Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Sabines, Jaime
Los amantes son
como la tuerca y el tornillo
cuando se enroscan
y Dios es el desamor y las pinzas
que los desenrosca
cuando a causa de la lluvia y el tiempo
los amantes se oxidan
y se quedan irremediablemente pegados,
entonces solamente el diablo y su segueta
los pueden separar.
Aceves, Raúl
En esta entrada se presenta una propuesta para el trabajo clínico con
parejas desde un enfoque de terapia breve centrada en soluciones. En primera
instancia se conceptualiza el modelo y se presentan los antecedentes
históricos. En seguida, se exponen 7 presupuestos básicos para una terapia de
pareja centrada en soluciones y, por último, la propuesta de intervención
clasificando los procedimientos técnicos de acuerdo a las diferentes etapas del
proceso de terapia breve centrada en soluciones.
Modelo de TBSo y su aplicación en el trabajo con parejas.
La terapia breve centrada en soluciones (De Shazer, 1986; Berg y Dolan,
2001) es un modelo que se fundamenta epistemológicamente desde la teoría
general de sistemas, la cibernética, el constructivismo y el construccionismo
social. Sus procedimientos técnicos se han desarrollado a partir de los
trabajos del equipo del MRI en Palo Alto, California y del equipo del Centro de
Terapia Breve Familiar (BFTC) de Milwaukee. Estas técnicas están diseñadas para
que la familia pueda enfocarse menos en el problema y más en las soluciones,
lados fuertes y recursos personales y familiares.
El conjunto de técnicas incluyen: el
trabajo con las excepciones al problema (aquellos momentos en los que el
problema no está presente o lo está en menor intensidad); preguntas de
proyección a futuro (lo que el cliente va a estar haciendo cuando el problema
deje de dominar su vida); definición de metas manejables; y preguntas de escala
(“en una escala del 0 al 10, en donde el 0 representa el peor momento del
problema y el 10 que ya lo has solucionado satisfactoriamente, ¿En qué número
se ubican actualmente?”)
Destaca además la postura de “no saber” que adopta el terapeuta
orientado a soluciones y que parece estar basada en la sentencia Zen que reza:
“En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la mente del experto
hay pocas”. Esta actitud lleva al profesional a “ir detrás” de los clientes al
considerarlos como los verdaderos expertos en sus vidas y problemas que
presentan en la terapia.
O’ Hanlon (1990) sostiene que los objetivos de la Terapia Breve Centrada
en Soluciones son 3: a) Cambiar la “forma de actuar” en la situación
percibida como problemática, b) Cambiar la “forma de ver” la situación
percibida como problemática y c) Evocar recursos y capacidades que se pueden
aplicar a la situación que se percibe como problemática. Para lograr estos
objetivos, los consultantes y el terapeuta emprenden juntos una aventura por
las diferentes etapas del proceso de la mejoría y el cambio.
El modelo centrado en soluciones adaptado al contexto clínico de la
terapia de pareja se dirige hacia aquello que la pareja desea, y no sobre los
problemas que particularmente aquejan a la pareja. Se ayuda a los miembros de
la pareja a orientarse hacía lo que si funciona (excepciones) y al diseño del
futuro deseado.
Tal vez el primer intento por aplicar las ideas del modelo centrado a
soluciones al trabajo con parejas se encuentra en “Amar es amar cada día”,
libro de la autoría de Bill O’ Hanlon y Pat Hudson. El texto escrito en clave
de “superación personal” expone algunas claves para la terapia breve de pareja:
ayudar a las parejas a pasar del análisis a la acción, se puede iniciar el
cambio con un solo miembro de la pareja, orientación al presente y al futuro y
el trabajo con las pautas de solución.
Eve Lipchik destina un capítulo de su obra “Terapia centrada en la
solución. Más allá de la técnica” para desarrollar una serie de pautas para el
trabajo con parejas desde la Terapia Centrada en Soluciones. Entre las pautas,
sobresalen el cuidado del clima emocional y la relación terapéutica, la
construcción de soluciones unificadas y el manejo de la comunicación.
Elliot Connie escribe “El matrimonio centrado en soluciones”, un libro que
representa un atinado esfuerzo por aplicar el modelo de la terapia breve
centrado en soluciones al trabajo con parejas. Su propuesta contempla 5 pautas:
1) planteamiento de metas para la relación, 2) revivir la fase de “luna de
miel”, 3) cuidado de la comunicación, 4) reconexión con la mentalidad de la
fase de cortejo y 5) la pareja como un equipo.
Ruperto Charles presenta también una propuesta para el trabajo con parejas desde
una perspectiva centrada en soluciones en su libro “Terapia breve sistémica en
Soluciones para parejas y padres”. Su modelo integra elementos de otras
escuelas sistémicas a un enfoque base de prácticas centradas en soluciones. Su
propuesta incluye una metodología para valorar el subsistema conyugal y
encontrar foco para las intervenciones, para realizar con éxito la primera
sesión y las sesiones subsecuentes y para diseñar recetas y fórmulas de
intervención con las parejas. Entre las intervenciones principales incluye: la
construcción del PIES (patrón interpersonal estable satisfactorio), la
definición de metas a nivel ser y el interrogatorio circular cruzado.
Mark Beyebach y Marga Herrero en
su libro “200 tareas en terapia breve” destinan un capítulo para revisar las
directivas en terapia breve que tienen el potencial de incrementar las
interacciones positivas y mejorar el área de intimidad y sexualidad en las
parejas que consultan.
Nada es totalmente negativo.
Por lo general los miembros de la pareja perciben su relación o su
situación como totalmente negativa y no tienen conciencia de las excepciones,
ni de sus propios recursos. Con frecuencia están huyendo de la angustia del
malestar que les generan ciertas situaciones que presumen incómodas o
insatisfactorias.
El terapeuta de pareja centrada en soluciones sabe que en la historia de
relación de las parejas hubo etapas satisfactorias o de mayor estabilidad y
que, aunque las parejas pasen por periodos difíciles o críticos, siempre habrá
elementos intrínsecos o extrínsecos que les ayudan a sus miembros a sobrellevar
las situaciones y a seguir adelante.
El compromiso del terapeuta de pareja es con la relación
La terapeuta centrada en soluciones buscará siempre que ambos integrantes
de la pareja salgan ganando. Ruperto Charles (2005) sugiere que en la
terapia de pareja es útil la idea de la complementariedad y la idea del
enriquecimiento mutuo. Menciona que “cuando uno de los miembros de
la pareja entra en el mundo del otro, lo entiende y lo acepta puede
enriquecerse de él; el cambio es posible cuando cada uno hace su 50%”.
En la etapa de la negociación del proyecto de trabajo del proceso de
terapia resulta importante entender las prioridades de cada uno, sus
expectativas y la manera en que les gustaría que ocurrieran los cambios.
En las entrevistas se buscará mantener una relación omnipartidista
(Beyebach, 2007) o dicho de otro modo, un tipo de relación en el que cada
miembro sienta que se está de su parte. La terapeuta evitará aliarse con una parte de la pareja
y más aún establecer coalición con uno en contra del otro, manteniendo en
cambio una neutralidad activa al dejarles en claro que su compromiso principal
es con la relación.
Además, tomará en cuenta la tarea de equilibrar las participaciones de
cada uno de los miembros de la pareja en la entrevista y centrará su atención en
los aspectos importantes de la relación tales como su inicio, la etapa del
ciclo vital en la que se encuentran, la compatibilidad en la visión del mundo,
el nivel de compromiso, de intimidad y las etapas satisfactorias y de estabilidad
que han vivido a lo largo de su historia.
Las parejas poseen lados fuertes y recursos
Eve Lipchik (2004) comenta que el terapeuta centrado en soluciones se
aleja del rol de “padre protector” que guía en exceso para evitar a los hijos
que sufran. En lugar de ello, invita a los miembros de la pareja a utilizar sus
propios recursos para cuidarse de sí mismos y afrontar sus dificultades.
Froma Walsh (2004) afirma que la pareja puede considerarse como una
fuente potencial de resiliencia, esto es, como un recurso. Comenta, además, que
la perspectiva sistémica permite comprender de qué manera los procesos de la
relación de pareja moderan el estrés y posibilitan a sus miembros afrontar
penurias prolongadas y dejar atrás las situaciones de crisis. A estos procesos
de superación y adaptación les ha llamado resiliencia familiar.
Todas las parejas atraviesan épocas de crisis y de adversidad, pero tienen
la capacidad de sobrellevarlas de manera adecuada y hasta de fortalecerse. El
simple hecho de haber acudido al consultorio y manifestar interés por la ayuda
profesional es muestra de los puntos fuertes de los clientes y de que en su
relación de pareja algo continúa en pie.
No podemos cambiar el pasado, de modo que debemos concentrarnos en el
futuro.
El lenguaje es una acción en el presente por tanto el cambio sólo puede
ocurrir en el presente. Es habitual en
la terapia de pareja que, aún cuando ambos integrantes deseen permanecer
juntos, no hagan progresos porque uno de ellos, o los dos, siguen estacionados
en sucesos dolorosos del pasado.
Además, con frecuencia, las parejas que consultan no han formulado de
manera explícita ningún plan para su futuro. Enfocados en eventos pasados, no
han reparado en conversar acerca del futuro deseado.
El terapeuta de pareja centrado en soluciones invita a los miembros de
la pareja a diseñar su futuro partiendo de la idea de que el futuro es más
importante que el pasado. A medida que la pareja va identificando lo que se
desea obtener en el futuro, habrá más probabilidad de que esas descripciones, o
bien, narrativas, vayan manifestándose en la realidad de los consultantes.
El lenguaje como vehículo del cambio
Desde una perspectiva constructivista, la terapia representa un
proceso conversacional capaz de generar significados. Los terapeutas de pareja
centrados en soluciones suelen estar de acuerdo con Tarragona (2006) cuando
refiere que “la forma en la que pensamos y hablamos de nuestros problemas o
dificultades puede contribuir a que nos hundamos más en ellos o podamos
contemplar nuevas formas de verlos, de solucionarlos o transformarlos”.
Una práctica centrada en soluciones utiliza el lenguaje para adaptarse o
ajustarse a la pareja (hablando su propio idioma, adaptándose a su etapa del
proceso de cambio, a la relación terapeuta-cliente, etc.) y para encauzar el
lenguaje de los miembros de la pareja (mediante las preguntas de excepciones y
de proyección a futuro).
La resistencia no existe
El termino resistencia designa al cliente que no acepta el punto
de vista del terapeuta sobre la manera de cambiar. Es, por tanto, una etiqueta
que no es compatible con el pensamiento posmoderno.
Para de Shazer (1994) esta idea de resistencia resulta por lo menos
desorientada:
“De hecho, con este tipo de idea en su mente el terapeuta puede
realmente generar “resistencia” o no cooperación, cuando no directamente
conflicto. Es decir que las concepciones del terapeuta son capaces de producir
profecías de autocumplimiento, con un desenlace infortunado”
El terapeuta de pareja centrado en soluciones presupone que la pareja
quiere y puede cooperar. Para Charles (2005) “cada miembro de la pareja va a
poner lo mejor de sí mismo si se siente comprendido en sus prioridades y
percibe autentico el deseo del terapeuta de colaborar para este fin”
Solo se necesita un pequeño cambio para comenzar una solución.
La teoría de los sistemas aplicada a los sistemas humanos y a sus
dificultades sugiere que las parejas no son sólo agregados de individuos. Un
sistema humano es más que la suma de sus partes. Puesto que un sistema es un
todo, cada parte está relacionada con las otras partes que el cambio en una parte provocará cambio en todas las demás y en el sistema total.
En este sentido, el modelo centrado en soluciones privilegia los cambios
mínimos que tienen el potencial de contagiar y expandirse gradualmente en las
interacciones de la pareja, en lugar de buscar cambios drásticos totales en la
estructura, patrones, creencias y valores. De hecho, cuando un terapeuta quiere
realizar cambios totales, la pareja puede sentirse amenazada o confrontada
bruscamente.
El proceso de la terapia de pareja centrada en soluciones
El proceso terapéutico, tal y como se desarrolla con base al modelo de
la Terapia de pareja centrada en Soluciones (ver
entrada sobre etapas del proceso de la TBSo) , tiene una serie de tareas clínicas o etapas diferenciadas que,
aunque pueden solaparse, permiten explicar el trabajo con los consultantes. Cabe
mencionar que la distinción que se establece entre las diferentes etapas del
proceso es solo explicativa, ya que en la práctica en ocasiones resulta poco
nítida la distinción entre las fases y sus efectos.
Para exponer mejor el desarrollo del proceso de la TBSo, podemos
esquematizar las etapas de la siguiente manera (ver ilustración):
Los procedimientos técnicos de la Terapia de pareja centrada en
soluciones pueden clasificarse de acuerdo a las etapas del proceso de terapia
siguiendo un orden secuencial. La propuesta se ilustra en el cuadro siguiente:
ETAPA DEL PROCESO DE
TERAPIA
|
TÉCNICAS
|
1) Enganche
e involucramiento
|
Primer contacto ver aquí
|
2) Definición
de metas
|
|
3) Impulsar
y motivar el cambio
|
Buscando excepciones:
Lados Fuertes y Recursos de la Familia
de Origen
PIES
Pautas de solución
Cortejo y Luna de miel
Comunicación del progreso
Trabajo en equipo
De devolución:
|
4) Mantenimiento
|
Prevención de recaídas Ver aquí
Trabajo con las recaídas Ver aquí
|
5) Terminación
|
|
Intervenciones en cada una de las etapas del proceso de la Terapia de
pareja centrada en soluciones
En el primer contacto resulta
importante identificar la disposición de cada uno de los miembros de la pareja
(uno puede estar más motivado o más comprometido en la relación que el otro)
con el propósito de prever un escenario que es frecuente: Un miembro de la
pareja con la iniciativa de acudir con el profesional y otro que se siente
presionado a ir o incluso se niega.
El terapeuta preguntará para tener claras dos
cosas: Si ambos quieren seguir en la relación y si desean los dos ir a terapia.
Si un miembro de la pareja se muestra ambivalente, el profesional puede normalizar
el hecho de que se encuentren en un nivel de interés diferente con respecto a
ir a terapia, a la vez que da el mensaje de que lo mejor es que ambos acudan a
las sesiones.
Si uno de los miembros no desea ir a terapia
y el que consulta comenta que no ha sido capaz de convencerlo hasta ahora, la
terapeuta le explicará que puede iniciar el trabajo de pareja con solamente uno
de los integrantes (Beyebach, 2010; Charles, 2005) y que en las sesiones
podrían conversar sobre la forma en que se puede convocar al otro.
En el encuadre es importante explicar
a la pareja que el terapeuta tendrá un compromiso con la relación, que no tomará
partido alguno y que hará esfuerzos por entender el punto de vista de ambos.
Lipchik (2004) sugiere el siguiente mensaje: “Espero que tengan dos historias
muy diferentes, y debo escucharlos para poder ayudarlos a construir un puente
entre ellas”.
Otras puntualizaciones que pueden ayudar a
fortalecer la idea de que el contrato de la terapeuta es con la relación y no
un solo miembro, son: a) no permitir que una de las partes llame por teléfono
para hablar sobre la otra, b) si un miembro solicita una sesión por separado,
el otro tendrá que estar enterado y c) si un miembro tiene una sesión
individual se ofrecerá al otro una sesión igual.
Además, Charles (2005) sugiere en esta fase de la sesión dos acciones del terapeuta: 1) confirmar que ambas partes desean
continuar con la relación y 2) explicar sobre detalles del método, por ejemplo,
la posibilidad de alternar sesiones individuales y conjuntas, interrogatorio
cruzado, la pausa, etc.
Otro elemento a considerar para lograr un
enganche es el establecimiento y cuidado de la alianza terapéutica. Para
lograrlo, la terapeuta, además de adoptar una postura omnipartidista, deberá
dirigir sus esfuerzos por generar un clima emocional en el que las sesiones
puedan desenvolverse con la mayor fluidez posible. Charles (2005) sugiere
lograrlo mediante dos procedimientos técnicos: el interrogatorio circular
cruzado y las estrategias para interrumpir las interrupciones y los sabotajes
malévolos (ver aquí ambas técnicas).
Intervenciones en la etapa de definición de metas
Es importante evaluar la pertinencia del tratamiento de pareja
(Lipchik, 2004; Charles, 2005). El terapeuta, a fin de determinar si es
conveniente o no un formato de pareja para la intervención, se puede basar en
los siguientes criterios:
-
Ambos quieren
preservar la relación, no darla por concluida.
-
Ambos
comprenden que cada una tiene cierta responsabilidad en lo que respecta a la
calidad de la relación.
-
Cada uno puede
mostrar algo de empatía por el otro.
-
Ninguna de las
partes está interesada en otra persona ni tiene en la actualidad una aventura
con otra persona.
Lipchik (2004) sugiere aclarar estos puntos en tres entrevistas: una inicial en formato conjunto y una
individual con cada miembro de la pareja. Charles (2005) propone reducir el
tiempo de evaluación, incluyendo en la sesión conjunta inicial una mini
entrevista individual con cada uno.
En lo que respecta al proceso de definición de objetivos, Connie
propone utilizar preguntas presuposicionales que ayuden a los miembros de la
pareja a plantear su futuro deseado. Ejemplos de preguntas son:
¿Qué están construyendo como
pareja?
¿qué habilidades van a requerir para poder construir aquello juntos?
¿cómo se darán cuenta de que su pareja está contribuyendo a esa
construcción?
¿cómo sabrán que han logrado construir o bien, llegado a su meta?
Otra forma de trabajar en el proceso de definición de metas es mediante
la técnica de proyección a futuro que consiste en invitar a los miembros
de la pareja a que se imaginen un futuro en el que el problema por el que
consultan está ya resuelto y que describan los detalles con el fin de trabajar
con objetivos y generar expectativas de cambio para luego buscar excepciones y
traducirlo en un plan de acción concreto. En la práctica se lleva a cabo en 3
pasos:
1.
Evocar la
imagen de un futuro deseado por la pareja.
Puede ser
mediante la pregunta por el milagro:
“Supongan que esta noche, mientras están durmiendo,
sucede un milagro y todo lo que quieren resolver se resuelve. Como están
durmiendo no se dan cuenta de que logran ese milagro. ¿Qué cosas van a notar
diferente al día siguiente que les hagan darse cuenta de que ese milagro se ha
producido?”
Pero existen
varias formas de evocar:
“Supón que tienes una varita mágica y eres capaz de hacer magia con tu relación
de pareja ¿Qué cosas sucederán distintas a las de antes?”
“¿Qué va a ser diferente en tu relación de pareja cuando ya estén listos
para el alta de esta terapia y hayan resuelto el problema que les trajo aquí?”
2.
Trabajar por
detallar el futuro deseado
“¿Qué
estarás haciendo diferente en vez de…?”
“¿Cómo lo
estarás haciendo (o logrando)?”
“¿Qué
harás diferente para darte cuenta de que estás en el camino de una mejor
relación?”
“¿Exactamente
cómo?, ¿Qué te indicará que…?”
“Cuando
lo logren, ¿Qué estarás haciendo diferente?”
“¿Quién
se va a dar cuenta primero? Y ¿Cómo se darán cuenta los demás que ustedes
mejoran como pareja?”
3.
Hacer presente
el futuro (Impulsar el cambio)
a.
Elaborar un
plan concreto de acción
Si quisieras empezar a hacer algo de todo esto mañana mismo ¿Qué podría
ser?
De todas las cosas que has mencionado ¿Cuáles son las más sencillas de
poner en práctica?
¿Cuál será el mínimo cambio que te indique que estás comenzando a
lograrlo?
b.
Buscar
excepciones
¿Cuál fue
la última vez en que se ha producido alguna parte de este milagro que acabas de
describir?
Por último, se advierte que, aunque los miembros de una pareja deseen lo
mejor para su relación, pueden definir metas en términos diferentes. Lipchik (2004)
sugiere tres ideas para construir una solución unificada:
1.
Buscar un
denominador común, por ejemplo, emplear el término “diferencias” en lugar de
“finanzas” y “celos” de los miembros de la pareja.
2.
Definir la
meta a partir de las excepciones, por ejemplo, “¿Qué era diferente en la época en
que se sentían más conectados?”
3.
Redefinir el
problema, por ejemplo, “Me pregunto si lo que ambos dicen es que cada uno se
siente controlado por el otro”. Una vez confirmada la redefinición por la
pareja se pregunta por las excepciones.
Intervenciones en la etapa de Impulsar el cambio
En lo que respecta a la estrategia de construcción soluciones a partir
de la búsqueda de excepciones se revisaran a continuación una serie de
pautas que facilitan conversaciones centradas en capacidades, lados fuertes y
recursos de la pareja.
2)
Lados fuertes
y recursos de la familia de origen.
“¿Cuáles
son los valores y enseñanzas para la vida en tu familia de origen que deseas
heredar a tus hijos y nietos?”
“¿Qué
cosas buenas obtuvo tu esposo de su familia?”
“¿Qué
aprendió de positivo tu esposa de su familia?”
3)
Patrón
Interpersonal Estable Satisfactorio (PIES)
“Si
viéramos un video de ustedes haciendo las cosas bien, todas las veces que han
“estado bien”, ¿Cuál es la fórmula que siguen los buenos momentos en que han
estado conviviendo juntos, cuando ambos están satisfechos?, ¿Qué hace bien cada
uno?”
“¿Cuál
crees que es el recuerdo más bonito que tu esposa tiene de la relación?”
“¿Cuál ha
sido la mejor etapa que han vivido como pareja?”
4)
Pautas de
solución
O’ Hanlon y Hudson (1995) sugieren que, además del contexto de pareja,
el terapeuta puede explorar recursos y lados fuertes en otros contextos de la
vida de los miembros (el trabajo y la
amistad, por ejemplo) con el fin de transferirlas para la resolución de
su problema o para enriquecer la relación de pareja.
a.
Del trabajo
“¿Qué
dirían tu jefe y compañeros que es lo que mejor sabes hacer en tu trabajo?”
“Me dices
que eres bueno resolviendo dificultades en tu trabajo, ¿Me puedes platicar cómo
has llegado a serlo?”
“¿Cómo
has logrado ser tan eficaz en tu trabajo?”
“¿Cuándo
fue la vez más reciente en que tu relación de pareja se vio beneficiada por ese
talento/capacidad/habilidad)?
“¿Qué
tendría que pasar para que esa habilidad lo pusieras al servicio de tu relación
pareja?”
b.
De la amistad
“¿Cómo te
comportarías con un amigo en una situación similar a esta?”
c.
De la propia
relación
“¿Qué
valores son más importantes en su relación de pareja?”
“¿Qué es
lo que consideran que hacen bien como pareja?”
“¿Qué es
lo que no desean cambiar de su relación de pareja?”
“¿Cuál es
la principal cualidad que tienen como pareja?”
5)
Revivir la
fase de “luna de miel” en la relación actual y reconexión con la mentalidad de la fase del cortejo
“¿Cómo
fue que de millones de hombres y mujeres quedaron ustedes dos?”
“¿De
quién fue la iniciativa?”
“¿Qué le
atrajo a ella/él de tu persona?”
“¿En qué
situación se encontraba cada uno?”
“¿Cuál es
el recuerdo más bonito que tienen de esta etapa?”
“Si su
relación fuera una serie, ¿Qué nombre le pondrían?, ¿Qué nombre tendría ese
capítulo inicial?”
“¿Qué
cosas funcionaban bien en esa etapa?”
“¿Qué es
lo que ella/él ponía de su parte en esa etapa inicial para que la relación
funcionara?”
“¿Qué
esfuerzo de los que tu realizabas en la etapa de cortejo crees que tu esposa
apreciaba más?”
6)
Comunicación
del progreso
Connie (2013) señala que el terapeuta centrado en soluciones hace un
especial énfasis en la comunicación efectiva. Sugiere que no es necesario
aprender nuevas habilidades sobre comunicación efectiva, sino más bien, revivir
la habilidad natural que la pareja ya demostró para comunicarse en los inicios
de la relación.
Propone trabajar en el proceso de terapia con dos acciones. La primera
es notar, o bien, darse cuenta de qué aspectos de sí mismo, del otro, de
la relación son positivos y luego traer esos aspectos a la rutina de la
conversación. Se trata de evidenciar y agradecer mutuamente aquello que gusta,
sirve y trae dicha a la relación. Ejemplos de preguntas son:
“¿Cuándo fue la vez más reciente en que sintieron que su comunicación
funcionó mejor?”
“¿En qué etapa de su vida de pareja se comunicaron mejor?”
“¿Qué es lo que ella/él pone de su parte cuando la comunicación es
mejor?”
“¿Qué puso de su parte ella/él en esta última semana?”
“¿Qué cualidades tiene ella/él?, ¿Qué es lo más aprecias de ella/él?”
“¿Qué le reconoces a ella/él que hizo bien en esta semana?”
“¿Qué le agradeces a tu pareja?”
El segundo hábito es simplemente practicar, lo cual requiere de
esfuerzos continuos de la pareja de búsqueda de interacciones positivas. Ejemplos
son:
“Haz una lista de esfuerzos que ella/él ha hecho por ti o por la
relación, luego escribe lo que le agradeces de esos esfuerzos y al final un
compromiso para seguir enriqueciendo la relación. Compártelo con ella/él”
“De hoy a la próxima vez que nos veamos les voy a pedir que cuando se
levanten piensen en realizar una acción que sea capaz de sorprender positivamente
al otro, pero manténgalo en secreto. La llevan a cabo todos los días, observen
las reacciones y cuando sea la próxima cita les preguntaré si fueron capaces de
adivinar las sorpresas”
7)
La pareja como
un equipo
“¿Cuándo fue la vez más reciente en
trabajaron como un equipo?”
“¿Cuándo fue la vez más reciente en que
resolvieron alguna dificultad juntos?”
“¿Cuál ha sido la época de su vida de pareja
en que han actuado como un equipo?”
“Si fueran un equipo, ¿Cómo se llamarían?, ¿Qué
cualidades personales de cada uno creen que aportarían más a un trabajo en
equipo?”
Cabe enfatizar que las anteriores pautas van acompañadas de los
siguientes pasos que ayudan a ampliar y detallar las excepciones: 1)
Ampliar, o sea promover una descripción en términos conductuales concretos, en
positivo e interaccionales y 2) Anclar, es decir que los cambios sean
percibidos por los clientes como algo que pueden repetir y poner en marcha. Se
logra mediante las siguientes opciones:
a) Atribuir control interno/ culpabilización positiva: ¿Cómo lo
conseguiste?, ¿Qué pasó para que decidieran volver a hablarse?, ¿Cómo lograste
resistir la tentación de pelear?, ¿Qué fue lo que más te ayudo de las cosas que
hiciste para poner atención a la relación?, ¿Cuál dirían ustedes que ha sido la
clave que han estado empleando para sustituir la violencia por el dialogo?
b) Repartir los méritos: ¿Cómo te ayudó tu pareja?, ¿Qué cosas notó que
hizo su esposa que le ayudaron a ser cariñoso y atento con ella?, ¿Qué hiciste
tú para facilitarles que te ayudaran?, ¿Quién más te ayudó?
c) Cognitivamente: ¿Qué significa para ti haber sido capaz de dar ese
paso?, ¿Qué cualidades tuyas se pusieron de manifiesto en ese momento?, ¿De qué
forma estas cualidades pueden ayudarte en un futuro?
d) Emocionalmente: ¿Cómo te sentiste al dar ese paso?, ¿Fue una emoción
nueva para ti?, ¿De qué forma crees que tenerla presente te ayudará a
enfrentarte a las dificultades que puedan aparecer en tu relación?
En la devolución destacan algunos puntos a considerar en el
diseño del mensaje de recapitulación (Lipchik, 2004) y el uso de directivas. De
estas últimas, también llamadas tareas o sugerencias, se profundizará en una
entrada posterior. Las recomendaciones para el mensaje de devolución se
transcriben a continuación:
-
Asegurarse de
dirigirse por separado a cada uno de los miembros de la pareja para comunicarle
lo que le escuchó decir.
-
Responderles
por separado y no dejar de formular una opinión sobre el proceso interaccional.
-
Enumerarles la
mayor cantidad posible de cosas que tienen en común. No es necesario que sean
cosas positivas. Puede tratarse de su sentimiento de desesperanza o de la
intensidad de su ira o al menos que ambos estuvieron de acuerdo en acudir a la
sesión.
-
Si se
refirieron a sus sentimientos, comentarlos bajo el encabezado de “lo que les
escuché decir”.
Intervenciones en la etapa de mantenimiento y terminación
Las principales intervenciones que se proponen para la etapa de mantenimiento
son tres: 1) las preguntas de mejoría (Ver aquí), 2) prevención de las recaídas (Ver aquí) y 3)
aprender de las recaídas (Ver aquí). Todas ellas se profundizan en entradas anteriores.
Charles (2005) propone para esta etapa una entrevista semiestructurada
en 3 fases para las sesiones subsecuentes que se presenta a continuación:
Fase 1: Avances
1.
Esfuerzos
realizados
2.
Efectos y
beneficios
3.
Conexión con
sus ideales y valores
4.
Clave-fórmula
para lograr los cambios
5.
Escala de
avance
Fase 2: Fallas
6.
Fallas de cada
uno
7.
Reconstrucción
del PIP (patrón interpersonal problemático) y fantasía del PIES
8.
Predecir
factores de riesgo y la mejor respuesta a ellos
Fase 3: Planes
9.
Definir el
siguiente paso
10. Reencuadres y tareas
En lo que respecta a la etapa de terminación se han descrito
estrategias en una entrada anterior (ver aquí). Además, Beyebach y Herrero (2010) proponen
las siguientes actividades para ayudar a la pareja a emancipar de la terapia:
1)
Celebración:
Se les pide a los miembros de la pareja que celebren sus mejorías de una forma
especial: una cena, un viaje de fin de semana, una excursión al lugar en que se
conocieron, etc.
2)
Volver a
casarse: Se propone a la pareja que preparen una nueva boda. Pueden elaborar un
listado de lo que mantendrían y quitarían de su primera boda en cuanto a los
invitados, vestuario, lugar, etc. Además, cada uno preparará un discurso de por
qué quiere volver a casarse con la otra persona.
Conclusiones
Hasta aquí se ha revisado a detalle una propuesta para aplicar el modelo
centrado en soluciones al trabajo clínico con parejas. Se concluye con la idea
de que la terapia de pareja se da en dos frentes (Beyebach y Herrero, 2010): 1)
Ayudar a la pareja a reducir o controlar las interacciones negativas (resolver
los conflictos resolubles, sobrellevar los que resulten irresolubles y dejar de
entrar en interacciones destructivas) y 2) Promover activamente los
intercambios positivos y reforzantes (tratando de que cada miembro de la pareja
sienta que gana en su interacción y que les compensa seguir como pareja).
Fuente:
Beyebach M. (2006) 24
ideas para una psicoterapia breve. Herder. Barcelona
Beyebach, M. y Herrero, M.
(2010) 200 tareas en terapia breve. Herder. Barcelona
Charles, R. (2005) Terapia
breve sistémica en soluciones para parejas y padres. Editorial CREE-SER,
Monterrey, NL
Connie, E. (2013) El
matrimonio centrado en soluciones. The Connie Institute. EUA
de Shazer, S. (1994)
Claves para la solución en terapia breve. Paidós. Barcelona
de Shazer, S. (1996)
Pautas de terapia familiar breve. Paidós. Barcelona
Eguiluz, L. (2007) El
baile de la pareja. Trabajo terapéutico con parejas. Pax de México. Ciudad de
México.
Lipchik, E. (2004) Terapia
centrada en la solución. Más allá de la técnica. Amorrortu editores. Buenos
Aires
O´Hanlon, B. y Hudson, P.
(1995) Amor es amar cada día. Paidós. Barcelona.
Tarragona, M. (2006) Las
terapias posmodernas: una breve introducción a la terapia colaborativa, la
terapia narrativa y la terapia centrada en soluciones. Psicología Conductual,
Vol. 14, Nº 3, 2006, pp. 511-532
Walsh, F. (2004) Resiliencia Familiar. Amorrortu editores. Buenos Aires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario