difieren (cuál es su color favorito, cuál es su artista favorito, cuál es su mejor amigo, etcétera)

 

El trivial de la familia

 

Para fomentar la comunicación y el conocimiento mutuo entre padres e hijos; cuando el adolescente se queja del poco interés por parte de sus padres por sus cosas.

Modo de empleo: se pide a cada miembro de la familia deje por la mañana en un lugar determinado una tarjeta con una pregunta personal sobre sí mismo, sus aficiones o intereses. Los demás tienen todo el día para averiguar cuál es la respuesta a cada una de las preguntas. Por la noche comprobarán los resultados.

 

El retrato familiar

 

Funciona en casos de niños poco expresivos verbalmente, para proyectar un futuro libre del problema y construir alternativas para mejorar relaciones.

Modo de empleo pide al niño que dibuje a su familia tal y como la ve en el presente. Luego se le pide al niño que dibuje cómo le gustaría ver a su familia. Al final, el dibujo se comenta junto con los padres y el niño.

 

La máquina del tiempo imaginaria

 

Para ayudar a la familia a recordar éxitos pasados y cosas que solían hacer para llevársela mejor y lo que hacían cuando las cosas iban bien.

Modo de empleo: el niño puede viajar hacia los momentos en el pasado en que no se presentaba el problema o en los que era satisfactoria la relación con sus padres. El terapeuta anima con algunas preguntas para mejorar la descripción.

 

El hijo como profesor del padre

 

Cuando el progenitor se muestra crítico con el hijo y/o tienen poco contacto. Se utiliza en familias en donde el adolescente tiene poca participación.

Modo de empleo: una vez que se ha identificado el talento o habilidad del hijo, se le pide que dedique un tiempo para entrenar en esta habilidad a su papá o mamá. El adolescente hará como un buen profesor mientras que el padre lo hará como un alumno aplicado.

 

Conclusiones

 

Hasta aquí se han presentado una serie de intervenciones que representan una propuesta para el fortalecimiento de los vínculos entre padres e hijos. Se confía en que el profesional de la salud podrá integrar algunas de estas intervenciones en su práctica clínica no de manera aislada sino en el marco de una conceptualización del caso.

 

Como puede apreciarse las estrategias incluyen la noción del juego entre padres e hijos, así como la comunicación como recurso a fortalecer en las familias. A partir de la promoción de espacios para compartir experiencias, sentimientos, deseos, emociones y expectativas, así como de intimidad entre madre e hijo o padre e hijo, se protege a la familia ante situaciones de riesgo y se amplía el horizonte de posibilidades familiares.

 

 

Bibliografía

 

Beyebach, M. (2010) 200 tareas en terapia breve. Herder.

Charles, R. (2007) De la violencia al amor. Hipnosoluciones en terapia breve. Ed. Cree- Ser.

Charles, R. (2005) Soluciones para parejas y padres. Ed. Cree- Ser.

Domínguez, J. (2005) Preparando a los hijos para el éxito. Ed. Cree- Ser.

LipchiK, E. (2004) Terapia centrada en la solución. Amorrortu.

Micucci, J. (2005) El adolescente en la terapia familiar. Amorrortu.

Selekman, M. (2004) Terapia enfocada en soluciones con niños. The guilford press.

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