lunes, 24 de julio de 2017

El clima emocional en el proceso de la Terapia Breve centrada en Soluciones

Para que el proceso de terapia se desarrolle con fluidez es necesario proporcionar, desde el inicio de la relación terapéutica, un clima emocional adecuado, es decir, un ambiente caracterizado por la seguridad y la comodidad.

En esta entrada se describen una serie de ideas para el manejo del clima emocional en tres diferentes momentos del proceso terapéutico: 1) antes de comenzar la terapia, 2) al inicio del establecimiento de la relación terapéutica y 3) a lo largo del proceso de terapia.

Ideas para antes de comenzar la terapia

-          Adopta una postura relajada y amistosa, cómo un huésped en su propia casa.

-          Pregunta por asuntos triviales antes de comenzar (dificultades de transito, el tiempo, etc.)

-          Pregunta acerca de su experiencia en contextos terapéuticos: “¿Es la primera vez que tomas terapia?”, “¿Hay algo que quieras saber acerca de lo que haremos?”

-          Explica a los miembros de la familia la forma de trabajo y “las reglas del juego” (ver la técnica de orientación: en http://laspalabrastienenmagia.blogspot.mx/2015/03/tecnicas-de-terapia-breve-sistemica-la.html)

-          Pregunta a la familia sobre qué desean saber de ti (terapeuta) o sobre la institución (en donde trabajas)

Ideas para el inicio de la relación terapéutica

Generar un clima emocional propicio para el proceso de terapia representa un gran reto debido al acentuado contraste entre la posición del cliente y la del terapeuta. Eve lipchik lo esquematiza en la siguiente figura:




En este sentido,  las ideas para el manejo del clima emocional en esta etapa del proceso irán encaminadas a amortiguar el choque entre estas dos posturas:

-          Transmite al cliente el mensaje de que entiendes que el cambio puede provocar cierta angustia y monitorea los niveles de ésta.

-          Normaliza la angustia e invita a los miembros de la familia a que acepten esos sentimientos en lugar de combatirlos.

-          Connota positivamente la confusión, inseguridad, angustia, etc. resignificándola como una señal que les ayudará a “ir despacio”

-          Asume una posición de “no saber”, es decir, sé humilde con respecto a tus conocimientos e interésate respetuosamente en lo que te dicen los clientes.

Ideas para utilizar a lo largo del proceso de terapia

Una vez lograda la alianza terapéutica conviene no pensar que ésta se mantendrá estable durante todo el proceso terapéutico. Lipchik aconseja monitorear el clima emocional a lo largo de las sesiones y realizar acciones para mantenerla a fin de que no obstaculice el tratamiento.

Algunas ideas son:

-          Pide retroalimentación acerca de cómo se van sintiendo los miembros de la familia con el proceso (la forma de llevar a cabo las sesiones, los temas abordados, los objetivos planteados, las tareas, los cambios obtenidos, etc.) con el fin de corregir las situaciones que ponen en riesgo la relación terapéutica.

-          Distingue entre tu experiencia acerca de lo que los consultantes dicen o hacen y la descripción de sus comportamientos. Eve Lipchik propone el “uso de dos carriles mentales”, uno que se enfoca en el cliente y el otro que atiende las propias reacciones. El carril del cliente recoge información que le permite al terapeuta ajustarse a la visión de mundo, creencias, estilo de interacción del consultante. El carril personal monitorea los pensamientos y emociones del terapeuta. El uso de ambos te permitirá procesar tus respuestas y reacciones positivas y negativas con respecto a tus clientes.

Hasta aquí se han descrito diversas acciones para el manejo del clima emocional en la terapia. Se concluye esta entrada con la propuesta del uso de la supervisión de casos como un contexto privilegiado para el análisis de los pensamientos y sentimientos que los miembros de la familia inspiran al terapeuta.



Fuente:

 Lipchik, Eve (2005) Terapia centrada en la solución: más allá de la técnica. Amorrortu. Buenos Aires.

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