En el 2009 presencié una conferencia del Dr. Michael Hoyt. De ella no
sólo aprendí sobre terapia breve, sino también de ultrabreve, aquella que se práctica
de una sola vez. Reproduzco a continuación 10 puntos claves a tomar en cuenta al practicar la terapia de sesión única propuestos por Hoyt:
- Siembra el
cambio a través de la inducción y la preparación. Engancha al paciente desde una
llamada pre-sesión o una carta subrayando las metas y la recopilación de información útil sobre
sus competencias, éxitos pasados y excepciones del problema: “entre hoy y
la próxima vez que nos veamos, me gustaría que observes qué es lo que
sucede que te gustaría que siga sucediendo”
- Desarrolla una alianza y co-crea metas de tratamiento alcanzables. En el comienzo,
investiga el cambio pretratamiento y amplifícalo. Introduce la posibilidad
de la terapia de una sesión y alimenta la cooperación del cliente.
- Date la
oportunidad de utilizar un lapso amplio de tiempo. La mayoría de nosotros
trabaja sesiones de 50 minutos, lo que es adecuado generalmente, pero
considera programar una sesión más larga que te permite realizar un
proceso completo de intervención.
- Enfócate en
los pivotes, esas ambigüedades que pueden facilitar las transiciones en
diferentes direcciones. Busca formas de encontrar al paciente desde su
visión del mundo mientras, al mismo tiempo, les ofreces una nueva
perspectiva. El “reencuadre” introduce la posibilidad de ver o actuar de
manera diferente.
- Ve despacio
e identifica las fortalezas del cliente.
- Practica
soluciones experienciales. Ensayar los resultados deseados ofrece un salto
al futuro, enseña y refuerza las habilidades e inspira el entusiasmo y la acción.
- Considera
tomar un descanso. Una pausa durante la sesión permite tener tiempo para
pensar, consultar, enfocar, preparar o puntuar determinados aspectos.
- Date tiempo
para “los elementos de última hora”. Las preguntas de última hora deben
preguntarse desde antes para dar tiempo a su inclusión o priorización en
el tratamiento. La descalificación de estos elementos
puede dar la sensación de una sesión incompleta o insatisfactoria.
- Ofrece una
retroalimentación. La información que brindes debe favorecer el
entendimiento y la confirmación del cliente como experto. Las tareas deben
diseñarse para continuar el trabajo terapéutico.
- Deja la
puerta abierta. Generalmente es mejor dejar “la decisión de terminar” al
paciente.
Fuente:
Hoyt, Michael. “Integrando lo mejor de las terapias breves” II Congreso internacional
de terapia breve sistémica. Guadalajara, agosto del 2009.
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